Capítulo 7 (+18)

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Toru Oikawa

Camino con rapidez por los pasillos del pabellón con la capucha del jersey deportivo alzada. No tengo ganas de que me identifique ninguna de esas chaladas que se pasan el día persiguiéndome y gritando mi nombre. Hoy ya estoy hasta las pelotas de sus gritos y sus estúpidas risitas.

Soy el capitán del Aoba Josai y he venido a esta concentración para mejorar y ser más competente como colocador. A diferencia de muchos de mis rivales, yo no cuento con un talento innato y todo mi potencial se debe al trabajo duro. He tenido que entrenar el doble que esos dichosos elegidos que con pocas horas de entrenamiento destacan y consiguen logros increíbles. Eso me crea una inseguridad de mil demonios y me frustra de manera que nadie puede imaginar. ¿Se debo a esto mi actitud altiva y despreocupada con las mujeres y con cualquiera que no me sea útil para mejorar?

Sí.

¿Algún problema?

El vóley lo es todo para mí. Quiero ser profesional. Quiero ser el mejor jugador del país y cualquier persona que no vaya a aportarme nada en ese aspecto, no me importa lo más mínimo. ¿Qué me gusta culear? Pues como a cualquiera. Soy un tipo con mucho éxito entre el sector femenino, ¿Por que no voy a beneficiarme de ello? Todo el mundo sabe que no busco nada serio, no recuerdo nombres, ni tengo detalles.

Follo y punto.

¿Por qué mierda tengo que esconder o ser discreto con ello? Si alguien me pregunta y tengo buena relación con esa persona, no veo mal darle detalles de como folla una chica. ¿Acaso he firmado un puto contrato de confidencialidad? No explico sino me preguntan, no quiero presumir de nada que no sea el vóley, pero si algo ha ocurrido ¿Por qué negarlo?

Veo a lo lejos a unos cuantos jugadores del Nekoma, su jodido capitán está como siempre a la cabeza del grupo... Odio a Kuroo Tetsuro y odio a todo su puto equipo, por suerte mi destino está tras la siguiente puerta y no tengo que cruzarme con ellos.

El capitán del Nekoma es todo lo contrario a mí, jamás hemos congeniado. Lo que más me molesta de él es esa puta sonrisa arrogante que muestra a cada segundo, esa actitud despreocupada y burlona ante cualquier situación me pone de los putos nervios. Es un tipo seguro de sí mismo y de esa clase de jugadores tocados por la varita del talento natural. Encima el muy imbécil entrena sin descanso y los resultados son aún más espectaculares. Sé que ha mejorado un montón y que va a poner todo su empeño en humillarme.

Gato cabrón.

Sonrío al recordar el partido contra el Fukurodami, a pesar de que mi orgullo ha salido tocado, he permitido que el contrario nos ganara. Sé que Bokuto, el capitán rival y Kuroo son muy amigos y quiero que el gato cabrón se confíe para poder aplastarlo en nuestro enfrentamiento. Me ha jodido demasiado permitir que me gane el idiota de Bokuto, pero más me jodería perder contra Kuroo. Soy un tipo práctico y sé que hay veces en que hay que tener una estrategia que de inicio parece que no da resultados para conseguir un objetivo final más importante.

Ni de coña voy a ser el criado del gato cabrón.

La ira me domina al recordar los gritos y comentarios de Bokuto cada vez que nos ganaba un punto, creo que después de Kuroo el que más odio de la concentración es al jodido capitán del Fukurodami . Es casi igual que insoportable que Kuroo. Seguro que por eso son tan amigos, los dos son iguales de imbéciles. Incluso comparten el lema absurdo y anticuado de... ¿Cómo era? Ah sí... Los hombres no tienen memoria... ¿Se puede ser más casposo y ridículo?

A mi parecer, no.

Sé que Kuroo ha estado con varias de las chicas con las que yo ya he cogido con anterioridad, hasta hace poco me resultaba incluso gracioso. El gato cabrón consolando y aprovechándose de mis despechadas fans... Ahora, he de reconocer que ya no me hace tanta gracia. Resulta que varias de esas chicas han iniciado el rumor de que Kuroo es mejor que yo follando y qué encima, no habla ni presume de ello. Como si eso fuera un logro...

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