Franco se golpeaba la rodilla con una mano mientras Sara y él esperaban en el salón de la casa de Gonzalo.
Sara se percató de la tensión que embargaba los hombros de Franco.—Relájate, ¿quieres? Me estás poniendo nerviosa.
Él la miró con el ceño fruncido e intentó suavizar su expresión cosa que no consiguió del todo ya que escuchó unos pasos acercarse, continúo con sus golpecitos. Irene bajó la escalera acompañada por su marido Gonzalo. Tenía el rostro desencajado y su protuberante vientre sobresalía de su cuerpo delgado.
—Siento haberlos hecho esperar.
—No te preocupes. Siento molestarte. Sé que debes de estar muy cansada. -Irene sonrió al tiempo que se pasaba una mano por el vientre.
—No puedo dormir mucho estos días.
—Está practicando para lo que vendrá después —añadió Gonzalo, acariciando el vientre de su mujer.
—De verdad, no quiero ser maleducado —dijo Franco al tiempo que se ponía en pie—,pero necesitamos respuestas. La primera de todas es saber por qué nos hiciste venir hasta aquí cuando podías haber respondido nuestras preguntas en el despacho de Sara.
Sara le lanzó una mirada de reproche, que él pasó por alto. Franco en algunos casos no tenía tacto cuando tenía un objetivo en mente.
—Ha sido culpa mía. — Irene se dejó caer en el sofá, tapizado con una tela de estampado floral.— Gonzalo sabía que yo quería participar.
—Me he perdido. —Sara se sentó en el sillón negro que había delante de Irene—. ¿Cómo es que estás relacionada con un ensayo clínico?
—¿No me reconoces? —preguntó Irene.
—No. ¿Debería? —La preocupación le formó un nudo en la garganta a Sara.
—Supongo que no. Hablamos muy pocas veces cuando estuve en la clínica privada, pero jamás he olvidado tus ojos. Sara miró a Franco. Tenía un tic nervioso en el mentón.
Gonzalo se colocó detrás de su mujer y le puso una mano en el hombro.
— Irene padeció cáncer de ovarios. Decidimos probar un tratamiento experimental después de agotar el resto de posibilidades.
—No creía que fuera a superarlo —confesó Irene, que bajó la mirada—. Pero el doctor Alexander fue tan optimista que nos dio esperanzas. El tratamiento duró más de seis meses. Pasaba temporadas ingresada en la clínica privada y después volvía a casa. El seguimiento me lo hizo su personal. Allí fue donde te conocí. -Sara puso los ojos como platos.
—¿Estaba despierta?
—A veces. Habías tenido un accidente de tráfico, estuviste en coma durante varios meses. Tu marido… —Miró a Franco—. Me refiero al doctor… él te trasladó a la clínica privada para poder tenerte controlada, ya que allí era donde se encontraban la mayoría de sus pacientes. Después de que naciera tu hijo, despertaste, pero salías de la inconsciencia y te sumías de nuevo en ella. Un día estabas de pie, dando vueltas, al siguiente estabas en la cama, inmóvil.
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Te Seguiré Esperando
FanfictionLa había perdido una vez . Estaba decidido a no volver a perderla Una historia con suspenso, romántica llena de giros inesperados , engaños , mentiras y Venganza. Una mujer sin pasado.. Un hombre desesperado por encontrar un motivo para vivir .. D...