Si Pudiera Prestarte Mis Ojos (Unicorn Wars)

problemas escolares

Andrés estaba harto, por alguna razón la escuela lo estaba cansando más que de costumbre, usualmente el solo se la pasaba siguiendo a su hermano mayor de clase en clase, acompañado de los otros dos tipos que no dejaban de seguirlos, pero, ahora había un problema, un tercer tipo había comenzado a seguirlos también.

- bien, basta. ¿Tu que quieres?¿Porque nos sigues?- se giró sobre sus talones para encarar al muchacho rubio, recordaba que su nombre comenzaba con "C" pero solamente eso, el muchacho alto se detuvo a mirar al peliazul - bueno, es que también estudio aquí, voy a mis clases - explicó, Andrés seguía sin poder recordar su nombre empezaba con ¿Ca?... ¿Cu?... ¿Ce?... ¿Co? ¿Coco? Al menos ya le había inventado apodo - ¿Y caminas justo detrás de nosotros por qué...?- preguntó, cruzándose de brazos.

Pedro silenciosamente se paró al lado de el, Carlos no era digno de hablar con Andrés, no podía creer que alguien se atreviera a contradecir al chico más perfecto y apuesto de la escuela.

- por qué ustedes caminan justo enfrente de mi- explicó Carlos intentando no sonreír, le hacía gracia lo fácil que era hacer enojar al peliazul.
Un grupo de personas se había formado alrededor de los cinco chicos, cosa que no se tomaron bien Gregorio y Armando usualmente cuando las multitudes se formaban y ellos eran el centro una pelea estaba asegurada - si quieren pelear háganlo con nosotros lejos, nadie aguanta sus peleas maritales - comentó el peliverde en tono de burla, ganándose un dedo medio de Andrés y una risita de Gregorio.

Al parecer el comentario de burla fue todo lo que se necesitaba para distraer a Andrés quien giró para seguir con su camino hacia la siguiente clase mientras era seguido por Pedro, dejando a varias personas decepcionadas y a otras aliviadas pues la pelea se había cancelado.
- no creo que debas hacerlo enojar tanto, mi hermano es muy volátil- comentó Gregorio, preocupado por quién al parecer era el nuevo integrante del grupo - es que no puedo evitarlo, es divertido hacerlo enojar - respondió Carlos entre risas, sin apartar la mirada del peliazul quien ya se había alejado bastante, tanto que ya estaba en en la puerta del salón, listo para entrar a la siguiente clase.