Marcado//Traducción. Dramione

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Capítulo 12: La reconciliación

"No estoy contento con esto", dijo Draco rotundamente, inclinándose torpemente en su intento de mantener su distancia de Potter mientras permanecía oculto bajo la capa de invisibilidad.

"Vergüenza, de verdad", dijo Potter, sin inmutarse. "Realmente soy una delicia".

Draco resopló suavemente, siendo tirado a su izquierda cuando su compañero dobló la esquina inesperadamente. "Cuidado, Potter", murmuró en voz baja. "Estás empezando a sonar como yo".

Miró rápidamente la expresión ligeramente vidriosa de Potter, preguntándose una vez más, quizás por cuarta o quinta vez en el último minuto, a dónde lo llevaba el mago de Felix Felicis. Desde que salió del séptimo piso, Potter aparentemente no había hecho nada más que serpentear por el castillo, cambiando abruptamente de dirección y tomando un camino irracionalmente largo por las escaleras en constante cambio.

"Está bien, esto se está volviendo ridículo", Draco finalmente pronunció irritado. "Tienes que decirme a dónde vamos".

Potter no le ahorró una segunda mirada. "Silencio, ya casi estamos allí..."

"No me digas que me calle, Potter, de verdad..."

Potter se detuvo abruptamente, empujando su brazo hacia un lado y golpeándolo directamente en el abdomen de Draco.

"Joder, qué - "

"Detente por un segundo", dijo Potter, sus oídos entrenados en algo que Draco no podía identificar. "¿Escuchas eso?"

Draco contuvo la respiración, escuchando. "No", dijo finalmente, después de un momento de silencio total e ininterrumpido. "¿Qué eres?"

"Ah, sé cuál es el problema", declaró Potter, arrancando la capa por encima de sus hombros.

Draco se estremeció cuando el aire frío lo golpeó. "¿Qué estás haciendo?", Preguntó enojado, su voz resonando en el pasillo. "Se supone que estoy jodidamente muerto, Potter, este no es exactamente el momento de dar un paseo casual..."

"Tengo un presentimiento", dijo Potter con una sonrisa perezosa. Sus ojos vidriosos se deslizaron para descansar sobre los de Draco, todo su semblante felizmente despreocupado por los temores muy razonables de su pálido compañero. "Confía en mí, Malfoy. O al menos, confía en Félix".

"¡No confío en ninguno de los dos, y ciertamente no en los dos combinados!" Draco estalló, azotando para enfrentarlo mientras blandía la diadema en su mano derecha. "Esto es una locura - "

Potter se agachó mientras Draco agitaba descuidadamente sus brazos. "Cuidado con eso, Malfoy, o me quitarás la cabeza ..."

"Si quiero matarte con esta diadema, así que ayúdame, Potter, ¡lo haré!" Draco le informó en voz alta, balanceándolo para enfatizar.

"¿De dónde sacaste eso?"

Draco se volvió ante el sonido del áspero susurro detrás de él. "¿Quién está ahí?"

"¡La Dama Gris!" Potter brotó, aplaudiendo cuando vio la figura plateada de un fantasma femenino muy alto y muy elegante. "Excelente. Realmente, realmente excelente". Se inclinó profundamente, su salvaje cabello negro cayendo en sus ojos. "Es un placer conocerte. Soy Harry Potter, este es Draco Malfoy - "

Draco lo rodeó, maldiciendo a través de los dientes apretados. "Qué coño - "

"¿Qué estás haciendo con eso?", Preguntó furiosamente, deslizándose rápidamente a su lado y casi sorprendiendo a Draco de su ingenio. "¿Qué le has hecho?"

"¿Qué te importa?" Draco preguntó a la defensiva, acercándolo a su pecho. De cerca, el fantasma era bastante hermoso y muy familiar, tanto porque le recordaba un poco a su madre, tenía una mirada altiva y orgullosa, del tipo que provenía de toda una vida de cultivo cuidadoso y meticuloso, como porque la había visto antes, aunque nunca habían interactuado.