Infidelidad [Adaptación Minayeon]

Capítulo 33

Nayeon la miró, sin quitar las expresiones de sorpresa en su rostro, la idea no era nada mala, aunque el momento era complejo, algo que llamaba mucho su atención es la falta de movimiento por parte de la familia de Momo, asumía que los Hirai esperaban con ansias el divorcio y por eso se mantenían neutrales al asunto.

―Es una gran oferta, pero no lo sé, hay muchas cosas que me intimidan aún. ―apoyó su cabeza en el pecho de la alfa, soltando un gran suspiro.

― ¿Cómo qué? ―le acarició el cabello.

―La familia de Momo, nunca les caí bien, me llama la atención que se hayan quedado en silencio, sobre todo Haneul, siento que traman algo. ―tembló por unos segundos.

Mina la abrazó un poco más fuerte, liberando feromonas que la tranquilizaron.

―Ojalá que no, quizás solo están felices por el divorcio, según entiendo eso es lo que siempre quisieron.

―Eso quiero creer alfa, ―suspiró pensativa. ―Mañana hablaré con Chaeyoung, quiero ver qué es lo que sabe sobre los negocios de la familia Hirai, solo para estar preparadas por si acaso.

Habló trazando algunas ideas en su mente inquieta.

― ¿Qué haremos con la misteriosa mujer sin rango? ―consultó deslizando la mano lento hacia su espalda.

―Tengo una idea que te gustará ―sonrió divertida, Mina le hizo un gesto de que continúe, ―Viajemos a Seúl, serán unos días por el momento, el hospital donde me llevó cuando tuve la intoxicación se encuentra en Ilsan, podríamos ir hacia allá, averiguar sobre la enfermera y luego pasar a Gwacheon para buscar un acogedor nidito de amor.

Lo último salió con exceso de ternura en sus labios.

―Me encanta, podríamos ir mañana mismo. ―le besó el cuello unas cuatro veces.

―No lo creo, quiero acabar con el asunto de la internación cuanto antes, así que haré el papeleo, vayamos una vez que Momo esté internada, así será más seguro para todas.

Nayeon se esforzaba para no desconfiar de Momo, pero ya le era imposible negarse a sí misma el peligro que su ex alfa representaba.

―Sí, tienes razón, es mejor así. ―Mina acarició sus labios con el dedo pulgar.

Las dos conciliaron el sueño entre mimos, cayendo dormidas una media hora más tarde. Tener tanto en que pensar las había dejado agotadas.

Al día siguiente dieron inicio a su nuevo itinerario, la omega se contactó con su psicóloga, informándole que Momo estaba lista para proceder con la intervención profesional.

Le comentó que tenía los papeles, la doctora Lee se mostró muy feliz por el avance y mencionó que ella misma podía acelerar el papeleo de admisión para que Momo entrara mientras Nayeon asentaba su firma en el registro.

Luego de la comunicación telefónica le envió un texto a Chaeyoung, quien se hizo presente en la casa apenas recibió la alerta.

―Iré con Chae a terminar el papeleo, después de eso podemos tomar café y hablar mejor de las cosas que quiero preguntarle. ―explicó mirando a las muchachas frente a ella.

―Está bien unnie, quitaré todas sus dudas, ¿Puedo sugerir algo? ―preguntó, recibiendo por respuesta un asentimiento. ―Ponte una sudadera y un cubre bocas, es decir, por ahora creo que es mejor pasar lo más desapercibidas posible.

La idea de la menor era coherente, no tenía nada de malo tomar ese pequeño tipo de precauciones.

―De acuerdo, me parece bien. ―sonrió.

―Entonces iré a la pastelería, en la oficina de gerencia buscaré el nombre que me diste y llamaré al hospital para ver si puedo adelantar alguna información. ―mencionó Mina colocándose un blazer blanco.

―Eso sería genial, luego te cuento como terminó todo. ―besó a la alfa y fue rápido a buscar la vestimenta sugerida por la omega menor.

Ya listas cada una partió a su destino, Im y Son salieron directo al hospital, allí las esperaba la doctora Lee, con una serie de papeles listos para firmar.

―Me ocuparé de registrar lo que falta, tú solo debes firmar. ―Habló mirando a la omega.

La omega asintió, firmando las planillas que le ponían en frente. Una vez que terminó la doctora se acercó a ella.

―Momo quiere decirte algo antes de entrar al módulo de psiquiatría.

Esto la tomó por sorpresa, respiró profundo y movió su cabeza en asentimiento. Fue acompañada por la doctora y la misma Chaeyoung, ambas permanecieron en el inicio del pasillo que daba a la puerta de entrada.

Momo apareció, quedándose de pie frente a su ex omega.

―Ya estamos aquí, espero que sea para bien. ―Nayeon habló primero.

―Ojalá que sí, no quería entrar sin pedirte perdón, me comporté como una idiota, fui una bestia todo este tiempo.

Suspiró abatida, en el fondo realmente sentía el estar actuando así.

―Está bien, no quiero guardarte rencor, hemos pasado por mucho mientras estuvimos juntas, a pesar de todo intentaré recordarnos de la mejor manera. ―Sus palabras eran neutras y justas. Ya no sentía ganas de llorar por ella, hoy más que nunca Nayeon deseaba que ambas se sanaran a sí mismas.

―También quiero eso, espero estar lista para dejarte ir en algún momento, ―la abrazó sin preguntar, envolviendo el cuerpo más bajo en sus brazos.

Nayeon correspondió despacio, acariciando su espalda mientras mantenía la cabeza apoyada en su pecho, quería escuchar los latidos de su corazón una última vez y guardarlos por siempre en su memoria.

Se soltaron con lentitud, apartándose, ambas se sonrieron antes de perderse de vista. La omega le prometió a su primer amor que todo estaría bien, y de verdad deseaba que aquello se cumpliera.

Una vez que salieron de allí, las omegas caminaron hacia donde el auto estaba estacionado. El vehículo quedó una calle más abajo, doblando la esquina.

Chaeyoung iba atenta a todo, gracias a eso se percató de una presencia extraña, reconoció a Haneul de inmediato, tomó la mano de Nayeon y la acorraló doblando la esquina, justo contra la pared.

― ¿Qué mierd- ―su desconcierto fue interrumpido por la cercanía que Chaeyoung impuso de repente.

Pegó sus frentes, con el brazo derecho rodeó la cintura de la confundida omega y con la izquierda apoyó la palma abierta en la pared, las capuchas de ambas sudaderas más los cubrebocas hacían que sus rostros fueran irreconocibles.

―No te asustes, por favor, solo mírame a mí, ―susurró sin quitarle la mirada de encima. ―Haneul está cerca, espera a que pase y te diré lo que estoy pensando.

Ahí fue cuando la omega mayor entendió todo, Chaeyoung la estaba protegiendo para que ninguna de las dos fuera reconocida por la mujer alfa.

Minutos más tarde Son se alejó, indicando así que el peligro había pasado. Nayeon respiró profundo, sus mejillas estaban muy rojas, a su vez el corazón de la omega menor latía muy rápido.

―Ahora sí, explícate. ―Pidió curiosa.

―Creo que Momo solo estaba actuando, ―Soltó ante una desconcertada omega. ―Es decir, tenía que hacerte creer que no te daría el divorcio, para que no insistieras, porque, de seguir ambas casadas eres la única con poder de decisión sobre su tratamiento.

Nayeon sintió que podía desplomarse ahí mismo, su menor le ayudó a entrar en el auto y encendió el vehículo, alejándose de ese lugar. Ahora todo tenía sentido, no le dio el divorcio en el bar porque sabía que Haneul tenía autoridad como familiar directa para anular el tratamiento y llevársela bajo su tutela, pero de ahora en más solo dos personas contaban con poder de decisión: Momo por ser mayor de edad, y Nayeon por ser su esposa.