Enojo

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Jack se estaba demorando, por lo que decidí salir a ver qué ocurría. Acomodé mi vestido, bostecé y me estiré un poco para luego salir. Quedé pasmada de la sorpresa cuando me encontré con los Guardianes, todos estaban allí, incluso Hada.

- ¿Cuándo?

- Hace unas horas, Jack - habló Norte.

Hada carraspeó cuando me vió salir y todos guardaron silencio.

- ¿Qué sucede? - pregunté molesta, estaba volviendo a suceder, intentaban ocultarme los problemas como si fuera una muñeca de porcelana.

- No es nada, amor - dijo Jack mirándome con súplica - Vuelve a la cabaña.

- Yo no... - me detuve, las náuseas habían vuelto, sentía que si volvía a abrir mi boca podría vomitar, hasta que comenzaron las arcadas, tuve que cubrir mi boca y correr adentro.

- ¡Elsa! - alcancé a escuchar la voz de Jack detrás de mí, pero corrí al baño y me encerré, no quería que Jack volviera a verme vomitando nunca más.

Media hora después salí, encontrando a todos sentados en el salón.

- Els, ¿estás mejor? - habló Jack, abrazándome por la cintura.

Todos estaban viéndome fijamente, lo sabían, pero no se atrevían a decirlo, no hasta que...

- ¿Estás embarazada? - preguntó Hada con cierto desprecio.

Todos quedaron en silencio mientras me veían fijamente.

- Solo si quieres - susurró Jack para que solo yo lo escuchara.

- No lo sabemos, no he visto a un médico aún -respondí sin mirar a Jack, quien había ajustado su agarre en mi cintura - Pero es muy brobable.

Hada parecía molesta, pero no dijo nada más.

- Siendo así, tenemos más razones para que no se involucre, Jack - esta vez fue conejo el que habló.

- Díganme ya, ¿de qué se trata? - ninguno respondió - No soy una muñeca de porcelana, sé sobreponerme a lo que sea.

Jack comenzó a acariciarme la cintura con su pulgar en círculos. Lo miré con molestia, querían excluirme.

- Pitch volvió con más fuerza - explicó Norte.

Miré a Jack, quien parecía atormentado, era una mezcla de rencor, preocupación y quizá dolor.

- Jack, si el sueño es real, es mejor que no esté ella ahí - volvió a hablar.

Jack inmediatamente lo miró en pánico, como si quisiera hacerlo callar, Norte entendió y yo no dije una palabra, pero sabía que no era el momento para preguntar.

Ellos cambiaron el tema y luego de un rato se fueron, yo entré a la habitación y decidí vestirme para dormir, me detuve frente al espejo de la habitación y noté algo, mi vientre estaba creciendo con rapidez, con mis manos lo acaricié, intentando saber qué tanto había crecido, como intentando medir. En ese momento entró Jack y se quedó pasmado al verme solo en camisón jugando con mi vientre.

- Ha crecido - dijo suavemente.

- No lo notaste anoche - más que una pregunta fue una afirmación.

- No.

Jack se acercó a mí y me abrazó por detrás, quedando ambos mirando al espejo. Él abrazó mi cintura como solía hacer y luego las pasó a mi vientre, dejándolas encima de mis manos.

- Jack, necesito saber - lo miré a través del espejo, él había hundido su rostro en mi cuello, ocultándose allí - Pensé que no habría más secretos entre nosotros desde lo del libro.

Amor Eterno (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora