2. La llegada de Harry

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El estruendo resonó desde el vestíbulo y en menos de dos segundos, la madre de Sirius ya estaba volviendo a gritar

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El estruendo resonó desde el vestíbulo y en menos de dos segundos, la madre de Sirius ya estaba volviendo a gritar. Me estremecí ante los gritos. No creía que fuera algo a lo que pudiera acostumbrarme. Mientras Sirius se apresuraba con ayuda del señor Weasley a cerrar las cortinas del cuadro, yo me asomé al vestíbulo para ver quien había llegado. Estaban mi padre, un hombre alto y calvo de piel oscura y una mujer joven de pelo rosa que eran recibidos por la señora Weasley. El paragüero con forma de pierna de trol estaba tirado en el suelo después de que, aparentemente, la mujer hubiera tropezado con él.

Levanté la mano para saludar con una sonrisa, y el gesto también captó la atención del hombre calvo mientras la mujer del pelo rosa se disculpaba repetidamente por el caos causado por su torpeza ante la señora Weasley.

—¿De donde venís? —me apoyé de lado en la pared del pasillo intuyendo cual sería la respuesta.

—Sabes que no podemos decírtelo, Hope —dijo mi padre con una leve sonrisa

Lo sabía. Los asuntos de la orden eran un secreto para todo aquel en la casa que no hubiera terminado el colegio.

—Así que tu eres Hope —dijo el hombre calvo. Parecía agradable—. Tu padre nos ha hablado de tí.

—Hope, ellos son Kingsley Shacklebolt y Nymphadora —la mujer de pelo rosa, que había dejado de disculparse, fulminó con la mirada a mi padre— Tonks, pero prefiere que la llamen por su apellido.

Lo cierto es que reconocí los nombres, ya me habían hablado con ellos. Kingsley trabajaba en el ministerio, era auror y se encargaba de la búsqueda de Sirius, lo que venía bien pues así podía desviarla lejos. Tonks también era auror, menos experimentada que Kingsley, y al parecer también muy divertida.

Ah, y recordé otra cosa que me habían contado sobre ella cuando de repente su pelo pasó a ser violeta, era metamorfomaga. Me sorprendí un poco, pero tampoco mucho, a decir verdad. Era una característica parecida a una de las habilidades de los hijos de Afrodita. Quizá tenía que ver en algo. Dumbledore una vez me había hablado de los legados. Quizá los metamorfomagos eran legados de Afrodita o algo así.

—Es un placer, Hope —dijo Tonks alegremente

Pero la señora Weasley ya insistía en que debían ir a la cocina para la reunión de la orden y no hubo tiempo para hablar más. Me hice a un lado para que pasaran la señora Weasley, Kingsley y Tonks

—Supongo que estás bien aquí, ¿no? —dijo mi padre sonriendo mientras les seguíamos

—Si, aunque se supone que el verano es el único momento que tengo para estar contigo, papá, después de más de una década de no estarlo —dije

—Lo se, Hope, pero sabes que la orden es importante —dijo mi padre

—Ya, ya..., es que... ahora se está sumando todo, Cronos, Voldemort, y es como si no quedara tiempo para nada más —dije

HOPE: LA BATALLA DE MANHATTAN (IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora