consecuencias

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Andrés observó como su mejor amigo de años fue escoltado hacia una de las patrullas junto con el resto de los cultistas, por fin era libre aun así su corazón no terminaba de estar en paz, se había acostumbrado a su vida dentro de aquel edificio, al padre, a los cultistas y sobre todo a Pedro.

Cuando la conmoción se había terminado, todo el mundo regresó a casa, Andrés, aun en uniforme y mascara, se sentía vacío, como si el propósito de su vida hubiera sido arrebatado de repente.

- Gregorio… ¿y que tal si era cierto? – preguntó Andrés, una vez ambos chicos estuvieron solos en la privacidad de su habitación, Gregorio volteo a ver a su hermano con gesto sorprendido, este solo le miro de vuelta – ¿a que te refieres?- respondió Gregorio, prestando atención al peliazul, incluso había dejado de lado lo que estaba haciendo para mirar fijamente a su hermano menor, - ¿Qué tal si ellos tenían razón?- continuó Andrés, aun no se quitaba la máscara, su expresión era aún más difícil de descifrar que de costumbre.

- Ellos no tenían razón, deja de pensar en eso- respondió Gregorio en un tono irritado, su hermano se había estado comportando aún más raro que antes. Andrés bajó la mirada, y después de unos segundos habló – lo siento, sé que estabas asustado, no debí preguntar eso- le dio la espalda a su hermano, se retiró la mascara y se recostó en su cama, sin mirarle.

Andrés ya no podía mirar a nadie sin esa mascara, no desde que vio la cara de horror de sus amigos, su hermano, de todo el que tenía la mala fortuna de observarlo sin ella, todos menos Pedro.

Andrés ya no podía mirar a nadie sin esa mascara, no desde que vio la cara de horror de sus amigos, su hermano, de todo el que tenía la mala fortuna de observarlo sin ella, todos menos Pedro

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A la mañana siguiente todo volvió a la normalidad, parecía que el único fuera de lugar, de hecho era Andrés quien jamás había notado lo solitario que era.

Carlos se le acercó en el descanso, abrazándolo por los hombros – nunca te había visto tan callado, pero no sé si es una mejora- Andrés giró la cabeza para mirarle con su único ojo, como siembre, la máscara era un obstáculo para leer las expresiones del peliazul, - estoy bien- respondió el muchacho, volviendo a mirar al frente, - ¿no tienes otro lugar donde estar? Parece que hay alguien esperándote- Andrés señaló con la mirada a una chica rubia de ojos violetas que parecía estar pegada a Carlos últimamente, Carlos se tensó al ver que el chico la había notado.
- escucha, Andrés – sin dejarlo terminar, Andrés se zafó del abrazo en sus hombros, - no necesitas explicar nada, no soy un caso de caridad para que te sientas mejor siendo mi amigo-

El rubio se quedó estático al escuchar aquellas palabras, en cambio, Andrés se giró y se dirigió a la salida de la institución, podría mentir y decir que le había dolido el muñón o algo parecido si le preguntaban.

Mientras caminaba en dirección a su casa, un grupo de gente le detuvo, se le hacían conocidos de algún lugar, pero no lograba recordar de dónde. Un hombre con unas horribles cicatrices en el rostro se le acercó - hola de nuevo, Andrés, ¿nos recuerdas? – Andrés negó con la cabeza, los hombres comenzaban a rodearlo.

Si Pudiera Prestarte Mis Ojos (Unicorn Wars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora