28.Inuyasha y Kikyo quedan atrapados

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Kikyo estaba siendo escoltada por varios soldados hacia el palacio de un joven noble llamado Kagewaki

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Kikyo estaba siendo escoltada por varios soldados hacia el palacio de un joven noble llamado Kagewaki. El joven había nacido con una condición muy débil y sus sirvientes temían que su estado empeorara, por lo que necesitaba atención inmediata. A medida que el grupo se acercaba al palacio, el ambiente se volvía cada vez más tenso; una sensación de malestar envolvía el lugar como un manto oscuro.

Al llegar al palacio, Kikyo inmediatamente percibió una fuerte energía maligna infestando todo el entorno. Cada paso que daba hacia el cuarto de Kagewaki hacía que la energía se volviera más pesada, casi asfixiante. Un anciano sirviente la dejó pasar al interior mientras él se quedaba afuera de la habitación, cerrando la puerta con cuidado tras ella.

El cuarto estaba sumido en penumbras, las velas apenas ofrecían suficiente luz para revelar la figura de un joven noble recostado en una lujosa cama. Al ver a la sacerdotisa, el joven mostró una expresión de sorpresa que rápidamente se transformó en reconocimiento. Sus ojos se entrecerraron y una sonrisa maligna se dibujó en sus labios.

"Cómo podría olvidarla", pensó Naraku, oculto bajo la apariencia de Kagewaki. "Esa mujer es la misma sacerdotisa que cayó en mi trampa hace 50 años junto con aquel maldito semi-demonio".

Kikyo, aún sin percatarse de la verdadera identidad del joven frente a ella, avanzó con cautela hacia la cama. La poca iluminación del cuarto no le permitió ver el cambio en la expresión de Naraku, quien ahora la miraba con una mezcla de malicia y satisfacción.

Mientras Kikyo se acercaba, Naraku se sumergió en sus pensamientos. A pesar de su aparente calma, su mente estaba ocupada por otro asunto que le perturbaba profundamente: t/n, la mujer demonio que había perturbado sus pensamientos últimamente. Su fuerza y determinación eran tan diferentes de cualquier otra mujer que él había conocido, y esto lo desconcertaba y enfurecía a partes iguales.

Cada vez que pensaba en t/n, sentía una mezcla de ira y fascinación. No era solo su belleza lo que le atraía, sino su espíritu indomable. La idea de que alguien tan formidable estuviera fuera de su control era insoportable para él.

Abrió los ojos, observando a Kikyo mientras ella comenzaba a preparar un talismán purificador. La energía maligna en el cuarto se intensificó, y Naraku sintió una punzada de preocupación. "No puedo permitir que me descubra aún", pensó. Decidió que debía mantener a Kikyo con vida por ahora.

El pensamiento de Naraku se dividía entre mantener a Kikyo bajo su control y eliminar a t/n, una mujer que había logrado lo imposible: ocupar la mente de un ser tan oscuro y calculador como él. Cada encuentro con t/n había despertado en él una obsesión peligrosa y absorbente.

"No importa cuánto tiempo tome", se prometió a sí mismo, "t/n será eliminada. Su fuerza será sometida, su espíritu apagado. Pero primero, debo asegurarme de que Kikyo no se convierta en un obstáculo".

Con una sonrisa maligna aún dibujada en sus labios, Naraku esperaba el momento perfecto para actuar. Él sentía que ya conocía a t/n, pero ¿cómo se puede sentir conocer a alguien cuando nunca antes la habías visto?

Inuyasha y Tú [Amor a través del tiempo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora