27.Coraje y compasión

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Mientras tanto, Inuyasha descubrió el nido de la verdadera criatura responsable de los ataques y se dio cuenta de que la criatura tenía crías, lo que la hacía aún más peligrosa

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Mientras tanto, Inuyasha descubrió el nido de la verdadera criatura responsable de los ataques y se dio cuenta de que la criatura tenía crías, lo que la hacía aún más peligrosa. Preocupado por la seguridad de t/n, Inuyasha regresó rápidamente para protegerla.

En el momento en que el monstruo verdadero intentó atacar a los aldeanos y a t/n en la casa de Jinenji, t/n decidió actuar. Tomó su arco y flechas y, con determinación, disparó una flecha hacia el monstruo. La flecha impactó al monstruo, pero no fue suficiente para detenerlo. Enfurecido, el monstruo golpeó a t/n con su cola, lanzándola varios metros hasta que ella chocó con la pequeña cabaña de donde vivía Jinenji y destruyendo una parte de ella. T/n cayó al suelo con un grito de dolor.

—¡T/n! —gritó Jinenji, preocupado.

La albina, al ver que el monstruo se dirigía a ella con velocidad, quiso levantarse, pero al momento de poner presión sobre su pierna sintió una punzada dolorosa, impidiéndole levantarse.

—Mi tobillo... —susurró t/n entre dientes.

El monstruo, viendo a t/n indefensa, se acercó con intención de matarla. T/n intentó con todas sus fuerzas levantarse, pero eso solo hacía que se lastimara más su tobillo.

En medio del pánico y la desesperación, t/n instintivamente comenzó a concentrar su energía en su mano derecha. El deseo de encontrar una manera de defenderse era tan fuerte que comenzó a sentir una sensación fría y fresca recorriendo su brazo. Una ráfaga de aire helado envolvió su mano y, casi sin pensarlo, t/n lanzó una lanza de hielo directamente hacia el monstruo.

La lanza de hielo se estrelló contra el costado del monstruo, haciéndolo retroceder momentáneamente. Aunque la lanza no logró herirlo lo suficiente como para detenerlo por completo, sí le causó una molestia visible. El monstruo rugió de furia y volvió su atención hacia t/n, más enfurecido que antes.

T/n, respirando agitadamente, trató de calmar su mente y encontrar otra manera de defenderse. El miedo la paralizaba, pero no estaba dispuesta a rendirse. El monstruo se acercaba cada vez más, sus ojos llenos de intención asesina.

Cuando creía que caería en las manos de aquel monstruo, Jinenji apareció delante de ella. Con un rugido de determinación, se lanzó contra el monstruo con una fuerza y valentía sorprendentes. Jinenji, utilizando toda su corpulencia y poder, detuvo al monstruo, golpeándolo con su puño y atravesando su boca logrando salvar t/n. Aunque su ataque no fue suficiente para derrotar al monstruo por completo, sí logró mantenerlo a raya.

En ese momento, Inuyasha llegó corriendo, alarmado por el caos que había estallado. Al ver a t/n y Jinenji luchando contra el monstruo, comprendió rápidamente la gravedad de la situación. Los aldeanos también estaban siendo atacados por las crías del monstruo, y era evidente que necesitaban ayuda urgente.

—¡Inuyasha! Ayuda a Jinenji —gritó t/n, luchando contra el dolor.

—¡No interfieras! —gritó la madre de Jinenji—. Él debe luchar solo.

Inuyasha y Tú [Amor a través del tiempo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora