Capítulo 12

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Mina realizaba movimientos con su mano frente al rostro ajeno, más pálido de lo normal. Su mano se movía como un abanico, ventilando a la omega que podría decirse estaba más relajada.

― ¿Cómo te sientes ahora? ―la observó, de pies a cabeza y se detuvo en el pecho, para contemplar el cambio en su respiración, de un ritmo colapsado a uno regular.

―Bien...Gracias ¿Acaso también eres paramédico o algo así?

Un buen punto de las crisis nerviosas es que la hacían volverse verborrágica, capaz de mantener una conversación por horas sin perder el aliento en el intento.

―No, ¿Por qué? ―Mina la miró con diversión.

No lograba quitarle los ojos de encima, y como si fuera poco cada atisbo de admiración por parte de la más baja le aumentaba la autoestima.

―Supiste que hacer para calmarme. ―sonrió apenada.

Nayeon sentía vergüenza de sus ataques, el hecho de que alguien más la vea así le parecía horroroso, la pobre se consideraba débil cuando sus crisis la superaban.

―Mi madre tenía ataques de pánico, ―tomó asiento a su lado, dejando de ventilar. ― Cuando tenía quince años la vi discutir con papá, de una manera muy fea, ―habló haciendo señas con su mano. ―Le dio un ataque y Junmyeon llamó a su psiquiatra, recuerdo que me quedé allí, paralizada viéndolo todo, así que memorice lo que había hecho el doctor Lee para tranquilizarla.

El cerebro de Nayeon hizo click, borrando cualquier rastro de caos por un momento. En un ademán pausado tocó la mano de Mina, entrelazando sus dedos con los suyos. De nuevo esa corriente mágica erizó sus pieles.

―Fuiste una chica muy valiente ―comentó perdida en sus ojos, Nayeon tuvo distracción, la dulce sensación de estar perdida en ellos.

―Se lo debo a mi hermano, él nunca me ocultó la realidad, y eso me hizo capaz de soportarla.

Murmuró mientras sacaba el celular de su bolsillo lateral. Marcó el número para checar el saldo del móvil, y sorpresa, tal como lo supuso no tenían señal.

―Me alegro de que te hayas hecho tan fuerte. ― respondió pendiente de sus acciones.

―No hay señal en el teléfono, solo queda presionar el botón de alerta y esperar.

Se levantó unos segundos, presionó el botón amarillo ámbar en el tablero y volvió a su sitio.

― ¿Qué hay de ti? ―Miró a la omega.

―Familia humilde, no había día en que no trabajáramos para tener algo que comer. ―Apoyó su cabeza en el hombro de la alfa ―Viví con mi abuela en una provincia pequeña, luego me mudé a BokGu a los doce años, mi madre no estaba muy contenta con mi nacimiento que digamos. ―rascó su nuca nerviosa. ―Tenemos una relación difícil, crecí trabajando para ayudar a mi familia, y a los diecisiete comencé a tener ataques de pánico.

Suspiró, su rostro fue acunado por la mano cálida de la alfa. Les era increíble conocerse tanto en tan poco tiempo. Cada nueva anécdota compartida era un nuevo motivo de fascinación para ellas. Más razones para encariñarse la una con la otra.

― ¿Crees en los predestinados?

Mina interrumpió el cálido silencio entre las dos.

―Puede ser, pero, en nuestro mundo actual es algo muy raro de ver. ―Por no admitir que ella siempre creyó que Momo era su predestinada.

―No tanto, quizás, tu y yo... lo he pensado un poco, la Diosa Luna tiene formas extrañas de hacer las cosas. ― Para Mina, creer en ello explicaría la necesidad de su loba por estar cerca de la loba ajena.

Im lo pensó con detenimiento, no tenía por qué negarse a esa idea. Aunque, le causaba dolor pensar que su mundo nunca fue lo que aparentaba. Alguna vez se convenció de que su esposa era la predestinada, después de que esta anudara en ella, a pesar de ello nunca la embarazó. Motivo que le llevó a pensar en la extraña infertilidad predestinada.

―Momo anudó dentro de mí, pero nunca me embarazó.

Comentó pensativa. Hace tiempo que no se detenía a meditar sobre ese asunto.

―Me pasó lo mismo con Chaeyoung, las pocas veces que logramos intimar. ―La alfa se notaba conmocionada por la coincidencia.

― ¿Tú crees que... Nosotras?

Ni siquiera la pobre omega podía salir de su asombro al contemplar esa posibilidad.

―No puedo decir nada más que "Wow", es tan loco. ―Nayeon suspiró.

―Mucho, pero no lo sabremos hasta que lo intentemos.

Habló dejándose llevar por la emoción en su loba interna.

―Alto, es una plática demasiado avanzada.

La omega comenzó a reír, seguida por la rubia que se cubría el rostro mientras carcajeaba.

―Perdón, me dejé llevar por el momento.

Sujetó su estómago mientras aún reía. La luz en el ascensor parpadeó, llamando la atención de ambas, una brusca sacudida y el elevador estaba funcionando de nuevo.

―Olvídalo, al menos saldremos de aquí.

Nayeon se incorporó. Dos pisos más tarde llegaron a su destino. Mina dejó que la omega bajara primero y la siguió. Al llegar hacia el pasillo correspondiente, una figura femenina las esperaba en la puerta de la habitación. No vestía un ambo, por lo que no era enfermera, tampoco una bata, así que no era doctora.

La omega deseó salir corriendo de allí en cuanto la reconoció, Mina notó su pavor y el modo nervioso en que tomó distancia de ella. La chica de melena azabache se encontraba mirando su celular, Myoui tomó la distracción y jaló a Nayeon, escondiendo sus cuerpos en el pasillo horizontal que cruzaba su camino.

― ¿Qué sucede? ―preguntó extrañada.

―La mujer que está en la puerta, su nombre es Haneul ―respiró profundo y continuó. ―La hermana mayor de Momo.

Mina abrió los ojos estupefacta con la noticia, a la vez sin poder comprender del todo el pavor de la omega.

― ¿Por qué te asusta tanto? ―susurró.

―Ella literalmente me odia, es una alfa déspota. No sabes las cosas que me hizo antes y después de haberme casado con su hermana.

Tembló al recordar lo mucho que batalló con la pelinegra.

―Tranquila, aquí no están solo ella y tú, estás rodeada por cuatro alfas que te cuidarán. ―acarició su mejilla.

― ¿Cuatro? ―pestañeó confundida.

―Si cuatro, ¿Acaso tengo cara de que voy a irme? No pienso dejarte sola, vine por ti y me quedo por ti.

Le guiñó un ojo sonriente. Nayeon respiró, eso le hacía sentirse un poco mejor. Juntó valor y esperó unos segundos, retomando el camino hacia la habitación.

Infidelidad [Adaptación Minayeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora