La herida

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Las 3:15 p.m ahora la cual me desperté, han pasado días desde que tuve la pelea con Jyushimatsu, pero ya está todo solucionado, desde la pelea me estoy despertando muy tarde cosa que no me agrada para nada pero que se le va hacer, estos días cuando me despertaba mis hermanos no estaban en casa por lo yo me quedaba a esperarlos, supongo que hoy será un dia cómo esos.
Primero fui al baño a asearme y después estaba bajando para comer algo que seguro me dejó Choromatsu, aunque no estoy comiendo toda la comida que deja, a veces cómo muy poco o otras se lo doy a perros que pasan por la casa. Al estar al final de las escaleras escuché un ruido en la sala, me asusté mucho ya que se supone que mis hermanos no estaban, pero me di cuenta que eran ellos ya que escuche la inconfundible voz de Jyushimatsu, así que decidí entrar.
-Ichimatsu nii-san-dijo Jyushimatsu haciendo que todos volteen a verme.
-Buenos días-dijieron al unison todos mi hermanos.
-Buenos días-respondi-¿que hacen aquí?.
-¿A que te refieres? brother, si está es nuestra casa.
-Ya lo sé cacamatsu, me refiero a que hacen a esta hora en la casa.
-Bueno nuestras actividades son más tardes a si que decidimos quedarnos un rato más-comento Choromatsu restándole importancia.
-Oh, okey.
-Ichimachan hay algo de comer en la heladera, ve y caliéntalo.
-Si quieres yo lo hago nii-san.
-Bueno Jyushimatsu, gracias.
-Ya vuelvo.
-Saben, hace algunos días que no veo a mamá o a papá-decía ya que no lo es visto para nada a ninguno de los dos.
-No lo sabes Ichimatsu nii-san, ellos se fueron a un viaje espiritual-dijo Totty.
-¿Que? no sabía
-Me doy cuenta jaja.-con eso finalizamos nuestra conversación.
A los pocos minutos Jyushimatsu volvió con mi comida, la cual no pensaba comer ya que estos días tenías mucha náuseas cuando comía.
-Brother ¿no tienes hambre?-me pregunto ya que me vio jugando con los alimentos.
-Tienes que comer Ichimatsu-me dijo Choromatsu que también me vio.
-Es que no tengo hambre.
-Pero nii-san no va a crecer si no come.
-Ya crecí todo lo que tenía que crecer Jyushimatsu.
-Vamos Ichimatsu nii-san, estoy esperando que termines de comer para por irme.
-Vete si quieres Totty.
-Ichimatsu-dijo Osomatsu con voz muy seria, que hizo temblar a todos-no te moverás de la mesa hasta que termines ese plato.
-Pero Osomatsu...
-No me hagas volver a repetirlo-sinceramente no quería comer pero menos quería hacer enojar a mi hermano, el da mucho miedo cuando quiere.
Al cabo de algunos minutos termine mi plato, por lo que ví que mi hermano estaba satisfecho.
-Viste que no era tan difícil.
-Si-respondía, aunque tenía el vomito subiendo por mi garganta, solo espero que todos se vayan rápido.
Les tomo un par de minutos salir de la casa, lo que a mí me parecieron horas.
-Adios-digieron todos, para acto seguido salir de la casa.
Cuando todos ya estaban afuera, corrí escaleras arriba para ir al baño, ni bien llegué vomité todo en el inodoro, y como siempre que vómito llega mi subconsciente a decirme cosas.
-Que bueno que ya pudiste sacar esa basura de tu organismo.
-No es basura es comida.
-Bueno esa comida de la que tanto hablas te engorda.
-No es cierto.
-A ¿no?, entonces porque ya no te ves al espejo.
-Eso...
-O porque tu ropa es talles más grande que la de tus hermanos.
-Todos tenemos cuerpos diferentes.
-Pude ser, pero no te sorprende que tu ropa sea MUCHO MAS GRANDE.
-Basta.
-Ni quiera te puedes poner algo de tus hermanos porque la rompes.
-...
-Y sabes porque, PORQUE ERES UNA BALLENA.
Con eso último dicho vomité de nuevo, no puedo soportar tener un cuerpo diferente a los demás, no quiero un cuerpo diferente.
Fui a la habitación que tengo con todos y me recosté en el sillón, no quiero pensar más pero no puedo, a lo lejos puede ver un envoltorio de sardinas secas, por lo cual me acerque al paquete.
-Mierda está vacío, seguro fue Osomatsu-pense muy enojado.
Pensándolo bien no voy a ver a los gatos hace mucho tiempo, que será de ellos.
Busque dónde guardo mis ahorros a ver si alguno de mis hermanos no me lo robó, y sigue ahi cómo lo había dejado, lo cuento y no tengo mucho dinero, pero si lo suficiente como para comprar croquetas para gatos, así que decidí ir a la tienda de mascotas, aunque no estaba en mis planes, pero mis planes eran quedarme en casa todo el día así que da lo mismo.
Al llegar me doy cuenta que aumento un poco, pero me seguia alcanzado asi que decidí comprarlas de todos modos, después de tener la bolsa tendré mis brazos, me dispuse a llevarla al callejón, aunque me costó más que otras veces, talvez porque no estoy comiendo, no importa.
Al llegar pude escuchar todos los maullidos de los gatos hambrientos, puse la comida repartida en el piso ya que me olvidé de traer algunos potes para poner el alimento.
Todos se veían felices por mi llegada, eso me alegro un poco, creo nadie se pone tal feliz al verme como estos gatos, mientras acariciaba a uno pensaba en venir más seguido.
-Miau-entre todas las cajas se podía ver a una gatita blanca que estaba embarazada, ya que su panza le llegaba hasta el suelo, me quise acercar para podés acariciarla pero se ve que me vio como un amenaza ya que me rasguño, me hizo una pequeña herida en la muñeca en la parte interior del brazo, no me dolía mucho, no aleje mi mano si no que la acerque más y un poco más despacio, ya la olió y acepto que no era una amenaza asi que se dejó acariciar para después ir a comer con los otros gatos, yo me quedé mirando mi muñeca, de esa pequeña herida brotaba un poco de sangre eso hizo que si subconsciente me empieze atacar de nuevo.
-Pero mira que linda herida.
-De que hablas.
-¿No te parece bonita a ti?
-No, y no sé a dónde quieres llevar esta conversación.
-Sería más bonita si fuera más grande.
-...-no entienda a dónde quería llegar mi subconsciente.
-¿Y sabes que es lo mejor?... que tú te puedes hacer heridas así.
-¿Que?-quede atónito.
-Si, con un cuchillo, un cúter, con cualquier cosa con filo te puedes hacer una herida como esas.
-Pero yo no me quiero hacer heridas.
-¿Seguro?, no sentiste cierta satisfacción cuando el gato te daño.
-Bueno yo...
-Viste, si tú te crees heridas como esas sentirás mucha más satisfacción, entre otras cosas.
-¿De verdad?
-De verdad, ves ese vidrio de ahí.
-Si, lo veo.
-Bueno, ya sabes que haces.
-No, no sé que quieres que haga.
-Pues agarralo y cortate.
-Dolera.
-Tal vez, pero es lo que mereces ¿no?
-Si es lo que merezco-decía para acto seguido agarrar el vidrio y ponerlo en mi muñeca, pero sin llegar hacer un corte ya que escuche un ruido.
-Miau-era la misma gata de antes, se estaba resfregando en mi pierna en busca de caricias.
-Por dios que iba hacer.
-Lo que tenías que hacer.
-CÁLLATE TU-parece que eso lo grite ya que la gatita salió corriendo de mi lado.
Me quedé algunos minutos más en ese callejón, que siempre estaba lleno de gatos, pero no había ninguno porque los espante a todos con mi grito.
Como no quería volver a mi casa decidí quedarme en el callejón vacío hasta que atardecio y ya estaba casi puesta la luna, al volver a mi hogar puede ver qué todos mis hermanos estaban en casa por qué sus zapatos estaban en la entrada.
-Ya llegué.
-Bienvenido-dijieron todos.
-No sabía que tenías planes brother.
-No los tenía, solo le fui a dar alimento a los gatos.
-Ichimatsu nii-san ¿vera a sus gatos otra través?.
-Que quieres decir Jyushimatsu.
-Pues Ichimatsu nii-san no has visto a tus gatos en un mes.
-Eso no es verdad Totty.
-Lamento decirlo brother, pero es verdad-ahi cai en cuanta que no visitaba a los gatos en un mes, ¿que me está pasando?.
-¿Te rasguño uno?-pregunto Choromatsu.
-Como lo sabes.
-Pues, puedo ver la herida, ven que te curo-con eso dicho me llevo a nuestro cuarto y me dejó sentado en el sillón, mientras el iba a buscar el botiquín que estaba en el baño, yo me quedé mirando mi muñeca nuevamente, que mierda fueron esas ideas que tuve pero sabes no estaría mal probar, mierda que pienso.
-Ichimatsu.
-Mm.
-Estira tu brazo, si no, no te puedo curar.
-Perdon.
-Esta bien-decía mientras me desinfectaba mi herida para después poner una curita con un dibujo de un gato, como si fuera un niño, aunque está linda-Listo.
-Gracias.
-Ichimatsu si tienes algo puedes decirme.
-¿Que?
-Es que parecías un poco raro cuando te dijieron que no ibas al callejón desde hace un mes, además me parece extraño que no te hayas dado cuenta.
-Solo tenía unas cosas en la cabeza.
-Bueno, si esas "cosas" te siguen molestando, me puede decir, podemos encontrar una solución juntos ¿si?-decía mientas me agarraba las manos.
-Lo se Choromatsu nii-san, gracias-le dije a lo cual el me sonrió.
-Bueno iré abajo
-Yo iré en un rato.
-Okey.
Me recosté en sillón pensando en lo que paso en el callejón, cuando en realidad no lo tendría que estar haciendo, pero esa sensación fuerte de querer hacerlo y que sea algo prohibido, la adrenalina que sentía, era fantástico...pero también lo asqueroso de hacerme daño, lo feo que se siente que te mereces eso, esas parte es horrible, talvez debería probar, no, eso no esta bien, pero si solo es una vez y nadie me ve, creo que no pasará nada.
Puede ver una tijera tirada en el piso, supongo que alguno de mis hermanos la dejo por accidente, me acerco, la agarra y la analizo, no es muy filosa pero creo que sirve, tampoco se ve oxida, al menos se que no me dará ningún infección, la acerco a mi muñeca la estoy presionando un poco, tengo sensaciones raras por todo mi cuerpo y mente, cuando estaba por hacer más presión para que me cortase escuché una voz llamarme.
-¡Ichimatsu nii-san ven a comer!-grito Totty para que vaya.
-¡Cuantas veces te e dicho que no les grites y que los vayas a buscar!-replico Choromatsu
-¡Si te molesta hazlo tu!-empezaba una discusión Totty.
Decidí bajar para no levantar sospechas de lo que iba hacer, aunque creo que ninguno sospecha que haría esto, pero bueno si hoy no puede, será en otra ocasión.
Pero lo haré.
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