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Minho:

Al verlo caer de rodillas ante mis palabras hizo que mi pecho doliera, porque quisiera aceptarlo o no, era mi pareja y el rechazo también le dolía a mi lobo.

Me di la vuelta sintiendo sus alaridos, bajé mi pared de mentira y dejé de pensar en él.

Mi lobo gruñia furioso conmigo, quería controlarme, pero la experiencia había hecho que lo tuviera totalmente controlado.

Entré a la casa, suspiré al ver el lugar vacío como siempre y me acosté aún con ese pequeño dolor en mi pecho.

Ignóralo Minho, es solo un estúpido reflejo de tu lobo.

Jisung:

Fue muy difícil verlo en el entrenamiento y más al saber que estaría todo el día pegado a él, ya que el Alfa de su manada me había puesto como comandante en su misma categoría.

Él había hecho como si nada, ni siquiera me saludó en la mañana y todo eso dolía mucho, pero no se lo iba a demostrar.

Sacudí mi cabeza, arreglé mi cabello y sonreí como si nada pasara.

Caminé hacia mi grupo de chicos que entrenaría junto a otro lobo que no conocía, al llegar pude ver que era un jóven de mi edad de brazos fuertes, piel algo pálida, unos bellos ojos azules y un cuerpo de infarto.

-Buen día-saludé con una sornisa, el otro lobo me miró y sonrió al igual que yo.

-¿Tú eres mi compañero, verdad?-me estiró la mano-Soy Hwang Hyunjin.

-Soy Han Jisung, un gusto-apreté su mano.

-El placer es mío-sonrió coqueto el Beta, tomando mi mano por un poco tiempo más de lo normal.

-¿Ya habían empezado?-miré a los chicos quienes me miraba con curiosidad.

-Nop, te estábamos esperando-aplaudió Hyunjin-Comiencen dando vueltas en el bosque, en 10 minutos los quiero aquí y nada de correr en su forma de lobo-advirtió, en un abrir y cerrar de ojos los lobeznos salieron jugueteando entre ellos.

-¿Así que eres de la manada del sur, no?-me preguntó mirándome a los ojos-Siempre quise visitarla.

-Es muy grande y buena pero me gustan mucho las tácticas que utilizan-miré de reojo a Minho, él entrenaba a los Lobeznos de su grupo ignorandome.

-Oh ni lo pienses, es inalcanzable y bueno, un grosero también-Hyunjin hizo una mueca.

-Dimelo a mí...-susurré.

-¿Qué?-me miró confundido.

-Nada-sonreí-¿Desde pequeño estás aquí?

-Si, nací aquí-se acercó a mi oído, mi piel se erizó-No le cuentes a nadie pero aún vivo con mis padres.

Lo miré con una sornisa divertida y juntos carcajeamos sobre lo que había dicho.

-Yo vivo con mi hermano y su pareja así que no tienes de que avergonzarte-añadí.

Un garraspeo nos interrumpió.

-¿Piensan trabajar o tendré que avisarle al Alfa que parece que andan de fiesta en vez de hacer su trabajo? -Minho nos retó con la voz dura.

-Mandamos a nuestros chicos a calentar, no te metas en lo que no te incumbe-dijo Hyunjin, me sorpendió su voz hostil hacia Minho.

Minho me miró de arriba a abajo y se dió media vuelta hacia su grupo, éste parecía que cada uno de sus integrantes iba a morir de cansancio con todas las flexiones que habían hecho.

-Es un idiota-gruñó Hyunjin-Se cree que es mejor que los demás, sólo tiene fuerza y nada más.

-Lo he notado sí-asentí viendo como su grande espalda desaparecía de mi vista.

-No le des corte, vamos que los chicos llegaron.

Nos acercamos a los chicos y estuvimos toda la tarde entrenando, les enseñamos tácticas de defensa y ataque.

Al terminar Hyunjin se ofreció a acompañarme a casa, me negué pero él insistió.

-Fué un gusto trabajar contigo hoy...y bueno el resto de los días-me miró con una sornisa pícara, era muy guapo, pero no se comparaba con Minho.

-Igualmente, nos vemos mañana-le dí un apretón en la mano.

Sus ojos se encontraron con los míos y me sonrió por última vez para después desaparecer por el bosque.

Al entrar a casa cinco pares de ojos me miraban curiosos.

-¡¿Quién es ese guapo beta que te acompañó hasta aquí?!-gritó Chaeyoung emocionada.

-Es mi compañero de grupo-le resté importancia.

-Si y tiene unas ganas terribles de meterse en tu culo-levantó las cejas mi hermano.

-No digas bobadas-bufé.

-No decimos ninguna bobada, al tipo prácticamente se le paró cuando le diste la mano-rió pícaro Seungmin.

-Debes aprovechar y poner a Minho celoso con él y talvez un buen polvo... -me guiñó el ojo Jake.

-¡Ya basta chicos!-grité sin fuerza-No quiero nada con él y menos ahora, es mi compañero de grupo y ya.

Todos se miraron entre ellos y rieron, bufé cansado y subí las escaleras hacia mi habitación.

Me puse analizar y los pensamientos de mis amigos no eran tan malos después de todo.

Me puse analizar y los pensamientos de mis amigos no eran tan malos después de todo

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𝙉𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙚𝙨 𝙩𝙖𝙧𝙙𝙚 | 𝙈𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora