Flor de Mayo

Venganza a mi crush (sale mal) (2)

Esa tarde, Violeta e Is quedaron en Banana's voice, la cafetería favorita de las chicas. Estaban esperando que Yaj Tromb saliera del ensayo de banda mientras conspiraban contra Papi Francis.

-Tía, ese Papi Francis te las va a pagar, menudo imbécil. -Se quejó Is.

-Lo voy a coger y lo voy a revolear por todo el instituto -Dijo Violeta.

-Tengo una idea.

Is y Violeta empezaron a idear un plan: El viernes antes del partido esperarían a P.F. en la puerta del vestuario. Gracias a Pepe, el matón que llevaba años repitiendo el mismo curso y acabaría graduándose con Pigeon Man, conseguirían unos palos de metal con los que le pegarían en la cabeza.

Mientras las chicas preparaban su elaboradísimo plan, Yaj Tromb bajaba las escaleras. El no más listo de la clase, pisó el asa de su funda, resbaló y cayó de boca en el bordillo. Big Dick, que llegaba tarde a su clase de xilófono, cayó al pisar la mano derecha de su compañero. Esto hizo efecto dominó y un señor que pasaba por allí con un cubo de sardinas fue estampado contra la pared, y las sardinas cayeron en la cabeza del pobre Yaj Tromb.

Lyunn, que también estaba en la cafetería y había visto la escena desde la ventana, comenzó a dibujarlo en su cuaderno melancólicamente mientras bebía una coca-cola de leche de caracol con letras japonesas en su envase.

Is salió corriendo hacia ahí muerta de risa, Violeta, a la que casi atropella una moto azul que llevaba un unicornio en el asiento trasero, tardó más en llegar. El hombre empezó a gritar con acento ruso a los chavales y ellos, aún desorientados y con olor a pescado, se levantaron. Big Dick se fue a su clase de xilófono y Yaj se acercó a las chicas.

-No es por ofender, pero hueles a mar muerto -Dijo Violeta en un ataque de sinceridad.

-Oh, mierda, el triángulo está destrozado -Yaj se lamentó. Llamó a su padre, Locus Tromb, y él le consiguió otro en un abrir y cerrar de ojos.

Is fue a acercarse más a él, pero el olor a pez muerto era tan intenso que todos los gatos del barrio estaban alerta para atacar.

-¡Eh, chaval! ¡Me vas a pagar el kilo de sardinas! -Gritó furioso el hombre extraño con acento ruso que también se había caído.

Los tres chicos salieron corriendo hacia el portal de Violeta. No había nadie en su casa, por lo que subieron para que Yaj Tromb pudiera quitarse el olor a almeja del Cantábrico pero no salió del todo bien, ya que el gato morado de Violeta, Bimbo, saltó sobre el chaval deforme y le arañó toda la cara.

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Por otro lado, Val y Yema Adams acudían a dirección junto al profesor de francés, que había retomado su quinto sueño y a Tania Squiz, que aún estaba dolida por el mordisco de su teta y coja por el dolor de ano tras la follada de la silla.

-Chicos, os estábamos esperando. -El director señaló a su lado. Los chicos miraron a su alrededor pero no había nadie más aparte de ellos en aquella habitación. Menudo esquizofrénico.

El director les sancionó con una expulsión definitiva del centro. Para hacer que cambiase de opinión, Tania Squiz se arrodilló bajo la mesa y comenzó a chuparle la polla al director del International Farm High School.

Val, aprovechando el momento de despiste de su director y que el profesor se había vuelto a quedar dormido, cogió a Yema Adams del brazo y ambos salieron corriendo del instituto. En el trayecto casi mueren desnucados por pisar una cáscara de nuez con la que resbalaron.

Buscaron un sitio apartado y comenzaron a enrollarse. Eso era una mina de babas y saliva, parecían una fuente a punto de romperse, la saliva iba a presión de uno a otro. Los dos acabaron empapados (de forma no metafórica y sexual) de tantas babas y saliva. Las ratas de aquel callejón inundadas de baba junto a contenedor comenzaron a nadar como profesionales de natación sincronizada para huir.