Mi rey (KookMin)

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― Vamos a tomar ventaja con esto.

Jungkook asiente mirando a su mejor amigo. Todos estaban reunidos con la pareja en el camarote del barco Lie.

Jimin estaba amamantando a Sunghoon mientras que Jungwon descansa en sus piernas. Jungkook está meciendo a Heeseung en sus brazos para dormirlo.

         ― Esta tarea solo se las puedo pedir a ustedes ― dice Jimin ―. Serán cambiados al barco de alado, irán junto al mío, pero si hay lucha quedaran atrás. Confió plenamente en Jisoo, Zico, Chanyeol, Baek y Hoseok.

Jungkook se sentó en la esquina de su escritorio sin dejar de mecer a su bebe, habían comido bien y dormido toda la noche. Sin embargo, no podían detenerse.

         ― Pocos sabrán que nuestros bebes nacieron y están a salvo. Nosotros andaremos con ropas negras todo el tiempo, no diremos nada a los demás, pero quiero que creen rumores sobre la muerte de nuestro bebe. La reunión con la otra nación se hará pronto. Queremos hacerlos creer que solo somos nosotros dos o sino su blanco serán nuestros hijos ― les explica Jungkook a sus amigos.

Todos comprendían la estrategia. Yoongi le entrego la carta a Namjoon que leyó en voz alta para todos:

         ― Yo, Chan Riuk, con el poder conferido a mí por el emperador de Tumul y supremo comandante del ejército de conquista, les ofrezco a los reyes usurpadores que tengamos una reunión para hablar sobre el armisticio y poder llegar a un acuerdo donde todos podamos seguir conviviendo en paz y nadie tenga que sufrir las consecuencias de la guerra ― les lee Nammjon y lo demás son las indicaciones para su encuentro que podrían tener.

Jungkook se quedo pensando y Jimin también, ambos conectando ideas por medio del lazo.

         ― Nos reuniremos con Riuk ― afirmo Jimin ―. Debemos mostrarnos débiles y vencidos.

Jungkook asintió.

         ― Los diez mil soldados que presumía tener Riuk, ahora a mermado con los últimos ataques que hicieron. A lo mucho debe quedarle unos dos mil soldados y contando su gran flota naval ― les dice Jungkook ―. Los refuerzos pueden tardar en llegar.

         ― Nosotros interceptaremos al ejercito naval que viene de Tumul y los detendremos. Su majestad Jimin, deberá enfrentarse a Riuk y bordear toda la península para llegar a la capital ― les dice Namjoon, decidido.

Jimin asintió meciendo a su bebe.

         ― Tendremos que acabar rápido a Riuk para ir con ustedes y apoyarlos en hundir los barcos de Tumul ― concuerda Jimin.

Jungkook sabia el gran trabajo que seria para su omega en el mar, pero confiaba en su capacidad para navegar y guiar.

         ― El ejercito en tierra conquistara ciudad por ciudad hasta llegar a la capital. No les daremos un respiro a esos usurpadores ― dice Jungkook, enderezándose ―. Iremos a la reunión para dejar en claro que la guerra no acaba hasta que ellos se retiren de nuestras tierras.    

Lo que resto del día se dedicaron a planear la reunión y como dividirían al ejército. Namjoon partiría al amanecer. Jungkook y Jimin irían a medio día a encontrarse con Riuk en una pequeña ciudad, era medio día de camino a caballo, llevarían pocos hombres. Al amanecer del día siguiente se separarían y cada uno tomaría su lugar al frente de sus ejércitos.

Cuando todos se fueron y por fin quedaron solo los reyes con sus bebes que habían quedado dormidos en la cama en el camarote, ambos pudieron darse un gran abrazo.

         ― Pronto seremos una familia y podremos olvidarnos de toda esta jodida situación ― comenta Jimin, sonriéndole a su alfa.

Jungkook que sostiene de la cintura a su omega, le planta un suave beso en los labios.

         ― Estoy algo reacio a dejarlos, pero tengo confianza que cuidaran bien de ellos y su padre omega no estará lejos ― comenta Jungkook, dándole suaves besos a su esposo.

         ― Sera un corto tiempo. Acabaremos con ellos y podremos regresar a nuestro hogar con nuestros cachorros.

Jungkook carga a su omega dándole vueltas por los aires.

         ― Eres lo mejor que me ha pasado ― le explica Jungkook ―. Me has dado tanto y no me alcanzara esta vida para devolverte todo lo que me has obsequiado.

Los ojos de Jimin brillaron por la confesión de su alfa, lo amaba con todo su corazón y sabia que no resistiría mucho si le arrebataban a ese increíble hombre.

         ― Regresa conmigo. Vivo y eso arreglara todo ― le pide Jimin, acariciándole la mejilla al alfa ―. Ellos necesitan aprender de sus dos padres.

Jungkook asintió.

         ― Prometo hacer todo lo posible por regresar con ustedes ― le contesta Jungkook dándole suaves besos a su omega.

Para Jimin eso era más que suficiente. Ambos tenían una motivación en común y Riuk aprendería que no es un juego bonito a donde se metió. Porque el omega y el alfa estaban furiosos por que fue directo contra sus hijos. Eso no era algo que un padre no perdonaría.