La brisa helada no era tan fuerte como la recordaba, pero podía oír sus leves silbidos, la enorme estructura se encontraba frente a mí, recordándome cuan fuerte puedo ser.
Jack tomó nuestro equipaje y subimos las largas y delicadas escaleras juntos hasta llegar a las puertas del palacio, abriéndose ante mi presencia.
- No lo recordaba tan hermoso - dijo Jack sonriendo a mi lado.
Entramos y las puertas se cerraron tras nosotros.
- Creo que no estaría mal hacer unos cambios aquí- sugerí.
Lo único que decoraba el salón era una fuente congelada y un candelabro que colgaba del techo. Subimos al segundo piso y me arrepentí de hacer tantas escaleras.
- ¿No prefieres volar? - se burló Jack al verme respirar con más fuerza.
- Ya estamos - dije, mirando sus ojos brillantes.
Llegamos a la que se supone que era mi habitación, que en realidad nunca la había usado. Jack dejó nuestras cosas en un pequeño mueble de hielo con textura de copos en relieve.
- ¿No crees que hace falta un colchón?
La cama era solo un enorme bloque de hielo sin forma, casi como la cama de una cárcel hecha de piedra.
- Vendría bien hacer remodelación.
Levanté mis manos y cerré los ojos, intenté visualizar una hermosa cama similar a la de mi habitación en Arendelle y eso hice.
- Mucho mejor - sonreí.
Jack se acercó a mí y sostuvo mi cintura con sus manos.
- Eres increíble - sonrió y dejó un suave beso en mi mejilla derecha, provocando que estas se sonrojaran.
- Es solo algo pequeño, Jack.
- Igual, es increíble... - hizo una pausa y luego continuó bajando el volumen de su voz - Tengo una sorpresa para su majestad.
- ¿Ah sí?
- Ven conmigo - sonrió.
Jack cubrió mis ojos con sus manos y me guió, pude escuchar las puertas abrirse y luego una brisa helada golpeando mi rostro.
- ¿Jack? Espero que no estés pensando en arrojarme por el balcón - me burlé.
- Jamás, ya puedes ver.
Al abrir los ojos, lo primero que vi fue el hermoso paisaje, las montañas se elevaban al fondo majestuosamente, pero ninguna era tan alta como en la que estaba mi palacio, podía ver las nubes abrazándolas, y el color blanco de la nieve dominando sobre el azul del cielo, el sol estaba casi por ocultarse, naciendo un hermoso atardecer de suaves tonos lilas y rosados.
Miré luego el balcón, había guirnaldas de violetas y otras flores de tonos azules de las que realmente no sabía su nombre, en el piso de hielo se extendía una preciosa manta de picnic y sobre ella un canasto de comida, velas, cojines y un precioso florero, Jack se había esforzado para que tuvieramos una velada romántica. Finalmente di la vuelta para enfrentarlo, pero la sorpresa aún no terminaba.
- Jack... - el peli blanco estaba de rodillas frente a mí, mirandome expectante pero con miedo.
- Els, antes de que digas nada, déjame hablar, por favor - no dije nada pero pude sentir mi corazón agitarse, y no solo agitarse, se sacudía con tal fuerza que sentía que se iba a salir de mi pecho, mi cuerpo comenzó a temblar y mis manos a sudar.
>> Yo nunca pensé que encontraría a mi alma gemela, nunca pensé que podría sentirme de esta forma, no puedo recordar mi vida antes de ti y no quiero hacerlo, no quiero estar sin ti, eres mi complemento, mi mejor amiga, el amor de mi vida - habló con torpeza, pude notar como comenzaban a deslizarse lágrimas por mis mejillas - Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, quiero seguir provocando tus risas y secando tus lágrimas, quiero seguir viendo el atardecer reflejado en tus ojos y la blanca nieve en tu sonrisa.
No pude evitar sonreír, quizá Jack no era el mejor con las palabras, pero amaba cada una de las que había dicho, amaba el brillo de sus ojos al hablar, sus mejillas sonrojadas, su cabello blanco bailando con el viento y cada parte de él, era perfecto.
- Yo... Lo que quiero decir es... - hizo una pausa, sabía que estaba nervioso y solo provocaba que yo lo estuviera más, le sonreí y volvió a hablar - Elsa de Arendelle, quinto espíritu del bosque encantado, ninfa de la nieve, ¿te casarías conmigo?
Entre sus manos tenía una pequeña caja de cristal, la abrió revelando un hermoso anillo celeste, parecía estar hecho de hilos de hielo tejidos y tenía un hermoso diamante en medio, era completamente perfecto.
- Si quiero - fue lo único que pude decir antes de que mi voz se quebrara, podía sentir mi rostro húmedo por las lágrimas.
Jack sonrió y sacó el anillo de la cajita para luego ponermelo, quedaba a la medida.
- Se que esta no es la propuesta más elegante y romántica, también sé que te mereces mucho más que esto, pero yo... - antes de que siguiera diciendo tonterías lo interrumpí con un beso, que regresó inmediatamente, me colgué de su cuello y el me abrazó por la cintura. El beso fue lento y lleno de amor, no necesitaba nada más, no quería nada más, ya lo tenía todo.
- Te amo, Jack - dije al separarnos.
- Te amo más - dijo y me sorprendió levantándome por la cintura y haciéndome dar vueltas.
- ¡Jack! ¡Estamos en el balcón! - dije ahogando un grito.
- No caerás, no mientras esté yo para sostenerte - dijo, pero de inmediato se detuvo y me abrazó con fuerza.
ESTÁS LEYENDO
Amor Eterno (Jelsa)
FanfictionUn fortuito encuentro cambiará la vida del quinto espíritu del bosque, ¿podrá Elsa identificar y aceptar las nuevas emociones? Un nuevo miembro en la familia atraerá a un terrible y antiguo villano, ¿serán capaces de detenerlo y proteger lo que ver...