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Minho:

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Minho:

-Amor despierta.

La voz de Jisung hizo que abriera los ojos, me lo encontré mirando por la ventana con una cara de susto horrible.

-¿Qué pasa? -me paré rápidamente y me ubiqué a su lado.

-Mira -señaló hacia afuera.

-Oh no... Debemos avisar a la manada.

-No -me tomó del brazo- Si aullamos van a atacar a todos y no les dará tiempo de reaccionar, intenté comunicarme con Changbin pero no pude.

-Dios esto es grave -negué mirando como los vampiros caminaban con lentitud entre las casas.

-Es extraño que los guardianes no se hayan dado cuenta... Ya sé -me tomó de la mano- Debemos hacer sonar la campana para que todos escuchen.

-Buena idea, yo voy.

-No, vamos juntos.

-Tú ve despertando al resto de la casa, yo me encargo -besé sus labios- Confía en mí.

-Está bien -tomó mis mejillas- Por favor ten mucho cuidado amor.

-Tranquilo -Dejé un pico en sus labios y bajé las escaleras, debía salvar a la manada.

Jisung:

Entré a la habitación de Hyunjin y tapé su boca, sus ojos se abrieron asustados, al verme se calmó.

-No hagas ruido -Susurré- Hay vampiros afuera, ayúdame a despertar al resto.

Él asintió y juntos despertamos a las otras dos parejas ya que Seungmin y Chan aún no se mudaban a su nueva casa.

Todos nos reunimos en la sala frente a la ventana e intentamos comunicarnos con el resto, era muy extraño que no podemos.

Estaba muy nervioso por Minho, había ido solo, tenía tanto miedo de que le hagan algo.

Todos contuvimos la respiración al ver un vampiro detenerse frente a la puerta de la casa, todos nos aprontamos.

La campana nos salvó, Minho estaba bien y había llegado a la campana.

-¡Ahora! -Nos transformamos en lobo y salimos hacia afuera, la gran mayoría de la manada ya estaba peleando con los vampiros.

Ataqué a los primeros que tenía frente a mí, con la sorpresa no les dio tiempo a reaccionar.

-¡No vayas Jisung! -me gritó Seungmin asustado- ¡Es muy peligroso!

-¡Debo ir por Minho! -y sin más, salí en mi forma de lobo.

Fui haciendo el camino hacia las campanas mientras atacaba a los vampiros, me había ganado unas cuantas mordidas, pero eso no iba a evitar que llegará hasta Minho.

Estaba por llegar, hice el camino prácticamente corriendo en mi forma de lobo sin tener mucho sigilo y eso fue lo que me perjudicó.

Dos vampiros salieron de entre la oscuridad de los árboles y me tumbaron en el medio del camino.

-No deberías de andar solito por aquí lobito -rió uno de ellos con sangre en todo su rostro.

Gruñí y me volví a parar con algo de dificultad.

Me tiré sobre uno, pero al instante otro me lanzó de nuevo al piso, a la vez que otro me mordía en el lomo.

Respiré con dificultad, ya sin fuerzas.

Los otros dos se colgaron de mí, miré hacia adelante, tan cerca y tan lejos a la vez de Minho.

Mis ojos se estaban cerrando cuando dejé de sentir los vampiros sobre mí.

-Jisung -un muy herido lobo se recostó a mi lado dándome calor mientras lamía mi hocico.

-Mi amor, estas herido -chillé al ver sus heridas abiertas, estaba peor que yo.

-Eso no importa ahora... Te amo.

-Y yo a ti.

Su cabeza se recostó sobre la mía y nos quedamos allí, intentando recuperar fuerzas.

Escuchamos los aullidos de victorias, me acurruqué más al lobo de Minho y juntos terminamos de cerrar nuestros ojos.

Minho:

Desperté, el olor a hospital inundó mis fosas nasales.

Miré hacia mi costado, allí estaba Jisung, al igual que yo en la camilla.

Con cuidado me levanté, me quité los cables y me acerqué a su camilla para observarlo.

Besé su frente y tomé su fría mano, ya era la segunda vez que pasaba esto.

Sus ojos de a poco se fueron abriendo ante mi contacto, al verme sonrió.

-Hola -susurró cansado.

-¿Estas bien? -besé su mano.

-Ahora que te vi, sí -lo ayudé a sentarse en la camilla- ¿Tú estás bien?

-Si... Ahora que tú lo estás.

-Aw -agarró mis mejillas- Mi gruñonsito ya me dice cosas lindas.

-No me digas así -reí por su apodo.

-No te prometo nada -sonrió- Ven aquí -extendió sus brazos.

No dudé ni un segundo en abrazarlo, sentir su calor de nuevo junto a mí era reconfortante.

Acomodé mi cabeza en su cuello y dejé un beso allí sabiendo que se erizaba.

-Tenía tanto miedo de que te hubiera pasado algo.

-Yo también, y cuando te vi allí tirado... pensé que te había perdido -susurré en su cuello.

-Pero estamos los dos bien -tomó mis mejillas y me hizo mirarlo-Creo que volví a la vida con lo que me dijiste ayer -se sonrojó.

Sonreí y con un dulce beso en sus labios pronuncié esas palabras.

-Te amo.

Sus ojos se cristalizaron y con una de esas tantas hermosas sonrisas que me regala, me miró a los ojos.

-Y yo a ti Minho.

Me recosté a su lado y lo hice dormir en mis brazos, no podía describir la felicidad que sentía a su lado, ya no me sentía solo, al contrario, me sentía la persona más amada del mundo y todo gracias a él.

No se qué hubiera pasado si él me hubiera rechazado aquél día, pero estaba eternamente agradecido de que me diera otra oportunidad y así me di cuenta que nunca es tarde para demostrarle a alguien que lo amas.

No se qué hubiera pasado si él me hubiera rechazado aquél día, pero estaba eternamente agradecido de que me diera otra oportunidad y así me di cuenta que nunca es tarde para demostrarle a alguien que lo amas

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𝙉𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙚𝙨 𝙩𝙖𝙧𝙙𝙚 | 𝙈𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora