𝙉𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙚𝙨 𝙩𝙖𝙧𝙙𝙚 | 𝙈𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜

17

Jisung:

No podía creerlo aún, Minho había aceptado ser mi pareja, me había llevado a su casa y ahora me estaba cuidando...¿Sería un sueño?

-Quiero...quiero decirte algo-tragó con fuerza.

-Dime-tomé su mano, sabía que el contacto no era su fuerte.

-Sobre esto-miró nuestras manos-No estoy acostumbrado al afecto, no se expresar el cariño, me siento incómodo y no...no sé como demostrarte lo que siento.

-Bueno-le sonreí-Yo te ayudaré y lo tendré en cuenta, yo soy muy demostrativo, pero prometo que no apresuraré nada-acaricié su mano.

Sus bellos ojos me miraban fijamente, pero tranquilos mientras me escuchaba atentamente.

-Tengo algo más que decirte-bajó la mirada.

-No tienes porque decir todo hoy-dije con voz suave, por dentro estaba saltando y gritando de la felicidad, se estaba sincerando conmigo y eso no era poco para él, me estaba demostrando que de verdad quería estar conmigo.

-Quiero hacerlo...-me miró a los ojos, sus facciones cambiaron a una de tristeza algo que me dió ganas de abrazarlo, pero aún no estaba listo-Desde pequeño me acostumbré a estar solo.
Todo comenzó cuando mis padres me abandonaron en el bosque, viví por mucho tiempo solo, intentando sobrevivir de alguna manera...un día, unos cazadores me encontraron y me criaron como uno de ellos, sin nada de afecto, solo crianza, pero nunca maté a ningún inocente.
Con el paso del tiempo crecí y me alejé de casa, era un lobo solitario. El Alfa me acogió en su manada cuando lo salvé de unos vampiros, la única persona que logró acercarse a mí fue Minju, pero nadie más...por eso cuando tú llegaste aquí me asusté porque sabía que no sabría como quererte, aunque ya veo que estaba muy equivocado.

Ahora entendía todo.

Me imaginé a un pequeñito solitario en el bosque, teniendo que sobrevivir solo a todos los peligros del bosque, siendo criado en un lugar horrible y luego entrar a una manada desconocida.

Con delicadeza agarré su barbilla y la levanté hasta que sus ojos quedaron a la altura de los míos, él no se apartó.

-Eres una persona muy fuerte-susurré-A partir de ahora no estarás mas solo, me tendrás a mí para todo. Para luchar a tu lado, para defenderte, para cuidarte, mimarte...para quererte.

Minho:

Miré fijamente sus ojos y escuché sus palabras con atención, algo se había removido en mí.

-¿Cómo es que no robaste el corazón de alguien antes?-dije soprendido y extasiado por lo que él era, una persona maravillosa y perfecta.

-Porque estaba esperando al tuyo-sonrió con un poco de timidez.

-Eres...-sonreí de lado.

-¡Sonreíste!-me miró soprendido-Tienes una sornisa hermosa-bajó su mirada tímido.

-Y a ti nunca te había visto ser tímido-reí de igual manera.

-Creo...creo que son demasiados sentimientos juntos-suspiró con una sonrisa-¿Vamos a dormir?

-Vamos-tomé su mano y lo guié por las escaleras, su mano se soltó de la mía.

-¿Dónde dormiré yo?-miró hacia las habitaciones vacias.

-Creí..que dormirías conmigo-dije incómodo.

-Oh yo pensé...pensé que no querías.

-Claro que quiero-dije seguro.

-Me encanta esa seguridad.

Sonreí por mis adentros y bajé la mirada, creo que me había sonrojado.

Ambos entramos a la habitación, fui a mi ropero y agarré una camiseta y un pantalón que me parecían de su tamaño.

-Si quieres puedes ir al baño a cambiarte.

-Claro-agarró la ropa y entró, en esos minutos aproveché a cambiarme, me puse una camiseta y me quedé en bóxer, algo incómodo porque no me gustaba dormir con ropa, me había puesto una camiseta y un bóxer por respeto a Jisung.

-Creo que me queda algo grande-rió desde la puerta del baño.

Me acerqué a él y bajo su atenta mirada arreglé la camiseta para que le quede mas cómoda.

-Gracias.

-No agradezcas.

Esperé unos segundos, él me rodeó y se recostó en una punta de mi cama algo incómodo.

Yo me acosté en la otra punta y nos tapé con la suave frazada.

Me recosté boca arriba, mi lobo chillaba emocionado por tener a su pareja cerca y yo bueno...estaba nervioso como una quinceañera.

Él me dio la espalda y se acomodó de costado.

Podía sentir su respiración,estaba despierto aún.

Suspiré, me tranquilicé y decidí tomar la iniciativa, debía liberarme, él no me haría daño nunca y yo quería mostrarle que quería estar con él.

Me acerqué suavemente por la cama hasta llegar a su cuerpo,con mucha delicadeza rodeé su cuerpo con mis brazos y apoyé mi cabeza en su hombro, su olor era el cielo.

Su mano acarició mi brazo y entrelazó sus dedos con los míos sobre su estómago.

Por primera vez en toda mi vida, dormía con alguien y me sentía como si estuviera en mi hogar.

Jisung:

Mi corazón se aceleró de la emoción al sentir sus brazos rodearme y su cuerpo pegarse al mío, el chico frío y duro que le costaba demostrar sus emociones me estaba abrazando.

Acaricié su brazo y entrelacé nuestros dedos, unos minutos después se había dormido.

Cerré sus ojos y me dormí con una sonrisa radiante, era el lobo más feliz del mundo.