Mi rey (KookMin)

29

― ¡Fuego!

Los cañones sonaron y las balas salieron disparadas hacia los barcos frente a ellos. Jimin había tenido la idea de poner dos pares de cañones al frente de sus barcos para poder tener todos sus lados protegidos. La tormenta no hacia sencillo la situación, pero estaban luchando contra los del ejército de Tumul.

         ― ¿Cómo sabían que atacaríamos por aquí? ― grito Taehyung moviendo el timón. Namjoon y Chanyeol no estaban. Solo eran Tae, Hoseok y Yoongi, todos estaban ahí. Taehyung controlaba el barco. Hoseok gritaba órdenes a la tripulación mientras que Yoongi usaba los banderines para dar indicaciones a otros barcos.

         ― ¡Es todo el ejército! ― exclamo Jimin, sosteniéndose de la baranda con ambas manos cuando el barco se sacudió.

         ― Se supone que estarían con Namjoon, no que iban a venir hacia nosotros con todo y no podemos ir a tierra ― le dijo Taehyung, señalando tierra firme donde un ejercito lo esperaba. Varios arqueros estaban ahí y lanzaban sus flechas y usaban sus cañones ―. Ese era el ejercito que debía estar esperando a Jungkook en el centro ¿Qué hacen aquí?

Jimin ahora comprendía porque durante los últimos siete meses habían tenido pequeñas batallas y avance a grandes pasos hacia el norte, mientras que el ejército del centro dirigido por Jungkook, se había quedado atascado en una ciudad debido a que tenían muchos rehenes y dos meses después se encontraron con muchas trampas que hizo que perdieran unos cuantos soltados, por lo que su avance había quedado atrás y Jimin había seguido conquistando ciudades por ciudades que estaban casi desoladas, solo unos cuantos guardias habían quedado.

Jungsik llego corriendo hasta ellos.

         ― Deberías ir bajo cubierta, Capitán ― le dijo a Jimin que negó con la cabeza ―. Nos estamos quedando sin balas.

         ― Nadie esta a salvo, no con esta emboscada ― dice Jimin, aferrándose a la baranda ―. Diles que usen todo lo que encuentren si se quedan sin balas. Que derritan el hierro o que lo arrojen así. No podemos dejar de disparar o nos hundirán.

Jungsik asintió antes de salir corriendo bajo cubierta.

Jimin tenia treinta y cinco barcos aun de pie, siete habían sido hundidos debido a la emboscada al querer descender en el puerto. El viento tampoco estaba a su favor los jalaba hacia su enemigo, tenían que acabar con los barcos que era más que obvio que les doblaban en número. Era cuestión de tiempo para que encontraran su barco y fueran atacarlos. Faltaban pocas horas para el amanecer, habían estado luchando toda la noche pese a la incansable lluvia, los relámpagos y algunas farolas eran su único refugio.

         ― No resistiremos, debemos retroceder ― decía Hoseok. Jimin negó con la cabeza.

         ― ¡Alto al fuego! ― le grito a su tripulación. La tripulación comenzó a copiar lo que dijo.

         ― ¿Capitán? ― pregunto Yoongi, indicándole la misma orden a los demás barcos que pararon de disparar.

Jimin sabia que lo que harían seria una locura, pero la única forma de escapar.

<<Amor mío>> se escucho la voz de Jungkook retumbar en su cabeza <<Avanzamos a todo lo que podemos, estamos a pocas horas>>.

Jimin soltó un sollozo porque sabía que de seguir así no aguantarían hasta el amanecer.

<<Perdóname, mi amor>> respondió Jimin <<No tenemos otra salida y es ganar o morir>>.

Jimin escucho la desesperación de Jungkook por el vínculo, pero no se permitió dejarse llevar por ello.

         ― Carguen cañones, todos ― dice Jimin ―. A mi señal dispararan solo los cañones del frente, seguido del estallido soltaran las velas y avanzaremos. Pasaremos entre ellos, van a disparar todo lo que tengan. Nuestra ventaja es el viento, a este paso terminaremos masacrados, pero si logramos atravesarlos tomaremos ventaja y nos alejaremos. Es la única opción. Tarde o temprano terminaremos atrapados por ellos.

La tripulación que había escuchado asintió y Hoseok comenzó a dar órdenes, mientras que Yoongi explicaba las ordenes, esperaron hasta que todas las ordenes se trasmitieron. La lluvia ceso, siendo apenas unas cuantas gotas. Los enemigos se acercaban lentamente, ya no disparaban sus cañones.

Jimin sabia que era la calma antes de la tormenta. Se sentó en el banco que había colocado para él y fijado junto al timón. Se acaricio el vientre hinchado, su bebito estaba inquiero y trato de calmarlo dándole suaves masajes sobre su pancita.

         ― ¡Prepárense! ― grito Jimin antes de mirar a Taehyung para que diera las ordenes por él.

         ― Fuego ― grito Taehyung cuando sintió un gran viento chocar con el barco. Todos los tripulantes gritaron y se escucharon a las demás naves gritar las ordenes. Los cañones retumbaron ― ¡Las velas!

La tripulación desplego sus tres velas que al momento capturaron el viento. La nave se sacudió con fuerza hacia el frente. Jimin se aferro a la baranda. Hoseok estaba a su lado y lo sostuvo para cargar con él todo el peso de su bebe. Las naves de Jimin avanzaron a gran velocidad ayudado por algunos muchachos en los remos en la parte baja del barco.

Vieron el alboroto de las naves enemigas al momento de verlos acercarse. Yoongi saco su espada y se acerco a Jimin e igual Hoseok y Jungsik se acercaron con sus espadas listas. Jisoo y Zico aparecieron con sus armas rodeándolo, ambos habían aprendido durante el trayecto a manejar las armas y a moverse, ahora eran parte de la tripulación.

         ― ¡FUEGO! ― grito con fuerza Jimin cuando pasaban por el costado de las naves enemigas. Taehyung se encargaba de dirigir el barco a través de las tres naves. Los cañones sonaron y el crujir de la madera se escuchó. Jimin escucho las órdenes del otro capitán cuando ellos les devolvieron el fuego.

         ― ¡Sigan disparando! ― grito Taehyung, maniobrando. Los cañones del Lie volvieron a rugir al ser disparados, varios tripulantes enemigos subieron a bordo. Jimin tenia su espada lista y atacaba siendo rodeado por sus amigos, aunque todos se repartían entre cuidar de Jimin y Tae quien seguía luchando con el timón.

Lanzaron varios ganchos para detener al barco, pero fueron cortadas las sogas con rapidez. Por fin los atravesaron y lograron cruzar al otro lado, Jimin miro se asomo por la baranda viendo como los barcos enemigos daban vuelta lentamente.

         ― ¡Cañones traseros! ― grito la orden ― ¡Fuego!

El lie volvió a rugir por las explosiones de los cañones. Jimin ordeno otra carga y otra. Las embarcaciones enemigas no tuvieron oportunidad.