Every month is you ϟ Yoonmin en Hogwarts.

010. junio

Si sacaba cuentas, si sumaba lo bueno y lo malo, si quería hacer un resumen de todo su quinto año escolar en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Park Jimin fácilmente podía concluir que había estado bastante bien.

No, no bien... eso sería un error.

No.

Había estado muy bien... de hecho, muy bien, más que bien... mucho, mucho más que bien... Merlín bendito... su quinto año en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería había sido el puto mejor año de su vida desde que había cruzado la puerta de ese roñoso castillo.

—El puto mejor año de mi vida — se repitió la primera mañana de lo que sería su último mes de clases, con una sonrisa pretenciosa mientras se acomodaba su la corbata, su túnica y la brillante insignia de prefecto.

Esa insignia brillaba como el primer día en que había estado en sus manos. Modestia, aparte, sabía que sus labores como prefecto de Slytherin merecían un sobresaliente, así que con orgullo había levantado el mentón en la cena de despedida de curso a la que todos los prefectos tuvieron que asistir. Ser prefecto conllevaba una gran responsabilidad, pero sin duda había sido agradable eso de tener un poco de autoridad, tanto que ya era inmune a las miradas de Yoo Jeongyeon y las contantes rondas nocturnas con Jeon Jungkook en los últimos meses, como si la directiva intentara hacer algún tipo de terapia de shock, ahora que estaba condenado a convivir con él sin insultos de por medio.

Jeon Jungkook, novio actual de su mejor amigo y capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor que aún no parecía superar que gracias a su impecable participación en la final, Gryffindor perdió la copa frente a Slytherin.

—Espero que lo puedas superar, Jeon. Tal vez esto sea suficiente estímulo para que tu equipo entrene como es debido el próximo año — le dijo una soleada tarde luego de la clase de Herbología que compartían luego de escucharlo maldecir contra su equipo.

Taehyung lo fulminó con la mirada, sin embargo, Park Jimin no se sintió culpable por desestabilizar la tregua que tenía con Jeon, menos al notar que el Gryffindor luchaba por lanzarle un hechizo sin varita mientras se mordía la lengua porque quería mostrarse mucho más civilizado que él. Le hubiera encantado soltar la carcajada que tenía atorada en la garganta, pero eso sería echarle más leña a un fuego que se mantenía bastante estable para el incendio forestal, que podía ser que tu mejor amigo ahora fuera por ahí de la mano con tu ex y nemesis a la vez.

No se lo diría a nadie más que no fuera Yoongi, pero Tae y Jeon se veían brillantes juntos y, aunque se le revolviera el estómago a ratos por lo notoriamente incómoda de la situación, a Jimin cada día le gustaba más verlos juntos.

Min Yoongi se mordió el labio divertido frente a tremenda confesión y se encogió de hombros cuando rápido apuro a justificar cada una de sus palabras hasta que el mayor se inclinó y lo calló con un beso.

Excelente.

Su año había sido excelente. Era un buen prefecto, atrapó todas las snitch de la temporada, obtuvo todos los TIMOs necesarios para su siguiente año escolar y al fin podía llamar a Min Yoongi: Novio.

Min Yoongi se había convertido en su novio y lo tomaba de la mano bajo la mesa al sentarse juntos. Min Yoongi besaba su frente cuando lo abrazaba y lo besaba despacio antes de separarse para ir a dormir. Min Yoongi lo escuchaba por horas hablar de planetas, estrellas y tránsitos en la torre de astronomía y lo dejaba mirarlo mientras plantaba los girasoles que le regalo para su cumpleaños y por sobre todo, le decía cuánto le gustaba bajito, contra su oreja, para que nadie más supiera, como si fuera su secreto y él amaba tener secretos con él después de que por años, él fuera su secreto.