CAPITULO 13

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Hanae salió del restaurante quedándose junto a una pequeña mesa con dos sillas, desde ese lugar se podía ver a un hombre de tal vez unos cuarenta y pico de años acercándose. Cuando el estuvo lo suficientemente cerca, ella lo saludo.

- Buenas Tardes señor Wang. - dijo en una reverencia.

- Buenas tardes querida, como estas? -

- Muy bien señor, a que debemos su grata presencia? -

- Nada especial, solo vine a pasar el tiempo con mi niña preferida - Le sonrió el hombre.

- Quiere pasar a dentro o prefiere quedarse aquí afuera? - La chica ignoro el anterior comentario.

- Creo que prefiero quedarme afuera, el atardecer esta muy bello, no lo crees? -

- Si claro...- Ella sonrió levemente controlando las ganas de mandar al carajo al viejo. -(Cálmate, solo debes seguirle la corriente hasta que se valla y luego puedes seguir con tu trabajo) (Wrongil este no es el momento, ya se que debo hacer, tu cálmate. ) Desea lo mismo de siempre? -

- Si por favor. - contesto el hombre mientras tomaba asiento.  Hanae vio a través de la ventana como Wen los miraba atentamente, la pelinegra hizo seña con sus manos dándole a entender que llevará dos te para ellos, ella asintió y fue directo a la cocina.

Dos horas habían pasado y ellos seguían hablando, por momentos el le tiraba piropos y elogió a la joven mientras ella solo agradecía, sonreía o solo lo ignoraba conteniendo las ganas de irse y seguir con su trabajo, dependiendo de lo que dijera.

- Oigan, ya a pasado mucho tiempo, no? - pregunto Tyson con la boca llena.

- Si, dos horas y tu sigues comiendo. - contesto el castaño de lentes.

- Yo lo decía por ellos. - apuntó con la cabeza hacia afuera en dirección a la mesa donde se encontraba la pelinegra con el señor.

- No es la primera vez - Wen había aparecido frente a ellos sin hacer ruido con una bandeja en las manos llevando una Jara con agua haciéndolos voltear la cabeza del susto.

- En que momento llegaste? -

- Lo siento, pero como decía, el señor Wang siempre viene a molestarla y si no es a ella es a cualquiera de nosotras - dijo lo último apuntando a sus compañeras.

- A ti también? - Pregunto Lee.

- Si, solo una vez, después de eso no quiso volver a y acercarse a mi ni a mi hermana. -

- Por que? - Esta vez pregunto Mariah.

- Lo amenace con cortarle los huevos. - Todos en aquella mesa (a excepción del bicolor) miraron a la joven asustados y asombrados sin saber que contestar.
- Desde ese entonces el no se acerca ni a mi ni a mi hermana, lamentablemente no puedo hacer lo mismo por Hanae, ella sabe lo que hace. -

- Y por qué estas tan segura de eso? - pregunto Rey.

- Nadie sabe que fue lo que le paso antes de llegar aquí y convertirse en la hija adoptiva del jefe, pero sea lo que sea, parece que eso la llevo a ser una maestra de la actuación y manipulación sin mencionar lo buena que es con las apuestas. - Todos voltearon a ver por la ventana cuando vieron al hombre levantarse de su asiento y acercarse a Hanae, Wen se preparaba para correr a la cocina a buscar al Señor Cheng.

- Por favor acompáñame. - 

- Lo siento señor Wang pero no puedo dejar mi puesto de trabajo, el Señor Cheng no lo permite.-

- No te preocupes, yo ya hable con el por teléfono antes de venir.-

- (Miente)(Lo se, pero yo nunca dejo una interpretación por la mitad y lo sabes, le seguiré la corriente y si intenta hacer algo lo detendré.) No lo se... Déjeme hablo un momento con el.-

- Ya hable yo con el, no te preocupes.- El hombre extendió su mano hacia ella.

- Bueno...- Ella no pudo decir más, el señor la tomo por la muñeca y comenzó a caminar hacia la zona pastosa de la montaña. El restaurante era el comienzo de la pequeña ciudad que se había  echo bajando la montaña. El hombre la llevaba al lado contrario, iban a subir por la montaña. Hanae volteo a ver el restaurante notando las miradas de los equipos y de su compañera haciéndole unas señas a esta otra con su mano libre diciendo que estaría bien. Wen sabia que su amiga sabría como defenderse de aquel hombre pero no pudo evitar sentir miedo de que algo le pasara asique sin dudarlo se fue rápidamente a la cocina a llamar al padre de la chica, al llegar se dio cuenta que este había salido a comprar sal.

-¡¿Cómo que salió a comprar sal?! ¡Esto es una emergencia! -

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Mientras tanto...

-Buenas Tardes doña, que bien que se ve hoy también, sigue igual de joven que hace veinte años. -

- Ay Cheng, ya vas a empezar, no molestes y dime que te falta esta vez. -

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- Señor Wang, a donde me lleva? - 

- Aquí esta bien. - Repentinamente el hombre se detuvo  en medio de alguna plantación.

- ¿Qué hacemos aquí?-

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Y aquí estamos otra vez!!Kenji!

𝘠 𝘚𝘢𝘺𝘶𝘳𝘪 𝘵𝘳𝘢𝘭𝘭𝘦𝘯𝘥𝘰𝘭𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘢𝘤𝘵𝘶𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯, 𝘱𝘰𝘳 𝘤𝘪𝘦𝘳𝘵𝘰, 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘻 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘪𝘰 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘶𝘯𝘰𝘴 𝘥𝘪́𝘢𝘴.

Pero bueno, otra vez hice un capitulo corto pero esta vez lo hice así a propósito.

𝘏𝘪𝘤𝘪𝘮𝘰𝘴...

Si eso, nomas para subir más capítulos seguido. Ay hermanita no me mires así 🥺.

𝘕𝘰𝘮𝘢𝘴 𝘮𝘦 𝘵𝘰𝘮𝘰 𝘶𝘯 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯̃𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘢𝘯𝘴𝘰 𝘺 𝘺𝘢 𝘴𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦 𝘢𝘥𝘶𝘦𝘯̃𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘮𝘱𝘦𝘻𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘰𝘴, ¿𝘘𝘶𝘦 𝘷𝘰𝘺 𝘢 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘨𝘰?... ¬_¬

La nieta del Sr. DickensonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora