movimiento

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Una semana más en ese lugar, Andrés se estaba volviendo loco había incluso considerado la idea de saltar por una ventana dos días antes, obviamente fue detenido por Pompom, que usó el abracadabra de "teniente" para alejarlo de la ventana, de ahí en más, recuerda todo completamente borroso.

Ahora mismo Andrés estaba siendo dirigido hacia un área nueva del culto, "es importante" fue lo único que le dijieron.
El área se veía como una capilla normal, incluso el padre estaba preparándose para la misa, asumió que estaban en la entrada o cerca de ella, justo cuando iba a echarse a correr Pompom habló - espere aquí, Teniente - Andrés no tuvo otra opción más que obedecer, se quedó quieto, rígido y con una mirada de pocos amigos debajo de la máscara.

- traigan al unicornio - ordenó el rubio, ¿Unicornio? Andrés penso que esa gente estaba loca, completamente loca.
Dos hombres entraron por la puerta cargando una niña de no más de diez años de piel morena y con un cabello increíblemente obscuro que, francamente se veía muy mal, estaba forcejeando con toda la energía que tenía.

- Teniente, el ritual está preparado, solo falta que lleguen los feligreses - el padre habló, pasando por un lado de la niña a la que miró con desprecio.
El peliazul miró a la puerta, estaba asustado, por el, por la niña, por la gente del oscuro pasillo de la otra vez.

Pasaron unos minutos y no había nadie en el templo, esto le daba tiempo a Andrés para pensar, Que hacer, aunque fuera una marioneta algún error podía cometer, Pedro se acercó a Andrés sujetando su mano restante y recargándose levemente en su hombro.

Pasaron unos minutos y no había nadie en el templo, esto le daba tiempo a Andrés para pensar, Que hacer, aunque fuera una marioneta algún error podía cometer, Pedro se acercó a Andrés sujetando su mano restante y recargándose levemente en su hombro

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-Padre, se están tardando mucho ¿Cree que todo esté bien? - preguntó el rubio de pecas, el padre negó con la cabeza y caminó hacia la gran puerta del templo que abrió de par en par.

- Caballeros, ¿Que se les ofrece?-
El padre fue detenido por un hombre y esposado, el hombre de cabello morado estaba tan sorprendido que no pudo hacer nada más que obedecer y subir a una de las patrullas que se encontraban ya listas para el transporte de los integrantes del culto.

Andrés se sorprendió al ver a su hermano mayor, sus amigos, sus padres junto con las autoridades fuera de las puertas del templo.
-¡Andrés!- Gregorio se abrió paso entre la gente, buscando a su hermano menor siendo seguido por Carlos y Armando, -¡¿DÓNDE ESTÁ MI HERMANO?!- Pedro se colocó entre el peliazul y los demás, de manera protectora - ¡Fuera del templo! ¡No tienen derecho a estar aquí!-

Carlos fué el primero de todos en reaccionar, golpeando a Pedro en el estómago tan fuerte que Andrés pudo escuchar algo crujir, con el impacto del bolsillo del rubio recién golpeado salió algo azul, parecía ser un muñeco hecho de hilos bastante finos, con una máscara hecha de tela y un trajecito de igual material.

Andrés aprovechó para recoger el muñequito y guardarlo en uno de sus bolsillos.
- ¡Teniente, ayúdeme! ¡Debe matarlos con la daga! - Andrés solo se quedó quieto por unos segundos, y se movió unos pasos para atrás, probando que tanto podía desobedecer la orden.

Si Pudiera Prestarte Mis Ojos (Unicorn Wars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora