Capítulo Tres

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Debido a la baja intensidad de la luz en mi escritorio, los recortes periodísticos se ven más viejos de lo que son. Aunque están muy amarillos y arrugados, se ven muy gruesos, como si cargaran con todo el peso de mi vida desde entonces.

Cuando Lucy Jauregui murió, fue noticia de titular en los periódicos, y en las cocinas de las casas se oían gritos de asombro cuando se abrían las páginas de esos diarios. Publicaron un enorme artículo con tres fotografías: una con la escena del accidente y las otras de Lucy, que mostraban lo hermosa que era. En los días que siguieron se escribieron dos artículos más, bastante largos. Todos confiaban en que el caso se resolvería.

Uno o dos meses después, apareció otro artículo en los titulares. Decía que el municipio ofrecía una recompensa para aquel que tuviera información sobre el caso. Con ello, la confianza comenzó a mermar. Al igual que el interés. La gente dejó poco a poco de hablar del tema. Al tiempo apareció otro artículo, esta vez en la tercera página, solicitando una vez más información, que sería, por supuesto, recompensada. Después de eso, no hubo nada más.

Los artículos siempre siguieron el mismo patrón al presentar los hechos, lo hacían de una manera simple y llana: En una calurosa tarde del verano de 1986, Lucy Jauregui —esposa de un ayudante de alguacil y madre de un hijo— salió a trotar cuando oscurecía. Dos personas la vieron correr por Madame Moore's Lane, minutos después de que ella comenzó a hacerlo; cada una de ellas fue entrevistada más adelante por la policía. Lo que no decían los artículos era qué estaba haciendo Lauren en las horas previas al accidente.

Lauren cortó el césped de la calzada y del sendero, tal y como Lucy le había pedido. En seguida entró en la casa, ordenó la cocina, estuvo un rato con Jonah y después lo acostó. Miraba a cada momento el reloj, pues se suponía que Lucy ya debía venir de regreso. Los minutos se convirtieron en una hora, luego en dos. Para entonces, Lauren ya estaba tan preocupada que le pidió a Charlie que revisara el camino por el que Lucy corría, porque ella no quería dejar solo a Jonah.

Una hora después Charlie golpeaba la puerta. Iba con su esposa Brenda para que cuidara a Jonah y se hallaba detrás de Charlie, con los ojos enrojecidos.

—Ven conmigo —le dijo Charlie con delicadeza—, ocurrió un accidente.

Estoy segura de que Lauren sabía con exactitud qué le estaba diciendo Charlie. El resto de la noche quedó como algo borroso.

Lo que no sabían ni Charlie ni Lauren —y que la investigación revelaría más tarde— era que no hubo testigos que pudiesen contar algo sobre el automóvil que la atropelló y huyó. Ni nadie después vino a confesar nada. Durante todo el mes siguiente, un auto patrulla se dedicó a detener y hablar con todo aquel que pasara por el área; buscaron cualquier prueba que pudiera proporcionar una pista. Al final, no supieron nada más que lo que Lauren sabía al momento de abrir la puerta y encontrarse con Charlie en el pórtico.

Lauren Jauregui se había quedado viuda a los treinta años.



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En el automóvil, los recuerdos del día en que murió Lucy retornaban a Lauren fragmentados, de la misma manera que cuando conducía por Madame Moore's Lane. Sin embargo, en estos momentos, esos recuerdos eran rápidamente reemplazados por los de Jonah y de Camila Cabello.

Como tenía la mente ocupada, Lauren no se dio cuenta de cuánto tiempo hacía que ella y Jonah estaban en silencio, pero el período fue lo suficientemente largo como para inquietar al niño.

Un lugar en nuestros caminos (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora