Acontecimientos antes y después del nacimiento de Bra.
Los hechos serán contados desde mi punto de vista y como creo que sucedieron las cosas.
Personajes: Akira Toriyama.
Temática: Mía
Prohibido copias y adaptaciones.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Debemos irnos a casa, hoy era la última junta que tenía, debemos de empacar todo para pasar un fin de semana fantástico.
—Yo prefiero irme por la ventana, no quiero cruzarme con insectos y mujeres gritonas.
—¡Oh vamos Vegeta! Solo llegaremos con mi secretaría para mover los pendientes que tengo para la próxima semana, además cada quien está en sus asuntos—antes de que el pudiera contestar, Bulma lo jaló del brazo
Abrió la puerta de la sala de juntas y caminaron por un pequeño pasillo, hasta encontrarse con Hiomi, la secretaría. La chica cuando alzó la mirada para hablar con su jefa se quedó impactada con lo guapo que era su esposo. Sabía de él por las noticias y los eventos de la corporación, pero hasta apenas hoy se lo topo de frente. Trató de disimular, no quería tener problemas, además el hombre parecía bastante intimidante.
—Bulma, el señor Hiroshi quiso cambiar la reunión para el martes por la tarde, dijo que se comunicaría conmigo para confirmar la hora—trató de sonar lo menos nerviosa posible, aunque podía sentir su rostro caliente, sabía que sus mejillas estarían rojas y además por su piel blanca era bastante notorio
Vegeta solo estaba alejado unos cuántos pasos con su típica pose de brazos cruzados y sus ojos cerrados, ajeno a la conversación de las mujeres.
—Gracias, me informas cualquier cosa, Hiomi, ¿Estás bien? Te notó algo extraña—le pregunto al verla nerviosa
—Ah claro, no se preocupe, todo está perfecto—trato de sonar convincente, Bulma sonrió, de inmediato se dió cuenta de el porque el nerviosismo de la chica
—Perfecto, antes de irme quiero pedirte que muevas cualquier junta de este fin para la otra semana, tendré unas cortas vacaciones.
—Si Bulma, yo me encargó de todo—le aseguró con una sonrisa,
Bulma le agradeció se despidieron y comenzaron a caminar por otro pasillo pero esté era largo y oscuro, pero antes de salir para encontrarse con los demás trabajadores, Bulma se empezó a reír, Vegeta se extrañó ante la actitud de su mujer.
—¿De qué te estás riendo?
—¡Oh pobre de Hiomi! La pusiste demasiado nerviosa cariño, no me quiero imaginar cómo pondrás a las demás.
—Tch, no me interesa, solo quiero irme de aquí, ya puedo oír todos los insectos que hay detrás de esta puerta—dijo con algo de fastidió
Bulma al notar el mal humor de su esposo, se le ocurrió una idea. Miró para todos lados, asegurándose de que no hubiera nadie, sonrió con picardía y se acercó a él para empujarlo suavemente hacía la pared y atacar sus carnosos y deliciosos labios con un beso hambriento. Sus manos comenzaron a explorar aquel cuerpo masculino que la volvía loca, Vegeta se sorprendió un poco.
