Libre hasta que tú apareciste en mi vida | BrightWin | Adaptación ✔️

| Capítulo 37

Abrí los ojos y Win no estaba a mi lado, miré el reloj de la mesa de noche y marcaba las 8:35 de la mañana, era muy temprano para que se hubiera levantado en sábado, lo más extraño fue que no me despertó como acostumbra. Estaba a punto de levantarme cuando escuché que abría la puerta de la habitación y me hice el dormido. Sentí que se sentó a mi lado y acarició mi frente, después me dio un suave beso en los labios.

— Uhm, tal parece que cierto bebé continúa durmiendo... ¿Qué haré para despertarlo? — Sentí que se sentó en mis piernas, pero no me moví ni lo mas mínimo. Sus manos se deslizaron dentro de mi pijama y cuando pensé que me tocaría de forma inapropiada sentí cosquillas en mi abdomen, no soporté más y empecé a reír sin control sin abrir los ojos hasta tomé sus manos y cayó a un lado de mi cara. — Feliz cumpleaños bebé, el desayuno está listo. — Susurró en mi oído para luego dejar un beso en mi mejilla.

— ¿Te levantaste temprano sólo para prepararme el desayuno? — Pregunté abriendo los ojos finalmente y ver su lindo rostro con el cabello revuelto.

— Claro, es tu cumpleaños y me toca consentirte. — Respondió acariciando mi nariz con la suya.

— ¿Y qué preparaste? — Me senté en la cama para que él pueda traer la bandeja de desayuno y ponerla en mis piernas apoyada en la cama.

— Jugo, fruta, pancakes y galletas.

— Rico, pero a mí se me antoja otra cosa. — Dije acariciándole la mejilla y luego colocando la bandeja en el velador al lado de la cama.

— ¿Ah sí?, ¿puedo saber que se te antoja?

— Algo más jugoso, dulce y delicioso. — Respondí tomándolo de la cintura para acomodarlo sobre mí y después me di una vuelta para quedar encima de él. — Tú te me antojas. — Dejé un beso en su cuello, casi como un pico que estremeció su cuerpo.

— Eres un goloso, ¿lo sabes? — Exclamó con una risita.

— Sí, y tú eres mi golosina favorita.

Nos besamos apasionadamente mientras mis manos acariciaban sus nalgas por encima del pijama que traía puesto y frotaba mi pelvis contra la suya, sintiendo como de a poco me subía la excitación. Deslicé mi boca por su mentón y luego me comí su cuello, deleitándome con su sabor y sus gemidos. Sentí como sus manos bajaban mi bóxer y yo hice lo mismo con su pijama. Empecé una fricción entre ambos miembros en tanto subía su camiseta para lamer sus pezones que estaban muy necesitados de mi lengua, Win se levantó para quitársela y después me acarició la espalda al tiempo que nos besábamos nuevamente.

Lleve dos dedos a su boca, Win los empezó a lubricar con hambre, queriendo poder sentirlos dentro. Lo penetré con ambos hasta que sentí que estaba lo suficientemente listo para recibirme.
Entré en él y se arqueó al sentirme, enterró sus uñas en mi espalda y yo lancé un quejido al sentirlas, comencé a moverme lentamente en tanto lo miraba, él me sonrió y acarició mis mejillas, corrió un mechón de mi cabello y yo sonreí siguiendo con mis embestidas, sus manos bajaron a mis nalgas para impulsarme a profundizar más.

— Te amo, Bright. — Exclamó entre gemidos. — Mucho, mucho.

— Yo también te amo mi Winnie. — Respondí con la voz entre cortada.

— Sigue amándome... Así ... Mmg... Como me gusta.

— ¿De verdad te gusta, bebé?

— ¡Sí, ah! Me encanta... Hazme tuyo... Mmg... No pares nunca.

— Eres mío... Sólo mío. — Aseguré sobre sus labios.

— Solo tuyo... Más Bright, ¡Ah!

Aceleré la velocidad de mis movimientos, nos besamos una vez más, sincronizando los movimientos de nuestras lenguas y las penetraciones, segundos después rompimos el beso y Win hizo su cabeza hacia atrás. Apretaba los músculos de sus paredes mojadas generando un roce más supremo con mi pene, gemíamos sin parar, puse mi frente sobre la suya, me moví más rápido, tocando su punto, todo se volvió más húmedo y gritamos al mismo tiempo a causa de alcanzar el orgasmo juntos.