𝙉𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙚𝙨 𝙩𝙖𝙧𝙙𝙚 | 𝙈𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜

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Jisung:

Esa misma noche mientras dormíamos, un calor horrible me despertó, una sensación igual a la de aquella vez que terminé en el bosque con Minho. El celo había llegado de nuevo.

Abrí los ojos y sonreí al ver a Minho tendido en la cama con solo sus boxer, dios que vista.

Apoyé mi palma en su torso y pasé suavemente mi mano hacia abajo hasta llegar a su miembro, su cuerpo estaba igual de caliente que el mío.

Una mano detuvo la mía, mis ojos se encontraron con los ojos verdes de Minho, la diferencia con otras veces era que ahora estaban llenos de lujuria.

Sonreí pícaro y subí una pierna por su cuerpo sin dejar de acariciar su miembro.

Me acerqué a sus labios sin besarlos, quería que él diera el primer paso.

-Te ves muy sexy-susurró Minho en mis labios.

-Tú lo eres-besé su cuello, su miembro crecía bajo mi tacto.

-Bésame ya -Minho acarició mi nuca y me besó con pasión, me trepé sobre su cuerpo y le seguí el beso, por primera vez desde que nos conocimos mi lengua entró en su boca juntándose con la suya, una electricidad recorrió todo mi cuerpo.

-Espera-Minho susurró en mis labios.

-¿Hice algo mal?-acaricié su pecho mirándolo a los ojos.

-No,claro que no -acarició mi espalda- Solo que yo..yo no sé como ser suave, quiero serlo contigo realmente, pero no sé serlo -suspiró- Enseñame.

-Yo te enseñaré mi amor-sonreí, pasé mi mano por su mejilla y volví a besar sus labios- Déjame todo a mí esta vez.

-Está bien -besó mi cuello- Demuéstrame cómo es hacer el amor.

-Confía en mí -susurré en su oído.

Besé su lóbulo, un ronco gemido salió de él sacandome una sonrisa, seguí el camino de sus suaves bellos con mis labios.
Besé su pecho, su torso hasta llegar a sus boxer,sus ojos me miraron fijamente desde arriba.

-¿Puedo?-sonreí pícaro.

-Claro que puedes-acarició mi mano.

Pasé mi lengua por mi labio inferior al ver su miembro sobresaliente del boxer, puse mis manos a los costados de la prenda y la bajé con lentitud, deleitandome con su fuerte y sexy cuerpo.

Su miembro saltó ansioso hacia mí, mordí mi labio inferior, lo miré con una sonrisa y sin titubeos me lo metí en la boca como si fuera un rico chupetin.

-Mmmh...-la mano de Minho se fue a mi pelo jalandolo al ritmo de mi boca.

-¿Te gusta mi amor?-dejé un mordisco en su pelvis.

-Me encanta-jadeó mirándome con sus ojos de lobo.

Me dediqué un rato mas a aquella parte de su cuerpo hasta dejarlo totalmente erecto, ahora venía lo bueno.

Minho:

Ver su boca subir y bajar por mi miembro era una de las escenas más eróticas que vi en mi vida.

Sus besos subieron de nuevo por todo mi cuerpo y quitó su boxer.

-Eres hermoso-besé su cuello, su aroma aumentaba a cada segundo, era exquisito.

-Quieto ahí-ordenó posando sus manos en mi pecho, sonreí, me gustaba ese lado de él.

-Déjame darte mimos -toqué su miembro erecto.