Infidelidad [Adaptación Minayeon]

Capítulo 18

Mina suspiró inconforme, dejar a la castaña dentro con esa alfa que se supone es su esposa no le causaba gracia, por un lado temía que perdiera el control y le hiciera algo, o que fuese la misma Nayeon quien salga de sus casillas y por ello se lastime, pero no tenía más opción que confiar en ella.

―Sana unnie y yo estaremos afuera si nos necesitas. ―murmuró con una pequeña sonrisa hacia la omega.

―Está bien, tranquila. ―devolvió el gesto con una sonrisa comprensiva, misma que se tornó seriedad y tristeza al estar sola con Momo.

Las dos se miraron, escudriñando lo más profundo de sus almas, sin saber cómo empezar ni que decir, tampoco se animaban a hablar primero. Todo se resumía en miradas lastimeras de parte de Momo, y decepción por parte de Nayeon.

―Esto tiene una explicación, mi amor. ―Momo posó su mano sobre la extremidad pálida. La omega no rechazó el toque, solo observó.

― ¿Cuál? Dime, a ver si alguna mínima parte de mí logra creerte. ―susurró abatida.

―Déjame contarte cómo la conocí, y luego entenderás el resto. ―pidió la alfa, más la otra rio sarcástica, queriendo que se lo cuente y ya.

Fuera de la sala, Mina observó a Chaeyoung, quien no dejaba de estrangularla con su mirada hacia unos segundos desde que salieron.

― ¿Podemos ir a la cafetería un momento? Debemos hablar. ―pidió Son ajustando la correa de su mochila sobre el hombro.

Myoui le dirigió la mirada a la alfa mayor, esta asintió para tranquilizarla.

―Ve, yo estaré aquí y te aviso cualquier cosa. ―Apretó su hombro como muestra de apoyo.

La pelinegra se retiró junto con su futura ex pareja, Sana encontró un asiento a dos pasos de la puerta, sacó el teléfono del bolsillo sonriendo al ver que le esperaba una videollamada.

Su sonrisa se hizo más grande al divisar el adorable rostro de Dahyun, sonriendo con sus preciosos dientes a la vista, acompañada por Tzuyu, recostada a su lado, dejando pequeños besos en su mejilla.

― ¿Cómo están las cosas Sanake unnie? ―indagó, ya que logró enterarse de alguna que otra novedad.

―Más o menos bebé, Nayeon está bien, Momo volvió de su viaje y trajo a su amante, ahora Momo y Nayeon están hablando, me iré a verte en cuanto acaben. ―relató.

―De acuerdo, Chewy unnie no se ha movido desde que te fuiste, cuando regreses podrá irse a descansar. ―miró a la susodicha con una sonrisa.

―Sabes que me iré y volveré, pequeña, no te libraras de ninguna de las dos. ―las tres rieron luego de escuchar a la alfa de piel bronceada.

Sana amaba lo que habían construido, ellas tres eran una pequeña familia, se tenían la una a la otra y eso era todo lo que necesitaban.

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