Nacimiento De Una Princesa. || V.B ||

💮»𝟮𝟴«

Estaba tan hundido en mis pensamientos, recordando cosas de mi pasado, cómo yo un sanguinario y frío asesino había terminado casado con una terricola y con un hijo.

Si alguien le hubiera dicho a mi yo del pasado que terminaría así me burlaría y hasta lo mataría por decir disparates, pero no me incómoda en lo absoluto, debo admitir que estoy feliz con la vida que llevó.

Bajó la mirada hacía Bulma que aún sigue plácidamente dormida, tocó su frente y la calentura ha bajado considerablemente, sonrió aliviado, lo bueno fue que no se puso tan grave.

Y aunque me gustaría saber si Tarble sigue vivo o no, no sabría cómo hacerle para encontrarlo, el podría estar en cualquier parte del universo y si es que aún lo sigue, un recuerdo vago llega a mi mente.

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-¡Vegeta, no podemos hacer eso, es nuestro hijo y aún es muy pequeño!-le reclama mi madre muy molesta a mi padre, mientras yo me encuentro en la puerta del balcón escondido

-Es débil mujer, Vegeta cuando nació tuvo un poder impresionante y sé que cuando sea un adulto será el legendario súper saiyajin, pudo matar a los saibaman sin ningún problema y sabes bien que nuestra reputación estaría muy dañada si lo dejamos aquí-veo que camina, dándole la espalda a mi madre, la cuál trae a mi hermano en brazos-Te dije que lo dejaría vivir y ese es mi trato, no me hagas cambiar de opinión.

Veo que mi madre deja a Tarble en la cuna de oro que estaba casi del otro lado de la habitación, él aún era un bebé recién nacido, pero era demasiado llorón y débil para su edad. Camina hacía el y le empieza a dar golpes en la espalda, mientras llora desconsoladamente y le grita llena de ira.

-¡Eres un idiota y un monstruo! ¿Crees que yo voy a dejar que le toques un sólo pelo a mi hijo? Al igual que Vegeta tendrías que matarme antes de hacerles daño, porque sí, te amo, te hice un maldito juramento y una promesa de estar juntos en la ceremonia, pero encima de ti, están ellos y siempre los escogeré a pesar de todo.

Veo que mi padre se voltea y toma sus brazos con sus manos para ambos caer sobre la cama, era bastante grande, el encima de ella.

De inmediato me llene de ira, si se atreve a tocarla, no me importa que me descubran o salir herido en el proceso, pero el no le tocará un sólo pelo a mi madre.

-¡Basta mujer! ¿Crees de verdad que les haría daño a alguno de ellos? Estoy haciendo esto por la seguridad de ellos, si mandamos a Tarble lejos de aquí, Freezer no podrá hacerle daño, querrá usarlos como soldados y no puedo permitirlo, sé lo cruel que puede ser y no tengo la fuerza para pelear con el, es por eso que debemos de hacerlo pasar por muerto.

Puedo ver de perfil a mis padres, el semblante de mi madre se endurece y empuja a mi padre, para ella quedar sentada y el de pie.

-¿Haz enloquecido? Sé lo hijo de puta que puede ser esa lagartija afeminada, pero no puedo estar lejos de mi hijo, ni siquiera tiene 24 horas de nacido, no puedo hacer esto-mi madre llora nuevamente y se tapa el rostro con sus manos, por primera vez en mi vida veo el semblante afligido de mi padre y se sienta a su lado para abrazarla

-Yo tampoco quiero hacer esto, pero no tenemos otra opción, entiende mujer, solo quiero protegerlos-la separa de el tomándola de los brazos, ambos se miran fijamente y después de unos minutos mi madre asiente

-Está bien, espero que el planeta sea seguro, pero... ¿Qué hay de Vegeta?-le pregunta preocupada

-Quise mandarlo al mismo planeta que su hermano, pero sería extraño que desapareciera de la nada, así que mañana planeo mandarlo a una "misión" al planeta X-100, ahí un viejo amigo iría por el para cuidarlo en lo que resolvemos este asunto y cuando todo esto termine iremos por los dos, tengo que hablar con el lo antes posible, no quiero que sea demasiado tarde-mi madre le sonríe con ternura y le da un beso en los labios

-Lo siento por...-mi padre la interrumpe besándola nuevamente pero con un beso más largo, yo me volteo hacia otro lado con las mejillas rojas, esto es incómodo

-No importa ya, mujer, la nave que trasladará a Tarble ya está lista, al anochecer lo mandaremos al planeta Sadra.

-Está bien sólo quisiera pasar unas últimas horas con él, no sé porque tengo la sensación de que algo malo pasará, lo siento aquí-dirige una de sus hacía su pecho y mi padre toma su mano y la besa

-No pasará nada, todo saldrá de acuerdo al plan, tan solo el médico vio a Tarble con vida, pero prometió no decir nada.

-¿Confías en el?

-No confío en nadie, porque sabe bien que si abre la boca lo mataré.

Mi madre niega con la cabeza y abraza a mi padre.

-Soló antes, quiero estar contigo, necesito de ti, mi Lord.

Veo que mi padre sonríe de lado y besa de una manera extraña a mi madre, literal se la quiere comer, mientras ella hace unos sonidos de agitación, así como si hubiera terminado de entrenar, cuando veo que mi madre le quita la parte de arriba de la ropa a mi padre, quedando con el pecho descubierto y mi madre sin su vestido real, es cuando decido irme, no sé qué demonios hacen quitándose la ropa, pero no quiero seguir viendo esto.

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Fue la última que ví a mis padres juntos, no era la primera vez que hacían ese tipo de cosas y cuando fui creciendo me di cuenta de que era lo que hacían, pero al día siguiente fue cuando Freezer asesino a mi madre a sangre fría y por consiguiente me llevó a mi, para tratarme como a una basura, por suerte Tarble si había podido escapar al anochecer, mi madre lloró toda la noche y mi padre tenía un semblante triste, me dolió que mi padre no hiciera nada cuando esa escoria me llevó, ni siquiera recordaba esa conversación que habían tenido, pero ahora entendí muchas cosas.

Mi padre jamás fue el villano de la historia al menos no en la mía, si no era la maldita lagartija que me quito a mi madre, a mi padre y a mi planeta.

-Te juro por los Dioses que te encontraré, hermano.