Entre Nosotros (+18)

Donovan

Conoceremos que piensa este hombre que no ha sido descrito y creo que tampoco lo tengo aquí, gracias a todos por leerme y que tengan una linda noche.

Feliz Lectura ❤️

Tenerla cerca es un maldito martirio.

El maldito sabor de sus labios lo cargo conmigo desde que estábamos en el puto ascensor, de verdad quería hacerla mía en esa caja metálica y escuchar sus dulces sonidos de placer… el placer que yo estaba provocando en ella.

La mirada salvaje y deseosa que me dió, los besos que dejaron de ser tiernos y fueron llenos de deseo… como odie a mi hermano en ese maldito momento porque fue lo que interrumpió nuestra burbuja y ella se subió lo que yo había logrado bajar.

Joder.

No había tenido que recurrir a la masturbación desde hace mucho y esa maldita noche tuve que hacerlo debajo del chorro de agua al bañarme.

Y que quiera irse… no, ni de broma la dejo renunciarme, y no porque no pueda encontrar otra en menos de cinco si no que no será ella a la que vea todas las mañanas, no será ella la que me contesté furiosa porque algo no le parece. Simplemente no será ella.

Joder.

No entiendo porque mierda me causa tantos sentimientos encontrados, aunque me hago una idea.

Tanto tiempo juntos, esas noches escuchándola hablar de su vida, la forma en la que sus gustos quedan al descubierto como el café con espuma y un poco de canela, las margaritas con licor que la relajan bastante, se toma una o dos en los hoteles a los que vamos y no dudo que no haya a seguirlo haciendo.

Carajo y cuando se pone esos vestidos pegados hace que me duela el pene por las erecciones que tengo que soportar en la oficina mientras ella está afuera sin tener la menor idea de lo que ha provocado en mi cuerpo y cuando me contesta y revela lo único que quiero es sentarla en mi escritorio y hacerla gemir.

Y lo de hoy… escucharla que me dejaría casi me da algo mientras escuchaba atrás de su puerta. Iba a pedirle algo para que pudiéramos arreglar las cosas y oír que me dejaría fue lo que no pude soportar viendo una vida sin ella.

Ni de chiste la dejaré irse de mi lado, pero sé que no puedo retenerla, no al menos sin pelear para que lo haga…

¡Pero soy un idiota con ella!

En vez de demostrarle que me joden sus besos de una manera intensa y completamente inapropiada, le digo que no pasará de nuevo y termino besándola una vez más porque me cansa no sentir sus suaves labios contra los míos siguiendo el ritmo desesperado que ambos nos mostramos.

—¿Qué hay para cenar?—escucho su voz mientras dejo el último trozo de pasta sobre la cama de carne y queso.

—Dale 10 minutos y estará listo—se acerca para mirar lo que tengo en la bandeja y abre los ojos con sorpresa al ver lo que llevó preparando en la última media hora.

—¿Cocinas?

Llevo mis ojos a ella para mirarla con verdadera confusión, no sé sí habla en serio o si está jugándome una broma porque ha ido a mi departamento tantas veces que ya perdí la cuenta de todas ellas, pero en cada visita procuró tener comida preparada porque sé que ella irá a casa y quiero recibirla con algo caliente y recién hecho, por eso me sorprende que no haya descubierto los platos sucios o cosas que deseché mientras preparaba la cena.

Por eso cuando veo que de verdad no es broma suelto el aire en un bufido.

—¿De dónde creías que la sacaba?—se sonroja antes de bajar la mirada a la comida que tomo en mis manos antes de llevarla al horno—. No puedo creer que estuvieras yendo a mi casa, devoraras mi comida y ni siquiera te dignarás en ver las cosas que dejaba en mi basura.