Every month is you ϟ Yoonmin en Hogwarts.

004. diciembre.

Diciembre llegó más rápido de lo que te demoras en decir «Acromántula»

Quidditch.

Rondas nocturnas.

Prefecturas.

Puntos.

Clases.

Entrenamientos.

TIMO's

Quidditch.

TIMO's

Snitchs.

TIMO's

Y Min Yoongi.

Por supuesto, siempre está Min Yoongi.

El recuento de los hechos marcaba que lo más importante entre ellos ocurrió la mañana siguiente de la prueba de Quidditch.

Jennie no había hecho más que delatarlo cuando se recostaron en el pasto luego de que ganara su puesto como buscador del equipo de Quidditch de Slytherin y su primera Snitch, porque apenas lo vio en la sala común la mañana siguiente realmente sintió el de ponerse de rodillas para ofrecer como ofrenda la pelotita brillante con alas solo para agradecerle por sus palabras de apoyo apenas sus miradas se cruzaron en plena sala común.

Por supuesto que no lo hizo, aun no era momento de echar por tierra su dignidad, pero si le sonrió como un idiota entre el bullicio del resto de sus compañeros de casa (sobre todo el de los más jóvenes) que formaban un círculo alrededor de él para felicitarlo por su gran hazaña. La verdad es que Nayeon exageró un poco con su forma de jugar cuando contó que tal estuvo su prueba, sin embargo, no le venía mal un poco de adulaciones para alimentar su ego.

Lejos del bullicio, Min Yoongi lo miraba y le sonreía. Le devolvió la sonrisa, por supuesto mientras su cabeza se llenaba de preguntas.

¿Por qué mejor no se paraba, empujaba a todo este grupo de pelmazos y le confesaba que lo soñaba tanto como lo hacía él? ¿Qué le costaba abrirse paso como ese tal Moisés (un hechicero muy bueno que a los Muggles les encantaba venerar como una figura religiosa) y decirle con esa voz grave y ronca «bonita jugada, cuando bajaste de tu escoba solo quise lamerte la cara para beber  tu sudor ¿sabes?» ¿Tan difícil era que luego de la enorme hazaña, pasara un brazo por su cintura para acercarlo a él e invitarle a celebrar con unos cuantos besos?

Solo una sonrisa y un movimiento de cabeza. Luego de eso se marchó y como siempre desapareció.

Y luego nada.

Bueno, no era nada, nada. Nada era antes, porque ahora podía anotar en las esquinas de sus libros cosas como «Hice mis deberes de Transformaciones al lado de Min Yoongi», «Min me pidió ayuda con una prueba sobre Pociones» «Algo que Key no me había dicho: Es zurdo» «Olvidé la contraseña otra vez y no me miró como si fuera un idiota» y su favorita «Luego de la ronda nocturna, lo pillé dormido en uno de los sillones de cuero. Ronca bajito, casi como si ronroneara»

—¿Por qué no lo besaste? — le preguntó Taehyung mientras caminaban al día siguiente por la orilla del lago camino a la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. —Estoy seguro de que hubiera sido mucho más agradable para él un besito en vez de esa voz chillona que pones cada vez que despiertas a alguien.

—Besar a alguien mientras duerme no es romántico, cariño, es algo que haría un depravado — dijo Jennie de inmediato sin levantar los ojos del pergamino en el que iba escribiendo.

—Primero, deberías dejar de hacer los deberes cinco minutos antes de entregarlos — continuó Taehyung y la miró con el ceño fruncido— Segundo, la próxima semana empiezan las vacaciones de navidad, dos semanas menos. Tic, tac el tiempo corre.