Amor Eterno (Jelsa)

Protección

- Tenemos que limpiar esto - dijo Jack acariciando mi mejilla sin tocar el corte.

Jack me llevó con él a su habitación sin soltar mi mano, dejando a todos atrás.

- Hace tiempo, Norte nos asignó una habitación a cada uno, sólo por si lo necesitábamos, soy el único que permanece aquí - dijo abriendo una puerta.

Entramos a una habitación sencilla, había una cama doble que ocupaba casi todo el espacio, una cómoda y un espejo, los muros estaban decorados con dibujos que parecían ser hechos por niños.

- Espérame aquí, voy por agua - salió de la habitación.

Me acerqué al muro lleno de dibujos y con las puntas de mis dedos los acaricié, en todos ellos aparecía Jack sonriendo y jugando.

Me acerqué a la enorme ventana, sentándome en el alféizar, la vista era hermosa, los vientos se habían calmado y podía ver la nieve y pinos al fondo, el sol se había ocultado y comenzaban a aparecer las danzantes luces del norte.

- Es una vista hermosa - dijo Jack sentándose a mi lado.

- Lo es.

- Ven aquí.

Tomó un pañuelo blanco y limpio, lo humedeció en agua que había traído en un pequeño recipiente y comenzó a limpiar mi herida.

- Gracias.

- Soy en parte responsable, debo hablar con Hada.

- ¿Sobre qué? - pregunté, Jack aún acariciaba mi rostro con el pañuelo, intentando no lastimarme.

- Sobre esto, ella es mi amiga y no la veo como más, y estoy contigo, tiene que aceptarlo.

- Parece que está muy enamorada de ti.

- Me duele tener que lastimarla, pero no puedo hacer nada.

Me acerqué a él y deposité un pequeño beso en sus labios.

- ¿Y eso por qué fue? - sonreí al verlo sonrojarse.

- Eres un hombre increíble - lo besé nuevamente y el dejó el pañuelo a un lado para usar su mano para sostenerme y seguir el beso.

Estar así con él me hacía sentir segura y tranquila, mi corazón latía con fuerza y sentía cómo mis manos temblaban por los nervios, pero no podía separarme de él.

- Deberías descansar - dijo al separarnos - Puedes usar mi habitación, yo iré a otra.

- ¿Vas a dormir?

- Aún no, tengo que reunirme con Norte antes.

- ¿Hay problemas?

- Aún no, pero tenemos que prepararnos para un posible ataque.

Se levantó y caminó hacia la puerta.

- Avísame si sucede algo, estaré atento.

Caminé hasta él y besé su mejilla con cariño.

- Gracias, Jack.

El peli blanco salió con una sonrisa en su rostro dejándome a solas, solté el nudo de mi capa y la dejé sobre la cómoda, el día había sido agotador, quería saber de qué hablarían esos dos, pero el sueño comenzó a caer sobre mí, me retiré las botas y me metí entre las sábanas de la cama, hundí mi rostro en la almohada y pude sentir su olor, olía a sándalo, recordándome al olor de los bosques.

- Jack... - susurré antes de caer en un profundo sueño.

Me encontré en el lago en qué había conocido a Jack, estaba congelado y había mucha nieve, estábamos en invierno; una sombra detrás de mí me alertó, alguien venía caminando en mi dirección, al darme la vuelta me encontré con Jack, pero no parecía ser mí Jack, tenía el cabello café al igual que sus cejas y ojos, pero me miraba de la misma forma.