Día 8

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Día de compras

30 minutos.

30 minutos en la cual estaba parado enfrente de una gran fila de personas delante suya y detrás, aquellos 30 minutos eran los más largos de toda su vida.

—Maldita sea, ¡no pueden avanzar más rápido! —cerró los ojos al escuchar por décima vez las quejas del azul, literalmente por él estaban acá esperando, y todavía se quejaba.

—¡Pues hubieras llegado antes! —un tipo de adelante le contestó, Sonic gruñó  al escucharlo, podría pelear pero mejor se evitaba meterse en problemas y que lo sacaran de la fila.

—Ese desgraciado, quién se cree —murmuró entre dientes, estar parado 30 minutos y con el sol a todo dar lo hacía enojar.

—Llevamos media hora acá, no soportaré ningún minuto más aquí parado junto con todos estos inútiles —las personas delante de ellos se voltearon al escuchar la ofensa de Shadow.

—Shadow, guarda silencio, harás que nos saquen de acá —Sonic llevo una mano en la boca del azabache haciendo que recibiera un manotazo por parte de este.

—Mejor usa tu fama de héroe para que entremos de una vez —mencionó el ónix girando su cuerpo hacia adelante para evitar al erizo azul.

«Que gran idea» pensó Sonic mientras una sonrisa aparecía en su rostro, ¿cómo no se le había ocurrido antes?

—Que genio eres, Shad.

—Lo sé, me lo dicen mucho —habló con halago en su voz, miró hacia el erizo y alzó una ceja al ver su rostro victorioso, sabía que algo tramaba.

—Aguarda aquí, vendré en un momento —salió de aquella fila y fue directo a la entrada, varias personas lo seguían con la mirada, primero con curiosidad y después con sorpresa.

¡Era Sonic!

¿Cómo no lo habían visto? Varios comenzaron a saludarlo y a gritar de emoción, él era la razón de por la cual estaban esperando casi media hora.

—Si, yo igual los quiero —sonrió tan fingidamente que al voltear su mirada de inmediato borro su sonrisa—. Hey, hola —saludo al guardia de seguridad que estaba en la entrada, este lo miró y sonrió al darse cuenta de quién era.

—Buen día señor Sonic, ¿algo se le ofrece? — que amigable, quizás podría sacarle provecho a ello.

—Sí, en realidad sí, vine con Shadow ya sabe aquel erizo "antihéroe" —río pues esa palabra le daba risa—. ¿Podemos entrar? —preguntó señalando hacia las puertas corredizas que estaban cerradas.

— Mhm, tendría que hablar con el gerente, ahora vuelvo —el erizo asintió, giro con los talones su cuerpo hacia atrás para mirar a su acompañante.

Shadow lo miraba desde lejos, tenía los pulgares alzados, eso significaba algo bueno, el héroe le dio una sonrisa y volvió a mirar hacia adelante, pudo notar como el de seguridad hablaba con aquel elefante antropomorfo, muy probablemente era el gerente; le sonrió y lo saludó con la mano al ver que lo miraban, el gerente le sonrió y asintió viendo hacia el guardia de seguridad.

¡Bingo! Lo había logrado.

El guardia se acercó hasta él.

—Bien, el gerente me dijo que puede pasar, usted es la estrella después de todo.

—¡Genial, gracias hermano! —casi bailaba de la emoción, miró nuevamente hacia Shadow para llamarlo con su mano para que este viniera.

Shadow suspiró mientras salía de la fila y caminaba hasta la entrada donde se encontraba el erizo. Unos gritos y saludos se escucharon en aquella fila, rodó los ojos al darse cuenta que eran dirigidos para él.

30 DÍAS [Sonadow/Shadonic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora