Marcado//Traducción. Dramione

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Capítulo 34: La súplica

Hermione supo que estaban allí en el momento en que llegaron a la puerta. Las salas de Nott Manor eran particularmente sensibles, por un lado, y por otro, conocía a sus mejores amigos.

Puede que ya no la conozcan, pero ella ciertamente los conocía.

"¿Qué pasa?" Draco preguntó en voz baja, viendo cómo cambiaba su rostro mientras levantaba la vista de sus notas. Ella había estado rastreando los rumores de los últimos movimientos de Voldemort, una diversión bastante consumida que ahora empleaba para ocupar la mayor parte de su tiempo libre.

En vano, por supuesto, lo que solo la estaba desquiciando un poco.

Se mordió el labio. "Harry y Ron están aquí", dijo tentativamente, sufriendo de una ola de temor inconmensurable donde estaba bastante segura de que debería haber sentido alivio.

"Bien", Draco respiró, llegando a pararse a su lado. "Me he estado preguntando cómo están".

Ella se movió inquieta ante eso. Parecía que entre los dos, sus respectivas reacciones viscerales eran algo contradictorias.

"Los he estado vigilando", insistió rígidamente, pero él le lanzó una mirada de escepticismo no disminuido.

"Revisar los artículos del Daily Prophet en busca de noticias sobre Harry no cuenta como vigilarlos", dijo suavemente. "Lo sabes".

Ella frunció el ceño.

"No sé lo que esperas que haga", respondió con amargura, sufriendo de un temblor de remordimiento particularmente doloroso. "Después de todo lo que hice..."

"No espero que hagas nada", interrumpió rápidamente. Demasiado rápido.

"Es tu elección", agregó, con expresión neutral.

Hicieron una pausa y ella se inquietó.

"¿Pero?", preguntó ella, mirándolo fijamente, recorriendo su rostro en busca de lo que no estaba diciendo. "Claramente tienes algo de entrada".

Se encogió de hombros inocentemente. "Nada de importancia", dijo confusamente. "Además. Están aquí ahora".

Se estaba rasgando el labio inferior con los dientes. "Me pregunto por qué".

Draco se encogió de hombros de nuevo. "¿Importa?", Preguntó, levantando una ceja cuidadosamente arqueada.

"¡Por supuesto que importa!", exclamó, poniéndose de pie y comenzando a caminar por la habitación. "No he tenido noticias de ellos en más de un mes, no tengo idea de lo que están pensando".

Sus ojos grises estaban muy abiertos e incrédulos mientras la seguían por la habitación. "¿Y?"

"¡Entonces!" Ella pisoteó su pie para enfatizar. "¡Entonces, significa que no sé cómo van a reaccionar ante mí!"

Allí. Ella lo había dicho.

Draco frunció los labios indignado, que no era la reacción que estaba buscando.

"Hermione", comenzó, abriendo la boca para discutir.

"No lo hagas", advirtió, reanudando su ritmo. "Simplemente, no creo que pueda verlos, ya sabes, no sin saberlo".

Ella se alejó.

"¿Sabes qué?", Preguntó, sus ojos aún aburridos en ella desde donde observó su movimiento frenético. "¿Si te perdonan?"

Sí.

El solo pensamiento picó.

"No hay forma de que me perdonen", logró con voz ronca, comenzando a masticar la cutícula de su pulgar. "No hay manera".