—Aome, ¿qué haces? Vamos a llegar tarde al colegio.
—¡Espérame un momento, voy por mis libros!
—Está bien.
T/n y Aome eran mejores amigas desde que tenían memoria. Ahora ambas tenían dieciocho años y estaban en su último año de colegio. T/n siempre pasaba a recoger a Aome al templo donde ella vivía para ir juntas al colegio. Lo que más le gustaba de la casa de Aome era un árbol, conocido como el árbol sagrado del templo. Todos los días se quedaba esperando a Aome debajo del árbol, apoyada contra su fuerte y grueso tronco.
Mientras t/n esperaba a Aome, vio que Souta, el hermano menor de Aome, se quedaba quieto en la entrada del santuario con un plato de comida en la mano, destinado a Buyo, el gato de la familia. Souta, con su expresión preocupada y su postura encorvada, parecía estar lidiando con un problema que no sabía cómo resolver.
—¿Qué pasa, Souta?
—Oh, hola t/n. No pasa nada, es que...
—¿Es que...?
—Buyo volvió a esconderse en el pozo, pero me da miedo bajar... ¡ah! ¡¿Escuchaste?! ¡Hay algo ahí abajo!
Souta se escondió detrás de t/n, temblando un poco, lo que le pareció tierno y gracioso a t/n, al fin y al cabo, era solo un niño.
—Está bien, está bien, yo traeré a Buyo.
—¿En serio? Gracias, t/n.
T/n bajó hasta estar frente al pozo. La oscuridad del pozo parecía devorar la luz del día, creando un ambiente inquietante. Intentó buscar con la mirada al gato, pero no podía ver casi nada porque estaba oscuro. Intentó llamarlo, pero Buyo seguía sin salir. Un sonido del pozo, parecido a un golpe, la sorprendió y soltó un pequeño grito, asustando más a Souta. El causante del ruido fue Buyo, que salió de la oscuridad y se frotó tiernamente contra las piernas de t/n, ronroneando.
—¿Buyo?
—¡Qué susto! ¿Estás bien, t/n?
—Sí, Souta, enseguida subo.
T/n agarró a Buyo en sus brazos y dio media vuelta para salir, pero...
—¿Qué es eso? —Souta vio que las tablas que cubrían el pozo comenzaban a temblar y, de repente, se rompieron, liberando una extraña luz.
T/n solo sintió como algo la agarraba por detrás y la jalaba con gran fuerza. Logró soltar a Buyo antes de que cayera junto con ella.
—¡T/n! —Souta solo pudo ver cómo t/n era arrastrada hasta el fondo del pozo.
T/n volteó la mirada y vio que quien la había jalado era una extraña mujer con cabello largo y varios brazos que salían de su tórax y cintura. No tenía pupilas en sus ojos, no llevaba ropa y la mitad de su cuerpo era como la de un ciempiés. El rostro de la mujer era grotesco, con una sonrisa retorcida que mostraba unos dientes afilados.
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Inuyasha y Tú [Amor a través del tiempo]
RomanceHistoria con capítulos largos. ¿Cómo es que tu mundo puede cambiar en un solo día? T/n vivía en una época moderna, pero un día es arrastrada al interior de un pozo, llevándola a un mundo donde lo sobrenatural es real y donde conoce a Inuyasha, un se...