XIV. Sinope

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Y si te gusta mi soledad
podríamos compartirla.
Entonces estaríamos solos,
juntos en nuestra soledad.

Deja atrás los lazos, las cadenas,
los días y las ataduras,
aprende a volar, aprende del viento
y déjate caer sola entre mis manos.

Si te digo que me faltas
en esta inmensa soledad,
¿darías un solo paso
para llenarte de compañía
o te meterías a la jaula
llevándome contigo?

Envuelveme en tu capullo,
poco a poco sin asustarme.
Deja que te encierre yo en el mío
y emerger de la crisálida
tomándonos el tiempo.

Sola, en soledad te deseo,
solitaria y exclusiva
tomada solo de mi mano.
Aislados del resto,
viviendo lo nuestro,
ocupados en cambiar
en una extraña metamorfosis.

¿Crecer, madurar, progresar?
Lo que sea, pero contigo,
mirando hacia atrás
solo para darnos cuenta
de lo mucho que caminamos.

𝑬𝒍 𝑨𝒓𝒄𝒉𝒊𝒗𝒐 𝒅𝒆 𝑳𝒂𝒔 𝑭𝒖𝒓𝒊𝒂𝒔 𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora