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Jisung:

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Jisung:

Dos días después, la boda de Seungmin y Chan llegó, yo no había cruzado palabra con Minho.

-Estás impresionante -me guiñó el ojo Hyunjin mientras terminaba de arreglar mi corbata.

-Tú también -Sonreí de lado- ¿Vamos?

-Vamos -Ambos salimos del pequeño cuartito y nos paramos junto al pedestal, frente a nosotros estaba toda la manada qué vestía elegantemente y sonreían felices por una nueva Unión.

Mi vista se fue hacia todos los hombres allí sentados, mi respiración se cortó al ver al dueño de mi corazón.

Dios santo como le quedaba ese traje. Llevaba puesto un traje negro, una corbata azul y camisa blanca que hacía resaltar su escultural cuerpo.

Tendría que alejar a muchas zorras hoy, pero bueno, ahora me centraría en la boda de mi hermano.

Chan estaba parado a un metro de mí, se veía nervioso, pero una hermosa sonrisa de felicidad se encontraba en su rostro.

-Señoras y señores hacemos silencio para recibir al novio -Añadió el cura con una sonrisa.

La música comenzó a sonar y las enormes puertas se abrieron, un feliz y nervioso Seungmin, vestido de blanco, entraba del brazo de su padre.

Toda la manada se paró y miró al jóven y apuesto beta que parecía querer correr hacia su pareja y ya casarse.

Cuando se acercó, cruzamos miradas y me llenó el alma ver a mi mejor amigo tan feliz.

Seungmin tomó la mano de Chan y juntos sonrieron sin dejar de mirarse, eso era amor.

-Señor Chan, ¿acepta a Seungmin como su esposo?

-Sí acepto -Chan besó la mano de mi amigo.

-Señor Seungmin, ¿acepta a Chan como su esposo?

-Acepto.

-Pueden besarse.

Al instante, ambos se fundieron en un tierno beso lleno de amor, la manada aulló y gritó.

Hyunjin y yo sonreímos al ver a mi mejor amigo llorar de felicidad en los brazos de su ahora, esposo y pareja eterna, como llamábamos nosotros al matrimonio.

La música subió y la fiesta comenzó, la gente se paró y comenzó a bailar en la pista junto a los recién casados.

Tomé un vaso de vino y me quedé a un lado junto a una fuente.

Mi vista se fue casi de inmediato a Minho que charlaba con mi padre y claro, rodeado de mujeres, pero yo no iría a hacer una escena de celos de nuevo por más furioso y celoso qué esté.

-Tomé otro vaso de vino y me recosté en la baranda viendo a Seungmin y Chan bailar en el medio de la pista abrazados, por un momento me imaginé a Minho y yo en su lugar.

𝙉𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙚𝙨 𝙩𝙖𝙧𝙙𝙚 | 𝙈𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora