III. Espiral

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Mañanas como fénix

renaciendo en sus pupílas.

Discutiendo, culpo a Eris,

noches sin sábanas frias.

Mi cápsula, mi complemento,

destruyendo mi barrera;

bajo el mar falta tu aliento,

tu alejar me desespera.

Entre mi voz, ella es mi eco

si me faltan la distancia;

sabedor a diario peco

por rozarme a tu fragancia.

No hay luces, mas pensarte

provoca incendios forestales

y los versos al mirarte

no parecen tan reales...

no parecen tan reales

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𝑬𝒍 𝑨𝒓𝒄𝒉𝒊𝒗𝒐 𝒅𝒆 𝑳𝒂𝒔 𝑭𝒖𝒓𝒊𝒂𝒔 𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora