21

1.8K 139 5
                                    

CAPÍTULO VEINTIUNO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO VEINTIUNO

— ¿Qué les puedo ofrecer? —El mozo nos miró expectante, sosteniendo una libreta pequeña y un bolígrafo para poder anotar nuestras órdenes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Qué les puedo ofrecer? —El mozo nos miró expectante, sosteniendo una libreta pequeña y un bolígrafo para poder anotar nuestras órdenes.

—Yo quiero risotto de pollo. —Cami le ofreció una sonrisa amable y después me miró a mí para que yo le dijera qué quería comer.

—Un risotto de camarones, por favor.

— ¿Y para beber?

— ¿Un vino rosado? —Le pregunté a mi amiga para asegurarme antes de ordenar. Cami asintió y yo hice lo mismo mirando al mozo—. Un vino rosado, gracias.

El muchacho volvió a anotar y se retiró, prometiendo que no tardaría en traernos la comida. Me acomodé en la silla y apoyé los brazos sobre la mesa acercándome un poco a más a Camila. Estábamos sentadas en el interior de un restaurante parisino, aprovechando los pocos días que me quedaban en la ciudad para hacer planes juntas.

Neymar y Leo se habían quedado en la casa del argentino, preparándose para el entrenamiento de la tarde. Los niños almorzarían con ellos y luego se quedarían con Jimena hasta que Cami regresara a su hogar.

Era increíble lo rápido que estaba pasando el tiempo. Ya llevaba dos días quedándome en lo de Junior, me había adaptado bastante bien a su rutina, aunque todavía me sentía un poco incómoda al ser tantas personas viviendo juntas. Sus amigos tenían su propio espacio, pero la mayoría se instalaba en la sala gran parte del día, quedándose en el sofá o en la mesa donde jugaban póker.

Por mi parte, yo intentaba salir siempre que Junior no estaba en casa. Si bien conocía a Jota y Gil desde antes, no me sentía del todo cómoda quedándome a solas con ellos y los demás amigos del jugador, así que aprovechaba cada vez que el negro salía para irme yo también.

—No puedo creer que ya te estés por ir otra vez —Cami me miró con lástima—. ¿No te podés quedar un poco más?

—Re quiero amiga, pero no puedo —El mozo se acercó a nosotros, dejó una copa de vidrio frente a cada una y abrió la botella de vino para servirnos la bebida—. Muchas gracias —Le sonreí y esperé a que se retirara para seguir hablando—. Tengo algunas campañas y comerciales para hacer allá, espero terminarlas rápido para volver.

𝗔𝗻𝗼𝘁𝗵𝗲𝗿 𝗻𝗼𝘄 | 𝗡𝗲𝘆𝗺𝗮𝗿 𝗝𝗿 |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora