24🍁 (primera parte)

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CAPÍTULO 24

Feliz navidad; y feliz verdad.

Bronwen.

Ruido quebrantado. Silencio incomodo.

Muerdo lo más fuerte posible mi labio inferior para contener las ganas de lanzarme en sus brazos. De ser consolada por él ¡Maldición! Como deseo no haberlo conocido. Todo fuera más fácil, mas llevadero. Ahora mismo no tendría el corazón hecho pedazos.

—¿Qué haces aquí? —pregunta una furiosa Riley detrás de mí.

Mis ojos al borde de las lágrimas en ningún momento dejan los tristes ojos grises de Jade. Trago grueso y la piel se me eriza a la espera de su respuesta.

Cualquiera que fuera la razón de su presencia, una parte de mi anhela ser yo esa razón. Que viene en busca de darnos una oportunidad, que está dispuesto a luchar por nosotros, sin embargo, lo que sale de su boca mata toda ilusión y me siento estúpida.

—Eh venido a buscar a Steven —dice tomando una postura fría.

Que tonta fui al creer que volvió por mí, si mi madre tampoco lo hizo.

—Él no vive aquí —vuelve a atacar Riley —. Así que búscalo en otro lado —y con eso le cierra la puerta en la cara —. Idiota.

No sé si agradecerle por eso o sentirme mal por él. Es cierto que rompió mi corazón, pero no creo que se merezca ese trato.

—Créeme que hasta más —contesta mis pensamientos que fueron dichos en voz alta —. ¿Cómo se atreve a venir como si nada luego de esa estúpida ruptura y semanas desaparecido? y lo peor de todo es que ni siquiera viene a preguntar como estas, si has comido o a pedirte perdón por haber sido un cretino contigo.

—Creo que eso hubiese sido aún peor —aclaro dejándome caer en el sillón mientras la veo sacar las tazas del gabinete con violencia —. ¿Qué mal te han hecho mis tazas de Edwar Cullen y Jacob?

—Lo siento —dice dejando las tazas en la isla para tomar su bolso —. Voy por azúcar —avisa antes de salir.

Me quedo desconcertada por su reacción tan hostil y me pregunto ¿Por qué le afecta tanto el regreso de Jade Turner? Y mientras mi mente hace conjeturas mis ojos deciden cerrarse poco a poco y me dejo llevar por el cansancio.

JADE.

La necesidad de dar media vuelta y volver a tocar su puerta y decirle toda la maldita verdad que nos separa me esta matando. Volverla a tener frente a mí y ver su hermoso rostro ha sido un recordatorio de que debo de tener paciencia hasta que todo esto acabe.

Tomo un poco de reserva del refrigerador hasta la última gota. Tocan la puerta de mi apartamento y no me molesto en ocultar la bolsa al pensar que se trata de Steven. La abro y de inmediato recibo una cachetada de parte de una rubia que entra hecha una mecha.

—¿Qué demonios pasa contigo? —vocifera con evidente rabia.

Pongo mis ojos en blanco y cierro la puerta. Me llevo una mano a mi mejilla y la sobo un poco. No puedo negar que tiene buen brazo.

—Eres siempre bienvenida.

—Deja de estar jugando y ¡contesta mi maldita pregunta! —sus ojos van de mi a lo que sostengo en mi mano y comienza a reírse sin gracia —. Eres un grandísimo egoísta ¿Cómo puedes hacerle esto?

—Eh venido a despedirme —logro decir antes de que vuelva a insultarme.

Niega repetidas veces.

—Lo estás haciendo más difícil para ella.

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