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― Es una trampa.

Jimin soltó una risita.

         ― Eso es completamente obvio, amor mío, pero dos podemos jugar ese juego y no caeremos ― dice Jimin, divertido ―. Conoces tu papel y yo el mío. Ellos caerán como los pequeños cervatillos que son.

Jungkook no lo admitiría en voz alta, pero adora escuchar a su omega hablar de forma tan decidida y segura.

         ― No me gusta que vengas conmigo ― dice Jungkook, sintiéndose nervioso por tener a su omega en una situación tan delicada ―. Eres mi mayor debilidad.

Jimin miro a su alfa que se encontraba tenso. Era obvio que ninguno de los dos quería tener que pasar por una situación difícil donde podrían perder al otro, pero no había otra manera. Era su deber de ambos estar ahí, por lo que cumplirían con su deber.

         ― Juntos ― le dice Jimin sonriéndole ―. Recuerda que ambos somos el escudo del reino.

Jungkook se estiro recogiendo una flor que estaba en el camino y se la tendió a su esposo.

         ― Juntos somos más fuertes ― le asegura Jungkook pasándole la flor de un tono amarillo.

Jimin recibió la flor con una sonrisa radiante, mirando al hombre que era su compañero de vida. El destino le había entregado un gran compañero de alma y no importaba si solo era ese corto tiempo que estarían juntos o tendrían muchos años más, pero ambos lo harían juntos.

Muy pronto llegaron a donde seria la reunión, acordaron verse a medio día en un claro al norte de donde se encontraban a las afueras de un pequeño pueblo. Lo primero que vieron fue a un pequeño grupo de hombres a caballo. Todos con armadura brillante y grandes espadas. Todos llevaban su yelmo de tono dorado a excepción del hombre en el centro que solo porta una armadura completa dorada sin yelmo. Se ve grande e imponente.

Jungkook y Jimin se detienen a pocos metros junto con su escolta. Ambos desmontan. Los del otro grupo también desmontan, pero el único que se acerca es el hombre de completa armadura dorada. Por otro lado, Jungkook y Jimin se toman de la mano y ambos caminan juntos para encontrar al hombre a mitad del claro.

Riuk mostraba su poder con su sonrisa socarrona. Por su lado, Jungkook y Jimin optaron por ostentar sus coronas negras y collares con cuarzos negro, infundados cada uno en sus trajes negros militares.

Se detuvieron a una distancia donde podían hablar sin gritarse.

         ― Mis más sinceras condolencias ― dice Riuk, sin sentir nada en realidad. Su cabello esta cortado casi al ras y tiene una mandíbula cuadrada que le da un toque más aterrador ―. Creí que su omega estaría en reposo por la perdida.

         ― Mataste a mi bebe ― le espeta Jimin gruñendo y mostrando los dientes. El alfa le pone una mano en su hombro ―. Me las pagaras.

         ― Majestad, esto es una guerra. Al querer usurpar nuestro territorio sabía dónde se metía y fue muy desconsiderado de su parte venir a tan inminente peligro embarazado. Si de alguien es la culpa es de usted al querer estar expuesto. Además, no fui yo quien mato a su bebe. Fue alguno de mis soldados y por eso me disculpo ― le dice Riuk haciendo una inclinación ―. Somos personas buenas que defendemos nuestro territorio, no queríamos lastimar a un indefenso omega embarazado. Es de cobardes hacerlo.

         ― Eres un hipócrita ― espeta Jimin con un gruñido ―. Solo hemos venido a dejarte en claro que no nos retiraremos. Estos territorios han pertenecido al reino de mi esposo por años, no cederemos tan fácil.

Jimin se giro caminando hacia su caballo. Jungkook y Riuk se quedaron frente a frente.

         ― Ahora los alfas hablaremos. Por fin los berrinches de los omegas no se escuchan ― le comenta Riuk sonriéndole. Jungkook le sonríe de vuelta a Riuk ― ¿Quiere tratar los puntos de la rendición?

Jungkook niega con la cabeza, mostrándose divertido y siniestro al sonreir.

         ― Lo vere en el campo de batalla, cobarde, mataste a mi primogénito y no permitiré que te vayas impune ― le contesta con seguridad Jungkook antes de soltar un feroz rugido desde su garganta ―. Tu sentencia por conquistar, usurpar mis tierras, atacar a inocentes y matar a mi pueblo es la muerte, esta condena la cumplirás pronto.

Riuk soltó una carcajada.

         ― Tercos y obstinados son ambos. Por lo que acabaran muertos los dos, primero será tu omega y después serás tu ― le dice Riuk, divertido ―. No podrán con todo el poder que caerá sobre ustedes. Somos mucho más fuertes, numerosos y poderosos, no descansare hasta ver como sus dos reinos caen ante mi poder.

         ― Pueden ser fuertes, numerosos y poderosos, pero eso no hará una diferencia cuando los masacremos. Son solo habladurías, mi esposo le demostró lo que es enfrentarse a un ejercito de verdad. Huyeron como cobardes ― indica Jungkook, antes de girarse sobre sus pies y caminar a su caballo. Es consciente de la flecha que pasa zumbando junto a su cabeza. No se inmuta y monta su caballo, viendo a su esposo más allá con su arco en mano y apuntando en su dirección. Había interceptado la flecha que iba contra él.

Riuk suelta una carcajada antes de girarse y caminar hacia su escolta, uno de ellos había sido el encargado de disparar contra el rey alfa. Jungkook llego junto a Jimin y sus demás guardias. No dieron una ultima mirada atrás, simplemente cabalgaron de regreso a donde esperaba su ejército.

Mi rey (KookMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora