009. mayo.

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Era altamente probable que nunca nadie se hubiera presentado a los TIMOs con una sonrisa tan grande en la cara como la que tenía Park Jimin.

Llevaba con el mentón alzado una sonrisa de felicidad real y no una que pareciera un claro síntoma de un cuadro psicótico que alguien podría presentar. Alguien como Kim Jennie, tal vez. Su mejor amiga apenas dormía, se la pasaba pegada a un termo de café y su cabello se veía ligeramente menos arreglado ahora que solo se lo amarraba en una coleta para que no le cayera en la cara cuando leía y releía todo lo que se había perdido en clases y que, según Taehyung, era de vital importancia. Sin embargo, para Kim Taehyung básicamente todo era de vital importancia. Estaba listo y aun así, se la pasaba repasando sus míticos pergaminos con resúmenes para después ir por ahí convertido en un susurro de fechas, ingredientes, hechizos y criaturas mágicas.

¿Pero qué más daba? ¿Qué más le podía dar a él si sus amigos perdían la cabeza por unos tontos exámenes que definirían su futuro laboral en el Mundo Mágico si él vivía su mejor momento?

Park Jimin estaba en otro estado, uno muchísimo más etéreo. Claro que estudiaba, se enfurecía si alguno de sus amigos osara a mencionar que no lo hacía, sin embargo, sus técnicas de estudio eran mucho más efectivas y placenteras porque Min Yoongi era parte de ellas.

Un beso por cada respuesta correcta.

Esa era la mejor parte.

Ese sí que era un refuerzo positivo. Ese y dejarlo dormir con su cabeza apoyada en sus piernas cuando se pasaban las tardes libres bajo un árbol, ahora que la primavera se había instalado definitivamente en los jardines del castillo.

Disfrutaba tanto verlo dormir como disfrutaba las tardes en el invernadero. Merlín bendito, si Park Jimin no sacaba un excelente en Herbología, sería porque era más tonto que un trol o porque se perdía con demasiada facilidad en las mangas arremangadas de Min Yoongi para no ensuciar su camisa de tierra. A su lado siempre fue, era y sería fácil desconcentrarse. Ahora lo era más, sobre todo si lo notaba desconcentrado a él, por lo general en medio de una sesión en la torre de astronomía.

—Yoongi, tu atención debe estar arriba, no acá abajo.

No dejaba de mirarlo y robándole un beso le decía sin apuro «Claro, acá abajo».

Era imposible que algo le pudiera importar más que esos besos robados y sus tardes compartidas. Los TIMOs eran difíciles, pero, nada sería más difícil que haber logrado lo que tenía ahora con Min Yoongi.

Nada podía bajarlo de esa nube, nada podía preocuparle, nada podía arruinar su buen humor.

Nada.

—Entonces, Park, ¿Ya sales con Min Yoongi?

Excepto, tal vez, Key.

Detuvo el movimiento de su pluma sobre un pergamino al escuchar su amigable voz. Jennie y Taehyung se había levantado de la mesa que ocupaban en la biblioteca para ir a buscar la «Enciclopedia de los encantamientos curativos y otros accidentes fatales» dejándolo solo a merced de serpientes como la que se erguía frente a él.

—Algo así — dijo y sonrió mientras se sacudía el flequillo con una mano como si así pudiera dejar de ver esos ojos que parecían querer devorarle el alma.

—Genial— Key sonrió también — Me lo tomaré como un triunfo personal, ¿de acuerdo? — le guiñó un ojo y acomodó su bolso justo al ver aparecer a Jennie y a Taehyung por un pasillo — Se ven bien juntos, ¿cierto? Lástima que a Kim le gusten más los chicos de Gryffindor.

La sonrisa que mantuvo por semanas de golpe se desmoronó como un castillo de naipes. Ni Jennie, ni Taehyung lograron escucharlo, pero él sí. Fuerte y claro. Key se esfumó con ese mismo paso ligero, llevándose con él su buen humor, su sonrisa y el color de su rostro.

Every month is you ϟ  Yoonmin en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora