Perfecta razón

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CAPÍTULO 14

El autosabotaje es el fruto de las mentiras y secretos.

Bronwen

Mantener en tu vida cosas ocultas o, como en este caso, personas tras el telón, es una trampa olvidada. Tarde o temprano estamos cayendo sobre ella. Una piedra en nuestro camino. Un bache que desvia por completo la trayectoria de nuestro destino marcado.

—¿Bronwen?

El pasado siempre va a perseguirnos, aunque intentemos huir, y la única manera de acabar con él y todos sus mal presagios es enfrentarlo. Derrotar esos errores que cometimos, que vienen a atormentar y amenazar nuestra nueva vía es una tarea pendiente que todos tenemos.

—Tanto tiempo, nena.

—No dejes que tu ingenio te lleve a situaciones dolorosas —el tono arisco de Jade es como un alfiler que acaba de desinflar la burbuja de perplejidad en la que me encontraba.

—¿Qué haces aquí? —logro formular. No tengo la menor idea de cuanto llevan atacándose, o si lo han hecho. Las voces se hacían lejanas al pasar los segundos. Como si mi mundo se hubiese detenido, enfocándose solamente en la delgada línea de peligro en la que se encuentra lo que hemos ido construyendo con Jade.

—Eh venido a verte ¿no es lógico? —una estúpida sonrisa de arrogancia deja sus labios.

Vamos Jade, pártele la cara. Hazle un favor al mundo.

Si logra sacarme de mis casillas yo te daré ese gusto.

—¿Qué es lo que quieres, Robert? —rechino mis dientes. No sabía cuanto lo detestaba hasta que lo eh vuelto a ver. Me aborrece a una magnitud que quiero golpearlo solo porque existe en mí misma realidad.

Sus ojos pasan de mi, a la mano que tengo entrelazada con la de Jade. Enarca una ceja y su sonrisa se expande.

—Necesito hablar contigo.

—Tengo en baja estima tus necesidades.

—¡Voy a quitar esa estúpida sonrisa de tu rostro, musaraña! —exclama Riley en tanto sale del elevador. Joshua viene atrás de ella no muy contento.

Había olvidado que los chicos estaban en resección tomando el puesto del Sr. Bertrand. Hemos quedado en que los miércoles yo no formaría parte del trato original. Nos organizamos nuevamente y hay tres días en los que cada uno elegirá su descanso.

Es decir, los miércoles son los días libres para mi y cubrirán solo Riley y Joshua. Luego está el día en que Riley eligió y estaríamos Joshua y yo. Y por último la elección de Joshua en la que Riley y yo estaríamos trabajando. Esperando así un resultado menos agotador para los tres en cuanto seguimos cumpliendo con ayudar al Sr, Bertrand. Por otro lado, lo hicimos porque los miércoles son las noches de películas con JJ.

—Esto será divertido —frota sus manos antes de extenderlas hacia Riley —. También te extrañe, oxigenada...

El golpe seco hizo eco en el pasillo. Riley estampo su mano contra la mejilla de Robert. Jade no reprime la sonrisa de satisfacción al igual que Joshua. Yo por otro lado me quedo pasmado en mi lugar, procesando lo que acaba de suceder.

Sabía que algo especial tenía esta demente para que sea nuestra amiga.

Riley sacude su mano.

—No sabes cuanto tiempo espere este momento —susurra con asco.

—¿Qué carajos? —se queja Robert, sobando su mejilla —. Creí que éramos amigos.