Laela tembló pero no solo del frío que estaba sintiendo momentáneamente. Mantuvo su posición y le echó un rápido vistazo a Bart que parecía murmurar cosas hacia el gigante, eso la llenó de inquietud y curiosidad, ¿qué estaba haciendo allí de pie? ¿por qué no huía?
Will corrió hacia el gigante sin falta de valentía, eso lo sabía bien ella, por ello decidió que no era momento de quedarse atrás, debía ayudar, de alguna manera.
—¿Cómo es posible? —gritó suponiendo que el gigante la escucharía a ella y se alejaría de Will.
—¿Todavía le buscas lógica a lo que pasa aquí?
Podía oírlo reír, pero no podía arrancar la mirada del gigante que ahora avanzaba hacia ella con grandes y lentos pasos, el sudor la estaba bañando mientras pensaba en hacer algo. Escuchó la voz de Bart, y por fin distinguió algo de lo que estaba diciendo:
—Mors, necat, mors. Mors, necat, mors. Mors, necat, mors. Mors, necat, mors...
Y sabía algo de latín porque no todos los pasajes de la biblia estaban traducidos, sabía que Bart era pagano y repetía continuamente: Muerte, mata, muerte.
Eso no hacía que Laela se sintiera tranquila en lo absoluto. Debía detener a Bart, debía detener al gigante que estaba cerca de ella y estaba dispuesto a liquidarla, sabía que Will haría algo al respecto, así que solo tenía que pensar en Bart. Aunque... Sólo en caso de que también necesite ayuda contra el gigante...
Laela corrió como nunca antes en su vida y tomó una liana que estaba en el suelo, ya con la cuerda en mano, pasó bajo el gigante dejando un pequeño camino entre sus piernas heladas. Allí hacía mucho más frío, ella tembló más violentamente aunque imaginó que tenía poco que ver con el viento helado que desprendía el gigante. Vio como Will estaba escalando la espalda del gigante, sus labios estaban morados pero seguía moviéndose y entendió su plan con solo verla, asintió en su dirección y se deslizó hacia abajo.
Su siguiente objetivo era claro, pero debía de moverse rápido para poder alcanzarlo y huir del gigante, por eso Will tomó la iniciativa y se acercó a Bart.
—Está prohibido aquí, Bart. ¿Cuál es el punto?
—Si yo no puedo obtenerlo, nadie más debería. —la daga de orejas que Bart había mantenido a su espalda, a la espera de este momento de cercanía, salió disparado hacia adelante, pero Will lo esquivó con facilidad adivinando sus movimientos y con la liana ató ambas manos de Bart a su espalda.
Antes de que cualquiera de los dos pudiese decir algo apareció el ave acuática, sin duda llegando para arrastrar a Bart fuera de allí y con él, al gigante que comenzaba rápidamente a derretirse.
—¡Laela! Tu plan funcionó... —al no oír respuesta se giró para ver a la chica que le sonreía pero tenía el rostro cenizo, la daga de orejas de Bart había tocado su brazo.
**
—Creo que tu entrenamiento ha ido bastante bien. —mencionó Will sentado junto a ella.
Resulta que luego de revisar minuciosamente su herida y la la daga de orejas que Bart había lanzado, no había sangre venenosa, ni ningún peligro real para Laela. Debía de descansar un poco y eso sería todo, según Will solo fue un pequeño rasguño, y ella le creía.
Principalmente porque no se sentía mal del todo, se sentía revitalizada. ¡Luchó contra un gigante! ¡Y ganaron! Un pequeño rasguño le parecía lo mínimo a obtener, a pesar de que Will no obtuvo ninguno. Ya pronto lograría llegar a su nivel.
Además, solo habían entrenado ese día, era verdad, no había forma de que ella estuviese lista para luchar contra un gigante pero así fue, y a pesar de haber preguntado incesantemente, no sabía por qué, cómo o hacia dónde esa ave se había llevado a Bart, aunque eso le parecía lo mejor, no quería que la sangre manchara las manos de Will, él se veía muy fuerte, pero una parte de ella sabía que no podía soportarlo.
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Profecía: Bruxas, facilis descensus
FantasyUna prueba. Dos hermanas. Y muchos secretos. Kali Warren posee muchos secretos, y nunca consideró hablarle de ellos a su hermana menor. Pensó que protegerla siempre debería ser su primera prioridad sin importar qué o quién. Laela Warren descubrirá...