❝ From my blood come the prince that was promise and his will be the song of ice and fire ❞
¿Qué hubiera pasado si Daenerys hubiera tenido una hermana? Conoce la historia de Rhaella Targaryen.
A Game of thrones fanfiction
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rhaella y Daenerys estaban esperando al comerciante de especias. Ya se estaban impacientando de esperar. Llevaban ahí un rato y aún no había aparecido.
— No debería hacernos esperar.— Rompió el silencio la peliblanca mayor.
— El rey de las especias es el segundo hombre más rico de Qarth. Hace esperar a todo el mundo.— Aclaró el hombre. — Por supuesto, os ahorraríais esta vergüenza si os casarais con el hombre más rico de Qarth.
Daenerys se movía de lado a lado impaciente.— Ya sabéis que tengo un marido.
— Khal Drogo se fue, khalessi. Un gran hombre. Pero sois muy joven para condenaros a la viudedad. Y demasiado hermosa.
La menor puso una mueca. Vaya manera tan ridícula de ligar. El hombre solo quería casarse con ella por lo que significaba, la veía como a un trofeo. Era la Madre de Dragones, y quien se casara con ella tendría suerte.
— Y vos demasiado listo para creer que sucumbiré al halago — lo miró seria la Targaryen.
— He viajado mucho y he conocido a muchas mujeres. Pero ninguna era inmune a los halagos.
Rhaella lo miró con una mueca. No ha debido de conocer a muchas.
Interrumpieron la charla.
— ¡La Madre de Dragones y La Princesa del Corazón Roto! — Exclamó el mercader desde lo alto de las escaleras.— Perdonadme. Tuve unos sueños terribles anoche. No pude dormir hasta que el sol brillaba, y los pájaros cantaban.
Las Targaryen le sonrieron falsamente. Solo quería enseñarles quien tenía más poder.
— Mirad que belleza, ahora que sois despojadas de la arena del desierto Rojo. Siento todas aquellas cosas desagradables — bajó las escaleras. — El pelo plateado de unas auténticas Targaryen. Xaro Xhaon Daxos, es demasiado adorable para un estibador venido a más como vos.
— Muy cierto — asintió. — Y aún así se dice que vuestro abuelo que vendía pimienta con una carreta, se casó con una dama más adorable, y de más alta cuna — le recordó.
— Toda dama viva era más adorable y de más alta cuna que mi abuelo — se rió.
— ¿Mis sirvientes no os han ofrecido algo de comer y de beber? — Preguntó hacía las Targaryen. — Los haré flagelar en la plaza.
