Every month is you ϟ Yoonmin en Hogwarts.

001. septiembre.

Como cada primero de septiembre, el Andén 9 y ¾ estaba abarrotado, sin embargo, Park Jimin se hizo un espacio para verse en el reflejo del brillante tren escarlata que esperaba pacientemente a cada uno de los estudiantes que en pocos minutos se convertirían en sus pasajeros, listos para iniciar un nuevo año en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

La túnica verde y negra le quedaba un poco grande, así que ansioso se la acomodó por los hombros aprovechando que sus padres le dejaron de prestar atención al encontrarse con viejos amigos del colegio. Cuando ya estaba conforme con su reflejo, Jimin sonrió altanero, se pasó una mano por su cabello rubio grisáceo y como era debido, enderezó la brillante insignia verde botella que en diagonal decía «Prefecto».

—Bonita túnica, Park ¿Quién te la planchó? ¿Tu mamá?

—Justo lo que tú no tienes, Chan—respondió antes de girarse a mirar con una ceja alzada y la cabeza ladeada al dueño de la voz. La reconocía perfectamente, igual que las risas que se cortaron de golpe al escuchar sus palabras.

—Serás imbécil.

—Eh, eh, eh cuidado —dijo y señaló su insignia dándole golpecitos enfático-A penas me suba al tren puedo empezar a descontarle puntos a Gryffindor y no tienes idea de las ganas que tengo de hacerlo desde que me mandaron esto tan bonito por correo.

Christopher Chan lo miró con los puños apretados, lo que provocó que la sonrisa de Jimin se hiciera aún más grande.

—No le prestes atención, Chris, de seguro como todo Slytherin está mintiendo. Siempre ladran, pero nunca muerden—unas manos se apoyaron en los hombros del Gryffindor. Con solo verlas, tenía ganas de gritar. —¿Qué tal, Park? ¿Me extrañaste? No te preocupes, este año nos veremos mucho, tranquilo.

No podía ser.

Jimin se vino abajo en el preciso momento en el que Jeon Jungkook se puso al lado de su amigo dando los mismos golpecitos en su propia insignia, también decía «Prefecto» en diagonal, solo que, a diferencia de la suya, esta era escarlata y estaba mucho mejor acomodada en su túnica.

—No pongas esa cara, Park. Es más divertido cuando hay más gente con la que jugar.

—¡¿A quién se la robaste, Jeon?! Es imposible que McGonagall te eligiera a ti.

—Bueno, fue capaz de elegirte a ti ¿no? De todas formas, es entendible, en Slytherin el nivel no es muy alto. —Los papeles se invirtieron: era Chan el que ahora sonreía divertido, mientras que Jimin era el que apretaba los puños con fuerza. —Vamos, Mingyu ya nos guardó un puesto.

Lo odiaba.

Lo odiaba.

Lo odiaba.

Lo odiaba.

—Eso, lárguense. ¡Ah! Por cierto, Jeon, recuerda limpiarte la baba si tomas una siesta. Ningún Gryffindor quiere que el nuevo prefecto de su casa se vea así de patético.

Los Gryffindors ya le habían dado la espalda, sin embargo, pudo ver como Jungkook se detenía un instante para fulminarlo con la mirada por encima de su hombro. Jimin alzó su mentón orgulloso, recobrando el buen humor.

—Cinco puntos para Slytherin— murmuró. Los puntos no empezarían a correr hasta que el tren se pusiera en marcha, pero era agradable decirlo.

Jodido Jeon Jungkook, pensó al caminar de vuelta hacia sus padres. Que molesto era. ¿Cómo era posible que ese tarado fuera elegido como prefecto de Gryffindor? ¿Cómo se atrevía? Hubiese preferido mil veces a Kim Mingyu, era igual de odioso que él, pero al menos tenía un novio Slytherin, lo que reivindicaba su existencia un poco.