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Jimin no lloró.

A pesar de todo no lo hizo. Siguió el enorme pasillo, sintiendo su corazón bombear con mucha rapidez.

Se repitió una y otra vez lo importante que era ese día. No lo podía echar a perder. Alzó la cabeza y miró al imponente alfa rey esperando en el altar.

¿No se supone que una boda es la más hermosa y mágica de las ocasiones? Pará Jimin no lo era, al menos no del todo. Solo tenía veinte años y lo estaba obligando a casarse. Pará muchos era la edad perfecta para contraer matrimonio, otros lo estaban mirando como un solterón. Un solterón que había conseguido la propuesta de matrimonio de un rey.

Aunque Jimin no pudo haberse negado. Era decisión del Consejo y de su padre. Jimin no entraba en la ecuación, aunque a pesar de todo lo sabía. Que algún día se casaría por conveniencia y tendría que engendrar niños. No esperaba que ese día fuera a llegar tan pronto.

Jeon Jungkook era un poderoso rey, temido por muchos debido a lo desgraciado y maldito que podía ser. Cuando por fin se instauró la paz, quedó un gran peso sobre todos. El poderoso príncipe sanguinario. Ese era Jungkook y ahora estaba comprometido con él.

Solo lo había visto una vez.

En la ceremonia de compromiso, donde rápidamente el rey le dio un vistazo a Jimin y pronto le colocó un anillo en su regordete dedo. Ahora estaban en ese momento. El momento donde por fin se casarían. Poco después de terminar la ceremonia de matrimonio vendrá la coronación. Jimin había obtenido el título de rey en su nación debido a un papel, ese día de su boda portaba una preciosa corona de esmeraldas que hacían juego con su traje gris, ese era su símbolo de rey. Su cabello negro era un contraste con la corona plateada con esmeraldas y sus ojos relucían como nunca.

En la ceremonia de coronación le regalaría a su esposo la corona del rey alfa. Una corona de plata con piedras negras. Hermosa y sencilla.

En la nación del rey Jeon, su símbolo de la realeza era un enorme collar que se ponía una parte en el cuello y la otra parte más pesada en los hombros, para poder cargar con los adornos. El rey Jeon portaba un traje gris a juego con el de Jimin, sin embargo, su collar de rey era negro con piezas de joyería de color gris para resaltar. A un lado esperaba el collar de Jimin. Era un precioso adorno de tonos plateados con esmeraldas, para que fuera a juego.

Jimin continuó con su recorrido hasta llegar junto a Jeon quien le tendió la mano. Jimin la tomó, sintiendo su mano demasiado sudada por los nervios mientras las de Jeon estaban frías. Lo ayudó a subir hasta el altar, debido a su tremenda capa que llevaba puesta con el traje.

Una vez frente al representante de la iglesia comenzó la ceremonia. La mano de Jeon se puso en el medio con la palma hacia arriba. Jimin colocó su manita sobre esta y el sacerdote se acercó hasta ellos. Diciendo frases y promesas mientras con cada promesa que decía, ellos iban diciendo: "acepto" e iban uniendo sus dedos hasta que estuvieron juntos. El sacerdote les pido su otra mano e hizo cortes largos para que saliera sangre. Ambos estiran su mano, primero Jimin hacia el cuenco blanco con agua donde varias gotas cayeron dentro de ella. Luego Jungkook hizo lo mismo, mirando como su sangre se mezclaba en el agua.

Jimin extendió su mano herida hacia Jeon y Jeon hizo lo mismo con su mano herida. Quedando de frente con las manos agarradas con firmeza. Jimin agachó su cabeza y Jeon depositó con algo de brusquedad un beso en su frente.

La sala se llenó de aplausos. Porque habían unido sus vidas para siempre. Se quedaron mirando a los ojos unos segundos antes de girarse a la multitud con unas sonrisas falsas en sus rostros.

Jimin vio a su viejo padre allí aplaudiendo, Taehyung, su mejor amigo también aplaudía, aunque con menos entusiasmo. El sacerdote se fue y todo volvió a quedar en silencio.

Era el momento de las coronaciones.

Jimin se giró, un sirviente traía la corona y la tomó con delicadeza entre sus manos para luego girarse. El rey Jeon estaba arrodillado.

― Jeon Jungkook, has sido elegido para portar la corona del alfa Rey. Una corona que representa el amor hacia el pueblo, una que muestra la sabiduría y la paz ― dijo Jimin en voz alta mientras colocaba la corona sobre la cabeza del rey ―. Enorgullece a tu nación. Bienvenido, majestad.

Jimin hizo una reverencia pequeña e igual lo hicieron los demás gritando al unísono "Bienvenido, majestad".

Jeon se levantó mostrando con suficiencia y engreismo la corona, luego se giró hacia el sirviente que traía el collar de Jimin.

Fue turno de Jimin caer de rodillas.

― Jeon Jimin ¿Aceptas ser el escudo del reino? ¿Tener la fuerza de voluntad? ¿Dar la vida por tu Patria? ― le preguntó el rey.

― Si, acepto ― gritó Jimin, con fuerza y seguridad. Le habían enseñado lo que tenía que hacer.

Jeon se agachó colocando el collar sobre los hombros de Jimin y amarrando las correas sobre su cuello.

― No nos decepciones ― dijo Jeon irguiéndose ―. Sé más fuerte, más valiente y no temas a nada, porque un verdadero rey no lo hace. Larga vida al rey.

Jimin se levantó con un coro de personas repitiendo "larga vida al rey".

Mi rey (KookMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora