CAPITULO 5

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Era una hermosa mañana, zelda decidió tomar su desayuno en el patio delantero mientras las niñas se iban a la escuela, se despidió de faustus con un beso y se sentó tranquilamente a tomar su té de manzanilla y Canela.

Estaba en la última semana de su embarazo, tenía su bolso listo para salir en el momento de entrar en labor de parto.

Se relajó tanto que se quedó dormida recostada en la hamaca del patio cuando un sonido ensordecedor la despierta de golpe.

Que es eso??? Pensó sorprendida y algo sobresaltada.

Se acercó sigilosamente a la puerta de entrada y vio un camión cargadisimo de cosas y 2 hombres bajando muebles y demás hacia la casa contigua.

Mhh supongo que serán los nuevos vecinos... mientras volvía a su lugar.

De pronto escucha una voz sensual y familiar.

-pueden dejarlo al fondo a la derecha junto a la puerta por favor sres-

-ohh gracias si puedes subirlo-

-yo conozco esa voz- penso zelda mientras se acercaba a la parte de afuera de su casa - ¿¿lilith??-  dijo sorprendida.

-ohh zelda!!, como haz estado?- dejando  una de las cajas que tenía en la mano y acercándose a zelda para saludar.

-bien y tu? Así que seremos vecinas!- algo sorprendida y entusiasmada.

-sii siento no haberlo dicho, es que estaba tan entretenida nuestra conversación de la otra noche que realmente se me paso- disculpándose

-oh no te preocupes, si estuvo muy entretenida... quieres pasar a tomar algo? Estoy sola-

-sera un placer solo deja que les de unas indicaciones a los muchachos y vengo, esperame-

- dejare la puerta abierta así entras, mientras prepararé te- mientras entraba

°°°

POV LILITH:

Pareciera que con los rayos del sol su rostro se ilumina más, realmente es hermosa su cabello rojizo contrasta perfectamente con su piel blanca y sus labios de tono rosa... se me hizo difícil no pensar en ella estos días, creo que me gusta... desde la cena de la otra noche no puedo sacarla de mi cabeza, me gustaría que a ella le pasara lo mismo pero  está casada y espera un bebé, jamás tendré oportunidad al menos podemos ser amigas.

Entre lentamente a la casa blackwood esperando ver a zelda en el jardin delantero pero al no encontrarla decidí entrar y ahí la vi...
Apoyando sus manos en la mesada mientras esperaba que se caliente el agua para el té, es tan linda y el embarazo le sienta tan bien, sus mejillas están sonrojadas y eso la hace más tierna aún.

- lilith!!- llevándose una mano al corazón del susto

-lo...lo siento zelda yo vi la puerta abierta y entre, siento haberte asustado- algo avergonzada

-no lilith por favor, yo estaba concentrada en mis pensamientos  y no te escuché entrar, tu tranquila- mientras apagaba la cocina porque el agua ya tenía la temperatura exacta.

POV ZELDA:

Que hay en ella que me resulta tan atrapante? Porque no puedo dejar de mirarla, serán sus ojos azul cielo penetrantes? O sus labios carmesí..

Hace unas noches la tenía cenando en mi mesa y hoy resulta que es mi nueva vecina, definitivamente es una señal y debería escuchar a mis guías como decía mi tía morgana.

Note que también me mira cuando yo volteo, aunque piense que no lo noto se que lo hace... pero a diferencia de lo que pasa con  faustus que ella me mire no me molesta... en fin el tiempo dirá.

- necesitas ayuda??-

-si quieres puedes tomar las tazas de la alacena, si no es molestia, es que están altas y con mi panza me cuesta estirarme un poco- dijo entre risas

- ohh jaja por supuesto que no es molestia, dejame te ayudo- se inclinó sobre la alacena y tomo 2 tazas y apoyo sobre la mesa

-quieres salir afuera o tomamos adentro? - pregunto lilith

- adentro mejor, afuera esa quemando un poco el sol-

-bien, adentro entonces- asintiendo.

La conversación estaba entretenida, hablaban de la vez que Helenna se coló a un recital de guns n' roses y la vez que la llevaron detenida por escribir "viva el rock" fuera de una iglesia
Y zelda sintió que con ella podía abrirse y contarle cosas más personales... le hablo de Alfred, de sus padres y la crianza peculiar que su tía morgana le dio, también como llego a casarse con faustus y lo difícil que se le hacia criar a las hijas de el.

-woow zelda, en verdad eres una mujer muy fuerte, pasaste por tanto y aquí estás de pie y radiante como si no hubieses pasado por todo eso - mientras la tomaba de la mano

muchas gracias aunque me cuesta día a día enfrentar mi destino, todo lo que hago es por el bien de mi bebé, no quisiera que crezca sin un padre al lado que la guíe y acompañe, siento que no podría hacerlo sola- tocándose su panza.

- como que no? Eres la mujer más valiente que conozco, como crees que no podrás sola... mírame a mi? Mi esposo me engañó, por años discutimos porque yo quería hijos y el no estaba listo... resulto que embarazo a su secretaria y ahora me pide el divorcio para casarse con ella, si yo pude salir de ese trauma, hacer mis maletas e irme del país para empezar mi vida en otro tu podrás hacer lo necesario para ser feliz con tu bebé, sea o no con faustus y sus hijas- dijo sin soltarle la mano y viendo la sonrisa de zelda mientras la escuchaba atentamente.

-tienes razón, pero... aveces pienso en irme y luego me arrepiento, aparte de que faustus me buscara por cielo mar y tierra y no me dejara en paz-

-ya podrás salir de esto, lo juro, te apoyaré siempre- acariciando su mejilla.

Zelda sonrió y mientras tomó un sorbo  de su te tocaron el timbre, eran los chicos de la mudanza para avisar que ya habían terminado su trabajo, bajo les pago y se fueron, zelda  sintió un dolor punzante en su espalda baja que iba en aumento, se quedó sin aire del dolor y solo atinó a hacer señas a lilith que venía caminando por el pasillo entrando a la casa para continuar con la charla.
Cuando lilith ve a zelda con cara de preocupación corrió a la casa y su piel se erizo cuando escucho "lilith el bebé ya viene".

KISSES IN WARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora