Extrañar

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Pasaron unos meses y todo iba de maravilla, Jack y yo seguíamos juntos, Olaf ahora tenía novia (me sentí mal por verlo tan solito en su preciosa casita y le hice una), incluso Sven parecía haber conseguido una en el bosque encantado y Anna estaba cerca de tener a su bebé, tanto su barriga como sus mejillas habían crecido y Kristoff no podía estar más feliz.

Pero como siempre, tanta tranquilidad me inquietaba.

- Elsa, ¿qué sucede? - habló Anna detrás de mí.

Estaba en el balcón de mi habitación sin ver nada en específico.

- ¿Estás bien? - llegó a mi lado mirándome con preocupación.

- Lo estoy, es que... - la miré, sabía que ella podía saber cómo me sentía sin tener que decirle - ¿No te parece que todo ha estado muy tranquilo?

- Un poco, pero eso no es malo, también podemos ser felices, Elsa - me dió un apretón suave en mi brazo y sonrió de lado.

- No lo sé, me siento inquieta - volví a mirar hacia el paisaje.

- Quizá es porque Jack no está, no les hace bien estar separados ni por unos días - río bajito.

- No creo que sea eso - sonreí.

Jack tuvo que ir al Polo por no sé qué cosa y habían pasado dos días desde la última vez que nos vimos, él me aseguró que volvería: "no te preocupes Els, voy a volver, solo tengo que encargarme de unas cosas, algunas veces me toca trabajar", supongo que intentó hacer una broma, pero no me dejó tan tranquila.

- Ven, hagamos algo divertido - Anna me arrastró fuera de la habitación y nos dirigimos al jardín, luego ella desapareció dejándome sola.

Decidí sentarme en una banca en el jardín mientras la esperaba, que no tardó mucho.

- Todo listo, esperemos.

Ella se sentó a mi lado y no dijo nada más, miraba al frente mientras sonreía y jugaba con sus manos sobre su barriga.

Minutos después, un grupo de personas se acercó trayendo un poco de todo, en cuestión de minutos ya habían instalado mesas con comida y sillas para invitados, lo más llamativo en la mesa era un gran plato lleno de chocolates de todas formas, miré a Anna sonriendo, estaba claro que iba a acabarse el chocolate del reino.

- ¡Llegamos! - exclamó el pequeño muñeco de nieve, Olaf apareció tomado de la mano de Ollie, su novia.

- ¡Hola! - dijo Ollie con la misma emoción, ambos vibraban con la misma energía positiva, haciéndolos una pareja de muñecos de nieve extra felices.

- Aquí estamos - apareció Kristoff detrás de ellos junto con Sven.

- Vamos, siéntense - Anna estaba muy entusiasmada.

Todos nos sentamos a comer y a contar sobre cómo había ido nuestro día.

- Ollie y yo fuimos a un campo de flores, era tan hermoso - habló Olaf con su característica sonrisa, Sven hizo algunos ruidos pareciendo decir algo, todos volteamos a ver a Kristoff esperando traducción.

- ¿Qué sucede? - preguntó al notar las miradas sobre él.

- ¿Qué está diciendo Sven? - preguntamos Anna y yo al tiempo.

- Oh, eso - se rascó su nuca y sonrió nervioso - Fuimos a comprar unas cosas.

La conversación siguió sin problemas, pero Anna se acercó a hablarme en voz baja.

- ¿Tú también lo notas?

- ¿Qué cosa?

- Kristoff hace meses se comporta extraño, creo que oculta algo - susurró.

Amor Eterno (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora