Entre Nosotros (+18)

Donovan

Me encanta la mente de este hombre, porque es dulce e idiota a la vez, por favor dejen comentarios que son motivadores ❤️

Feliz Lectura

Adoptar.

Hijo.

Esposa.

Hogar.

Familia.

Casa más grande.

Palabras que en mi vida imagine que fueran a ser un problema o una realidad en lo que a mi vida respectaba, siempre pensé que sería una versión de señora con gatos pero en masculino y con al menos seis perros de compañía, nunca imaginé que mi vida daría una vuelta de 180 grados al conocer a Rachel.

La mujer que me hizo desear cero el seguir cogiendo con la primera mujer que quisiera algo casual en un bar, jamás me había cuestionado la realidad de la vida que llevaba hasta antes de conocerla, en mi etapa de universidad jamás se me ocurrió que yo tendría la empresa del abuelo y que no podría despedir a su secretaria porque el abuelo le tuvo cariño a la chica que trabajaba para él y que años después me termine cogiendo y casando.

No, yo era de la idea de que si me casaba sería porque estaba ebrio, pero no, me casé porque Rachel se coló muy adentro de mi ser y sin que pudiera evitar más el no hacerla mía me metí cómo animal esa noche llena de alcohol. Poco a poco he ido recordando fragmentos de esa noche, sus gemidos contra la almohada al estarme metiendo desde atrás apretando sus curvas causando las marcas que aparecieron en la mañana.

Las mordidas que no recordaba haberle hecho, Rachel disfrutó de mi puta atención toda la noche y a pesar de que no quería que fuera así la primera vez que cogieramos… lo fue y lo disfrutamos, tanto que se nos olvidó el condón y ahora me hará padre.

Y adoptar… mierda, nunca me había hecho la idea de que me encariñaría de una niña y que la estaría esperando con entusiasmo, mucho menos que yo personalmente iría por una tienda a buscar cama, juguetes, muebles y ropa, dejando que Rachel ni sospechará de lo que planeaba y ser yo el que pintará su habitación de color rosa pastel, ver el cuarto gris claro pasar a ser rosa con un papel tapiz de princesas en tiras horizontales que separa el rosa más fuerte del suave.

Por eso la cara de Rachel era de esperarse cuando lo vio, joder, ahora parezco un niño esperando que la trabajadora social venga con Alice que debe sentirse algo extraña de no haber pasado por una entrevista primero, joder, no es su maldito pase a la universidad para que le hagan eso a una niña de cuatro años que se entristece al no pasar a esta etapa.

Rachel cocinó en la mañana pastelitos de arándanos con nuez de chocolate y les puso un betún con cuatro colores, rosa, azul y morado… van tres que me como sin recibir un regaño, sólo una advertencia de que son para Alice y no para mí.

—Oye, sólo tenemos que enseñarle a la trabajadora el lugar—giro mi cuerpo a mi esposa que saca la segunda ronda de pastelitos—, demostrar que podemos cuidar de Alice económicamente hasta su mayoría de edad y ayudar con su universidad.

—Eso no ayuda, Rach.

—Le voy a mandar un mensaje a mi padre y le diré todo—advierte para que me calme—. Verás que lo tienes a primera hora aquí el día de mañana.

Queriendo y no, le sonrió antes de escuchar que tocan la puerta y mis nervios aumentan, pero Rachel me pasa de largo con la ropa para andar en casa llena de harina. La sigo viendo que es sólo la comida china que encargamos hace unos cuantos minutos, es de dos calles abajo, está buena y a Rachel le gustó lo suficiente para pedir una vez a la semana, paga y se mete con una sonrisa porque debió pedir ese espantoso pollo que sabe demasiado dulce para mi gusto, el mismo que le he pedido que ya no pida pero parece que le sigo a la pared.