Glenn

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La luz del atardecer se filtraba a través de los árboles del bosque trasero de la mansión, uno que se extendía bastantes hectáreas hacia los terrenos montañosos del norte. Nos habíamos alejado bastante, tanto que el gran edificio era prácticamente un punto más del horizonte salpicado de matorrales, arbustos, árboles y helechos.

La zona en la cual nos hallábamos la había encontrado Tara, como la buena rastreadora que era. Contemplé el círculo doble de robles que nada tenía de natural. Aquel lugar, antaño sagrado, había pertenecido a alguna manada de lobos. En la actualidad, olvidado y sin significado para los vampiros que vivían en el territorio, se había mantenido en pie porque un cementerio de licántropos abandonado desde hacía siglos no era ningún problema.

Derek y Josh soltaron las palas a un lado cuando el agujero que habían estado cavando bajo uno de los robles les pareció lo suficientemente profundo. Salieron del hoyo de un salto y Lehanna procedió a colocar los helechos que había recolectado para hacer la cama en la cual descansaría Carter hasta que su carne y piel se deshicieran y fuera solamente huesos.

La mano de Zara apretó con fuerza la mía. Yo no respondí a su gesto porque no me sentía con fuerzas. En verdad, no podría decir a ciencia cierta cómo había sido capaz de moverme y de llegar hasta allí. No después de los reproches de Maya. Sus lágrimas y gritos me habían afectado más de lo que me podía permitir como alfa, como pareja de un vampiro y como la presa más perseguida por alguien más poderoso que yo.

Maya siempre había sido una loba de carácter fuerte, rebelde e inconformista. Como su hermano, los gemelos nunca habían destacado por su predisposición a acatar las órdenes de nadie. Eran dos espíritus libres que, si no hubieran sido licántropos, habrían vivido al margen de todos, haciendo lo que ellos quisieran y consideraran correcto. Pero los lobos somos animales gregarios que viven en manadas. Pocos son los lobos que se marchan para vivir en soledad y peligro constante. Aquellos son las presas más preciadas para los vampiros que, por diversión de los purasangre, suelen ir a cazarlos cuando llegan a la mayoría de edad. Cazar a un lobo o loba solitarios, que son los más fieros y los más difíciles de encontrar, es el mayor trofeo, la mejor prueba de que ese vampiro o vampira está destinado a hacer grandes cosas.

Maya y Valerio no estaban hechos para vivir en una manda, pero tampoco eran lo suficientemente poderosos para vivir solos. Al menos, no por el momento. Por eso se unieron a mí, porque sabían que, aunque bajo mis ordenes, tendrían la libertad de acción que deseaban y necesitaban por su naturaleza. Pero, desde que escapamos de los dominios Linheart, mi situación los había puesto en peligro, en el punto de mira de Marko y, por ende, habían perdido la libertad que les había prometido.

—¡Mi hermano se está muriendo por tu culpa! —me echó en cara cuando fui a ver a Valerio. Él, lleno de tubos de plástico y con un respirador, seguía inconsciente. Había perdido mucha sangre y tenía una conmoción cerebral que no pintaba demasiado bien. Su cuerpo, para protegerse, se había inducido a un coma del cual no sabíamos si saldría —. ¿Y qué hacías tú mientras Val se debatía entre la vida y la muerte? ¡Follarte a un vampiro!

Me hubiera gustado rebatir sus palabras, pero decidí no decir nada al percatarme de lo rota que estaba, de lo desesperado que era el tono de su voz. Yo también había salido herido, física y emocionalmente, y Misha no había sido solo un desahogo sexual. Nuestro contacto físico había sido algo más. Había significado el principio y el final de algo que podría cambiar nuestros mundos.

Zara, a nuestro lado, abrazó a Maya y yo me marché para que mi presencia no empeorara el estado de pánico de la loba. Fuera me esperaba Liam. Mi beta, demacrado y con las heridas casi curadas, me saludó con la cabeza y me siguió mientras me dirigía a la cocina para comer algo. Necesitaba recuperar fuerzas antes de que partiéramos para enterrar a Carter.

Alfa. Seducción peligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora